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William Shakespeare
Poster by T.A. |
FICCIONES
DE OTROS MUNDOS
DRAGON
William Shakespeare
(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564 - id., 1616) Dramaturgo y poeta inglés. Solamente con sus versos hubiera ya pasado a la historia de la literatura; por su genio teatral, y especialmente por el impresionante retrato de la condición humana en sus grandes tragedias, Shakespeare es considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos.
William Shakespeare
Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un acaudalado comerciante y político local, y Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica, poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare. Parece probable que estudiara en la Grammar School de su localidad natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según un coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la escuela a temprana edad debido a las dificultades por las que atravesaba su padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.
Sea como fuere, siempre se ha considerado a Shakespeare como una persona culta, pero no en exceso, y ello ha posibilitado el nacimiento de teorías según las cuales habría sido tan sólo el hombre de paja de alguien deseoso de permanecer en el anonimato literario. A ello ha contribuido también el hecho de que no se disponga en absoluto de escritos o cartas personales del autor, quien parece que sólo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.
La andadura de Shakespeare como dramaturgo empezó tras su traslado a Londres, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la compañía Chaberlain's Men, más tarde conocida como King's Men, propietaria de dos teatros, The Globe y Blackfriars. También representó, con éxito, en la corte. Sus inicios fueron, sin embargo, humildes, y según las fuentes trabajó en los más variados oficios, si bien parece razonable suponer que estuvo desde el principio relacionado con el teatro, puesto que antes de consagrarse como autor se le conocía ya como actor.
Su estancia en la capital británica se fecha, aproximadamente, entre 1590 y 1613, año este último en que dejó de escribir y se retiró a su localidad natal, donde adquirió una casa conocida como New Place, mientras invertía en bienes inmuebles de Londres la fortuna que había conseguido amasar.
La obra de Shakespeare
La publicación, en 1593, de su poema Venus y Adonis, muy bien acogido en los ambientes literarios londinenses, fue uno de sus primeros éxitos. De su producción poética posterior cabe destacar La violación de Lucrecia (1594) y los Sonetos(1609), de temática amorosa y que por sí solos lo situarían entre los grandes de la poesía anglosajona.
Con todo, fue su actividad como dramaturgo lo que dio fama a Shakespeare en la época. Su obra, en total catorce comedias, diez tragedias y diez dramas históricos, es un exquisito compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma humana. Tras unas primeras tentativas, en las que se transparenta la influencia de Marlowe, antes de 1600 aparecieron la mayoría de sus «comedias alegres» y algunos de sus dramas basados en la historia de Inglaterra. Destaca sobre todo la fantasía y el sentido poético de las comedias de este período, como en Sueño de una noche de verano; el prodigioso dominio del autor en la versificación le permitía distinguir a los personajes por el modo de hablar, amén de dotar a su lenguaje de una naturalidad casi coloquial.
A partir de 1600, Shakespeare publica las grandes tragedias y las llamadas «comedias oscuras». Los grandes temas son tratados en las obras de este período con los acentos más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse con él: así, Hamlet refleja la incapacidad de actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón; Otelo, la crueldad gratuita de los celos; yMacbeth, la cruel tentación del poder.
En sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la posibilidad de la reconciliación, como sucede en Pericles; esta nueva orientación culmina en su última pieza, La tempestad, con cuyo estreno en 1611 puso fin a su trayectoria. Quizá cansado y enfermo, dos años después se retiró a su casa de Stratford, donde fallecería 23 de abril de 1616 del antiguo calendario juliano, usado en aquel tiempo en Inglaterra. Otro gran genio de la historia de la literatura universal, Miguel de Cervantes, falleció en la misma fecha del actual calendario gregoriano, ya adoptado por entonces en España.
Shakespeare publicó en vida tan sólo dieciséis de las obras que se le atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse (pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para todas las ediciones posteriores.
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Michael Fassbender como Macbeth |
SHAKESPEARE EN EL CINE
Se han producido unas 250 películas basadas en textos de Shakespeare, lo cual demuestra la enorme influencia de la obra de este escritor. La obra más veces llevada a la pantalla es
Hamlet, con 61 adaptaciones al cine y 21 series de televisión entre
1907 y
2000. Algunas películas basadas en obras de Shakespeare son las siguientes:
- La fierecilla domada (The Taming of the Shrew, 1929). Protagonizada por Douglas Fairbanks y Mary Pickford.
- El sueño de una noche de verano (A Midsummer Night's Dream, 1935). Dirigida por Max Reinhardt y William Dieterle.
- Romeo y Julieta (Romeo and Juliet, 1936). Dirigida por George Cukor.
- Como gustéis (As You Like It, 1936). Dirigida por Paul Czinner.
- Enrique V (The Chronicle History of King Henry the Fifth with His Battle Fought at Agincourt in France, 1945). Dirigida por Laurence Olivier.
- Macbeth (1948). Dirigida por Orson Welles.
- Hamlet (1948). Dirigida por Laurence Olivier.
- Otelo (The Tragedy of Othello: The Moor of Venice, 1952). Dirigida por Orson Welles.
- Julio César (Julius Caesar, 1953). Dirigida por Joseph L. Mankiewicz.
- Romeo y Julieta (Romeo and Juliet, 1954). Dirigida por Renato Castellani.
- Ricardo III (Richard III, 1955). Dirigida por Laurence Olivier.
- Otelo (Otello, 1956). Dirigida por Sergei Jutkevitsh.
- Planeta prohibido (Forbidden Planet, 1956). Película de ciencia ficción libremente basada en La Tempestad). Dirigida por Fred M. Wilcox.
- Trono de sangre (Kumonosu jô, 1957). Libremente basada en Macbeth. Dirigida por Akira Kurosawa.
- La Tempestad (The Tempest, 1960). Película para televisión protagonizada por Richard Burton. Dirigida por George Schaefer.
- Amor sin barreras (West Side Story, 1961). Película musical basada en Romeo y Julieta. Dirigida por Jerome Robbins y Robert Wise.
- Hamlet (Gamlet, 1963). Dirigida por Grigori Kózintsev.
- Hamlet (1964). Protagonizada por Richard Burton. Dirigida por Bill Colleran y John Gielgud.
- Campanadas a medianoche (1965). Basada en varias obras, especialmente Enrique IV. Dirigida por Orson Welles.
- La fierecilla domada (The Taming of the Shrew, 1967). Protagonizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton. Dirigida por Franco Zeffirelli
- Romeo y Julieta (Romeo and Juliet, 1968). Dirigida por Franco Zeffirelli.
- El rey Lear (Korol Lir, 1969). Dirigida por Grigori Kozintsev.
- Rey Lear (King Lear, 1971). Dirigida por Peter Brook.
- Macbeth (1971). Dirigida por Roman Polański.
- La Tempestad (Tempest, 1982), dirigida por Paul Mazursky.
- Ran (1985), dirigida por Akira Kurosawa. Adaptación de "El Rey Lear"
- Rey Lear (King Lear, 1987), dirigida por Jean-Luc Godard.
- Enrique V (Henry V, 1989). Dirigida por Kenneth Branagh.
- Romeo y Julieta (Romeo-Juliet, 1990), con Francesca Annis, Vanessa Redgrave y Ben Kingsley. Dirigida por Armando Acosta.35
- Hamlet (1990), con Mel Gibson y Glenn Close. Dirigida por Franco Zeffirelli.
- Los libros de Próspero (Prospero's Books, 1991). Basada en La Tempestad). Dirigida por Peter Greenaway.
- Mi Idaho privado (My Own Private Idaho, 1991). Protagonizada po River Phoenix y Keanu Reeves y dirigida por Gus Van Sant. Libremente basada en Enrique IV.
- Como gustéis/Como gusten (As You Like It, 1992), dirigida por Christine Edzard.
- Mucho ruido y pocas nueces (Much Ado About Nothing, 1993), dirigida por Kenneth Branagh.
- El Rey León (The Lion King, 1994), dirigida por Rob Minkoff y Roger Allers. Película de animación realizada por los estudios Disney libremente basada en Hamlet.
- Otelo (Othello, 1995), dirigida por Oliver Parker.
- Richard III (Richard III, 1995), dirigida por Richard Loncraine.
- Romeo y Julieta de William Shakespeare (Romeo + Juliet, 1996), con Leonardo Di Caprio y Claire Danes. Dirigida por Baz Luhrman.
- Hamlet (1996), con Kenneth Branagh, Richard Attenborough, Judi Dench, Billy Crystal y Kate Winslet. Dirigida por Kenneth Branagh.
- En busca de Ricardo III (Looking for Richard, 1996), dirigida por Al Pacino.
- Shakespeare enamorado (Shakespeare in love, 1998), dirigida por John Madden.
- 10 razones para odiarte (10 Things I Hate About You, 1999) (basada en La fierecilla domada), con Julia Stiles y Heath Ledger. Dirigida por Gil Junger.
- El sueño de una noche de verano de William Shakespeare (A Midsummer Night's Dream, 1999), con Calista Flockhart y Michelle Pfeiffer. Dirigida por Michael Hoffman.
- Titus (1999) (basada en Tito Andrónico), con Anthony Hopkins y Jessica Lange. Dirigida por Julie Taymor.
- Trabajos de amor perdidos (Love's Labour's Lost, 2000), dirigida por Kenneth Branagh.
- Hamlet (2000), con Ethan Hawke, Julia Stiles, Kyle MacLachlan. Dirigida por Michael Almereyda.
- El Mercader de Venecia (The Merchant of Venice, 2004), dirigida por Michael Radford.
- Coriolanus (2011) , dirigida por Ralph Fiennes.
- Hamlet (2009), de la Royal Shakespeare Company dirigida por Gregory Doran con David Tennant en el papel de Hamlet, Patrick Steward como Claudius. Adaptación para la BBC de la obra representada en el teatro.
- Much Ado About Nothing (2011) David Tennant en el papel de Benedick y Catherine Tate en el papel de Beatrice y disponible en Digital Theatre.
- Richard II Royal Shakespeare Company con David Tennant en el papel de Richard II. Disponible en mayo en DVD y Blu-Ray en la página web de la RSC.
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William Shakespeare |
CRONOLOGÍA
1564 | Nace en Stratford-upon-Avon. Es el tercer hijo de
John Shakespeare y Mary Arden. |
1582 | Se casa con Anne Hathaway. Al año siguiente nace
su hija Susan y, dos años después, los gemelos
Judith y Hamnet. |
1588-89 | Se instala en Londres, abandonando a esposa e hijos,
y escribe sus primeras obras. |
1592 | La peste obliga a cerrar los teatros y Shakespeare
se retira a Stratford. Posible estancia en el norte de Italia. |
1593-94 | Publica los poemas Venus y Adonis y La violación de Lucrecia, dedicados
al conde Henry Wriothesley de Southampton,
su protector. |
1594 | Reapertura de los teatros. Shakespeare es ya
miembro de la mejor compañía de la época,
la Compañía de Actores de Lord Chamberlain. |
1597 | Fallece su hijo Hamnet. Su buena situación
económica como empresario de la compañía
le permite adquirir New-Place, una casa en Stratford. |
1598 | Su compañía se instala en el nuevo teatro
The Globe, del que Shakespeare es copropietario. |
1600-01 | Escribe y estrena Hamlet. |
1603 | El nuevo rey de Inglaterra, Jacobo I, se convierte
en el protector de la compañía de Shakespeare,
que pasa a llamarse King's Men (Hombres
del Rey). |
1605-06 | Escribe Macbeth y El rey Lear. |
1609 | Su compañía inaugura una nueva sala, el teatro
Blackfriars, del que Shakespeare es también
copropietario. Se publican sin su autorización
sus Sonetos. |
1611 | Escribe La tempestad, su última obra. Deja
el teatro y se retira a New-Place, su casa
de Stratford. |
1616 | Muere en su ciudad natal. |
The Globe. En 1599 la compañía del ya famoso dramaturgo había inaugurado el teatro The Globe (nombre debido a su muestra, en la cual figuraba Hércules con el globo terráqueo a sus espaldas y la divisa "Totus mundus agit histrioneni"). En otoño de 1609 empezó a utilizar el teatro cubierto de Blackfriars, que acabó siendo su sede principal. Shakespeare era copropietario de uno o ambos locales; figuraba, pues, entre los "housekeepers" (según el lenguaje corriente) de la compañía. A partir de 1603 su nombre desaparece de la lista de actores; posiblemente, la composición y la presentación de las obras dramáticas debieron de ser consideradas aportaciones suficientes a la buena marcha de la empresa. En la imagen, un antiguo grabado reproduce el aspecto exterior de The Globe, que fue destruido por el fuego en 1613, reconstruido en 1614 y cerrado definitivamente en 1642.
Atracción turística. Cuando Shakespeare llegó a Londres, el teatro, apoyado por una fértil tradición de raíz medieval, contaba con autores tan excelentes como Green, Peele, J. Lyly, T. Kyd (a quien se debe uno de los antecedentes de Hamlet) y Christopher Marlowe. Como género, era de asombrosa ductilidad; no se hacía literatura en el sentido moderno, sino que se respondía a las preferencias de la audiencia isabelina, mezcla de aristócratas, ingenios galantes, ladronzuelos, marineros y soldados esperando un nuevo destino, aprendices, colegiales y estudiantes de las universidades. Al revés que en el teatro moderno, el isabelino no simulaba que el público no estuviese allí, ya que a plena luz del día la gente rodeaba el escenario, comía, reía, entraba y salía. Eso explica en parte la variedad de registros y el cruce de tonos en las obras de la época: para los analfabetos, acciones y muertes; para los cortesanos, frases brillantes y juegos de artificio verbal; para las inteligencias más reposadas, meditación y reflexión; para marinos y vagabundos de Londres, doble sentido grueso y burlesco; amor para las damas y petimetres; canciones para el conjunto. En la imagen, interior del New Globe Theatre, una reconstrucción moderna del antiguo Globe. Emplazado a unos doscientos metros de la ubicación original, abrió sus puertas en 1997 y se ha convertido en una de las atracciones turísticas más visitadas de Londres.
First Folio. Shakespeare nunca se preocupó de editar sus obras; no eran más que papeles que circulaban en copias para que los actores preparasen la representación y eran propiedad de la compañía de teatro. En 1623 los intérpretes John Heminge y Henry Condell, escandalizados ante la abundancia de copias piratas y los plagios, publicaron la edición que hoy se conoce como "First Folio": Mr. William Shakespeares [sic] Comedies, Histories, & Tragedies. Published According to the True Original Copies. Es la primera y legendaria reunión de sus obras en el corpus que hemos heredado. Recogidos en este Primer Folio y contrastados con versiones individuales de muchas piezas llamadas quartos, se cuentan treinta y cuatro títulos de Shakespeare, aunque sean treinta y siete obras, ya que Enrique IV se divide en dos partes y Enrique VI en tres.
Aunque suele clasificarse esta producción en varias etapas, la difícil datación de sus obras y su heterogeneidad hace difícil seguir su evolución. A un primer momento de su producción corresponden diez dramas que reproducen episodios de la historia inglesa, alternándose con comedias. Entre los primeros sobresalen los dedicados a la Guerra de las dos Rosas (1377-1485) que acabó con Ricardo III. Respecto de las comedias, cuya estima ha crecido durante el siglo XX, revelan un cambio de tono muy notorio, desde el entramado convencional y la festiva pirotecnia verbal deTrabajos de amor perdidos o la singularísima El sueño de una noche de verano hasta las más tardías, como El mercader de Venecia, en la que por primera vez chocan proyectos humanos y religiones de modo insalvable, y Medida por medida, donde los cambios de sexo están al servicio de una inquisición severa de las flaquezas ligadas a la ambición. Un segundo momento de mayor madurez se iniciaría con Romeo y Julieta (c.1594) y Julio César (c.1597-1600), seguidas, entre 1601 y 1609, deHamlet, Otelo, Macbeth y El rey Lear. Un poco más tarde, en 1606-1608, Antonio y Cleopatra exhibe un tratamiento de llamativa belleza dramática y eficaz construcción de caracteres en el mundo antiguo. Siguió, contemporánea al retiro a Stratford-upon-Avon, La tempestad (1610-1612), considerada la lección definitiva y postrera del genio. Además de este magno conjunto, a Shakespeare se le atribuyó la enigmática obra Timón de Atenas, que hoy se considera de su autoría.
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Shakespedare
Ilustración de Fernando Vicente |
La edad de oro del teatro europeo
En el siglo XVII tuvo lugar un importante desarrollo de la dramaturgia europea, sobre todo en Inglaterra, España, Francia e Italia. Las compañías teatrales seguían siendo en su mayoría itinerantes, pero ya a finales del siglo XVI empezaron a establecerse. Las representaciones de aficionados dejaron de tener su antigua importancia, apareciendo la figura del actor profesional, aunque la situación económica y social de las gentes de teatro continuó siendo muy precaria. Si en Italia el actor gozó de cierta consideración, en Inglaterra la tradición puritana se mostró siempre hostil a los que participaban de un arte tan disoluto, mientras que en la católica Francia la Iglesia negaba los sacramentos a los cómicos. La intervención de las mujeres en los escenarios variaba: en Italia y España las actrices eran admiradas, pero en Inglaterra y en Alemania los papeles femeninos eran representados por muchachos.
Ya desde inicios del siglo XVII, el teatro se desarrolló bajo la protección de reyes y nobles. En Francia, Enrique IV y su esposa María de Médicis invitaron en numerosas ocasiones a compañías italianas, y posteriormente destacó el papel protector del cardenal Richelieu. En Inglaterra, el interés de Carlos I y su esposa, la francesa Enriqueta María, dio un poderoso impulso al género. En Italia las cortes fueron el centro de la actividad teatral, mientras que en Madrid las representaciones reales tuvieron lugar, a partir de 1632, en el palacio del Buen Retiro.
William Shakespeare
Hay que subrayar que a lo largo del período se otorgó una creciente importancia a la preceptiva literaria, aplicada con no menos intensidad a las obras teatrales. Las "reglas del arte" puestas en vigor consistieron, principalmente, en la idea de verosimilitud, en el sentido clásico del decorum (cada personaje debía comportarse según su rango social), en la adecuación del estilo al tema (entre los tres niveles posibles: lírico, épico o trágico y cómico o satírico) y, por último, en las "tres unidades" de acción, tiempo y lugar. Esta normativa se basaba en la Poética de Aristóteles, que se convirtió en un texto canónico insoslayable para la estética literaria. Sin embargo, si bien en Francia las reglas tuvieron un carácter cada vez más imperativo, tanto en España como en Italia fueron solamente respetadas pero muy poco acatadas, y en Inglaterra se ignoraron casi por completo.
La escena inglesa en tiempos de Shakespeare
A finales del siglo XVI, durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, se construyeron en Londres los primeros teatros públicos y estables. Los teatros isabelinos eran construcciones de forma octogonal o circular, hechos de madera, con un patio central a cielo abierto y galerías circundantes. Tenían aproximadamente 25 metros de diámetro exterior y unos diez de altura.
En el patio, los espectadores permanecían de pie. Sobre la plataforma del escenario, en un piso superior sostenido por columnas, se encontraban las dependencias para la maquinaria de efectos especiales y demás accesorios de la tramoya. Aunque la acción dramática se desarrollaba principalmente en el escenario, una galería situada al fondo del mismo era empleada cuando la escena incluía un balcón (como enRomeo y Julieta) o lo alto de una muralla (como en Macbeth). En algunos teatros, una segunda tribuna más pequeña estaba destinada a los músicos.
Al fondo del escenario, dos puertas permitían la entrada y salida de los actores. En los teatros más evolucionados se situaba entre ellas un segundo espacio, de reducidas dimensiones, denominado escenario interior. Separado de la plataforma principal por una cortina, este ámbito servía para recrear ambientes específicos, como dormitorios o cuevas. Por medio de las trampillas distribuidas en el suelo del escenario principal se representaban diversos efectos, como sepulcros o apariciones.
Entre los teatros que se construyeron destacan The Theatre (1576), The Rose (1587), The Swan (1595) y The Globe (1599), que en su forma original o bien reconstruidos permanecieron abiertos en la primera mitad de la centuria siguiente. Hacia 1609 la compañía de Shakespeare se estableció en el teatro privado de Blackfriars, aunque siguió representando en El Globo. Este último, destruido por un incendio, fue edificado de nuevo en 1614.
La obra de Shakespeare
Dentro de ese contexto de renacimiento del teatro europeo, la figura teatral indiscutible en Inglaterra fue William Shakespeare. En su trayectoria pueden distinguirse cuatro etapas. A la primera de ellas (hasta 1598 aproximadamente) pertenecen una serie de piezas juveniles en las que Shakespeare se ciñó a las modas vigentes, adaptando los temas al gusto del público. En este período practicó diversos géneros, desde la comedia de enredo (
La comedia de los errores) hasta la tragedia clásica de influencia senequista (
Tito Andrónico), pasando por el drama histórico (
El rey Juan, Ricardo III, Enrique IV). Otras obras de este momento inicial, como
El mercader de Venecia,
La fierecilla domada,
Romeo y Julieta o
El sueño de una noche de verano, marcan el inicio de una fase de mayor creatividad.
En la segunda etapa shakesperiana, que va de 1598 a 1604, se sitúan las piezas que suelen denominarse "obras medias", caracterizadas por un mayor virtuosismo escénico. Entre las comedias sobresalen
Las alegres comadres de Windsor y
Bien está lo que bien acaba, mientras que los dramas
Julio César,
Hamlet y
Oteloanuncian ya el período siguiente, conocido como el de las grandes tragedias (1604-1608), en las que Shakespeare bucea en los sentimientos más profundos del ser humano: la subversión de los afectos en
El rey Lear, la violenta e insensata ambición en
Macbeth y la pasión desenfrenada en
Antonio y Cleopatra. La fase final (1608-1611) brilla por su última obra maestra,
La tempestad, en la que fantasía y realidad se entremezclan ofreciendo un testimonio de sabiduría y aceptación de la muerte.
Retrato de Shakespeare en la
primera edición de sus obras
La división en etapas no deja de ser en realidad una convención didáctica por la imposibilidad de datar cronológicamente muchas de sus obras y por la misma heterogeneidad que se advierte dentro de esas supuestas fases en la evolución de su dramaturgia. Sí se sabe que, ya antes de 1594, había trabado amistad con el joven conde de Southampton, Henry Wriothesley, a quien dedicó sus dos poemas narrativos
Venus y Adonis (1593) y
La violación de Lucrecia (1594), y la mayoría de los
Sonetos (posiblemente los del período 1593-97).
De poderse atribuir a Shakespeare, según parece, la segunda y la tercera partes de
Enrique VI, la primera fecha con que es posible datar su actividad dramática sería el año 1591; en la redacción de este drama se advierten rasgos cómicos y sentimentales que posteriormente habrían de convertirse en característicos del autor. En el curso de este período inicial Shakespeare ensayó, además del drama histórico, entonces muy de moda, la comedia (
La comedia de las equivocaciones) y el género dramático de horror, con
Tito Andrónico, el primer drama publicado por Shakespeare (anónimo, en 1594). Esta última obra y
Ricardo III revelan la influencia de Marlowe, quien, por su parte, parece haber inspirado en
Enrique VI su
Eduardo II. Tal conjunto dramático inicial apenas permite descubrir las huellas de un genio.
Se cree que Shakespeare pudo haber pasado, parte del período 1592-94 en el norte de Italia (quizá junto al conde de Southampton), por cuanto al reanudarse la actividad en los teatros luego de la peste que por aquel entonces desorganizó el mundo teatral londinense, nuestro autor presentó una serie de dramas de ambiente italiano en los que muestra una significativa familiaridad con ciertos detalles de la topografía local. Es posible, también, que el dramaturgo recibiera tal información de algunos italianos residentes en Londres; conoció, sin duda, a Giovanni Florio (autor de manuales de conversación italiana y de un diccionario italiano-inglés, así como traductor de Montaigne) en casa del conde, su protector. Éste resultó para Shakespeare un generoso mecenas, y, muy posiblemente, su munificencia permitió al poeta adquirir una participación en la compañía.
Shakespeare dedicó entonces todas sus energías a la composición de dramas, y sólo prosiguió sus actividades de poeta no dramático con algunos sonetos que fueron apareciendo por lo menos hasta 1600 aproximadamente. El periodo situado entre la mitad de 1599 y 1601, o sea entre la marcha del conde de Essex a Irlanda y su fracasada insurrección, coincide con una especie de paréntesis abierto en la inspiración del dramaturgo, el cual, consciente de sus facultades, parece vacilar antes de comprometerlas en empresas de mayor trascendencia que las tres comedias cuyo mismo título podría considerarse indicio de una negligente ligereza:
Mucho ruido por nada,
Como gustéis y
Noche de Epifanía.
A fines del reinado de Isabel, Shakespeare había desarrollado todas las posibilidades del drama histórico y alcanzado sus más altas cumbres con
Ricardo II y
Enrique IV, continuación del cual, y también de
Enrique V, es la comedia
Las alegres comadres de Windsor, que algunos tienden a situar hacia 1598; al mismo tiempo, en su actividad de comediógrafo iba explotando los más exquisitos recursos de un género muy apreciado por el público.
Sólo como trágico no había manifestado aún la plenitud de su talento, a pesar de la genial transformación de la vieja fórmula senequista de la tragedia de venganza y horror, evidente en
Tito Andrónico, y no tanto en
Romeo y Julieta, en la que el terror queda velado por la piedad, y en
Julio César, obra en la cual, junto a la persistencia de los temas de la venganza y los espectros, se da el carácter de Bruto, que supera ya los límites espirituales de tal género dramático.
En
Hamlet, en cambio, cuya versión original, posiblemente de Kyd, debió de ser un típico drama senequista, la fórmula en cuestión aparece ahogada por la apasionada protesta del protagonista contra los inevitables sofismas del pensamiento, que inducen a ver en las cosas "apariencias", pero no certezas absolutas. En esta obra, cuya nota central se halla en la frase del monólogo del príncipe (act. III, escena I, 85) "los primitivos matices de la resolución se desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento", Shakespeare pudo haber experimentado la influencia de la terrible catástrofe de Essex, que ocurrió el mismo año de la composición del drama (1601) y arrastró consigo durante algún tiempo la suerte del protector de Shakespeare.
Lawrence Olivier dirigió e interpretó
Hamlet (1948)
La compañía de este último, en realidad, participó indirectamente en la conjura al prestarse a representar Ricardo II poco antes del principio de la insurrección; el partido opuesto a Isabel creyó ver un paralelismo entre la soberana y Ricardo: los partidarios de Essex, efectivamente, pretendían adivinar en la escena de la deposición del rey la de la reina. Sin embargo, la compañía del ilustre dramaturgo no se vio perjudicada en absoluto por el descubrimiento de la conjura. Con todo, el adiós de Horacio a Hamlet moribundo ("Feliz noche eterna, amado príncipe; y coros de ángeles arrullen tu sueño") fue interpretado a finales del siglo XVIII por el gran crítico Malone como una alusión a las palabras semejantes pronunciadas por Essex ante el cadalso el 25 de febrero de 1601: "Cuando mi vida se aleje de mi cuerpo, envía a tus bienaventurados ángeles, para que acojan mi alma y la lleven a los goces del Cielo".
También las comedias escritas por Shakespeare a principios del reinado de Jacobo I, o sea en torno a 1603, revelan un espíritu agitado; la ironía y el disgusto aparecen de varias maneras en
Troilo y Crésida,
Bien está lo que bien acaba y
Medida por medida. No hay, empero, ambigüedad en las tres grandes tragedias
Otelo,
El rey Lear y
Macbeth, que plantean el misterio de un mal objetivo (
El rey Lear, III, 6, 80: "Consideremos, pues, atentamente a Regana, y veamos qué crece en torno a su corazón. ¿Hay, acaso, en la naturaleza una razón que le permita crear corazones tan duros?") y parecen presentar la vida como "un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa" (
Macbeth, V, 5, 27). En las tres tragedias en cuestión las pasiones son presentadas en esencia y atribuidas a caracteres primitivos: Lear y Macbeth son jefes bárbaros pertenecientes a épocas muy remotas, y Otelo es un africano.
Macbeth influyó en
Antonio y Cleopatra, en la que, sin embargo, un halo casi romántico rodea la tragedia de dos amantes de temperamento y mentalidad tan opuestos que sólo a costa del desastre consiguen obtener lo mejor del otro.
Coriolano estudia otro carácter primitivo, de una sola pieza y casi pueril en su generoso espíritu, con el cual contrasta el maquiavélico oportunismo de la madre.
Timón de Atenas prosigue la amarga sátira de la ingratitud humana que constituyera el tema de
El rey Lear.
Shakespeare, no obstante, dio sólo un esbozo de tal drama, quizá a causa de una crisis o de una enfermedad de las cuales pudiera haber salido con el alma renovada posiblemente por la fe religiosa: en realidad, la concepción del mundo de sus últimas obras dramáticas, y singularmente de
La tempestad, puede considerarse cristiana. A fines del siglo XVII el sacerdote Richard Davies declaró que Shakespeare había muerto "papista", o sea en el seno del catolicismo romano; su padre pudo haber sido católico: el nombre de éste figura en una lista de "recusants", o sea de personas, generalmente católicas, que no asistían a las ceremonias de la Iglesia anglicana. Hacia 1610 cabe situar el retorno, de una manera fija, a Stratford, donde Shakespeare pasó tranquilamente los últimos años de su vida; en 1613 escribió, en colaboración con el joven dramaturgo John Fletcher, su último drama,
Los dos parientes nobles.
En 1609, sin su consentimiento, se publicó el conjunto de sus
Sonetos, auténtico universo de extraordinario rigor formal y profundidad conceptual, que ha planteado a lectores y eruditos una serie de ininterrumpidas ocasiones para el asombro. Un cuerpo de cincuenta y cuatro sonetos de perfección indiscutible, escritos a lo largo de veinte años, que retomó y modificó la tradición petrarquista, con varios hilos argumentales de enigmática definición: los más tempranos están dedicados a un joven bello y veleidoso a quien la voz poética reprocha el desdén y a la vez aconseja que se case, mientras que un bloque posterior se refiere a una dama morena en la que muchos han querido adivinar otro disfraz de sexo. En cualquier caso, la progresión y extraordinaria calidad del conjunto hacen de éste un mundo de insuperable densidad estética.
Las grandes tragedias
Macbeth,
Otelo,
Hamlet y
El rey Lear constituyen espejos del mapa entero de la sensibilidad moderna, ya que se edifican en un mundo, el renacentista, en que la presencia divina empieza a menguar. Por primera vez, la duda frente a la identidad, la vejez, la traición, la ambición e incluso la percepción del mal se muestran en su radicalidad humana. Pero eso no explica su calidad única; sucede que esos caracteres y esos conflictos surgen de una capacidad ilimitada para moldear la palabra en todos los planos. No hay fronteras en Shakespeare: bufones y reyes comparten el mismo rango de problemático diseño, de contradictoria y rica existencia social, verbal y moral. Por eso serán Falstaff, el gordo bufón y soldado presente en varias obras, junto con el viejo rey Lear, dos de los puntos extremos del arco de sus caracteres. En términos generales, lo sublime de las obras de Shakespeare es el retrato de unos personajes a los que se llega a definir con precisión matemática, de forma que esa misma ambigüedad colma su carácter de una extraordinaria riqueza de matices. Por medio de la fuerza del lenguaje, los tipos shakesperianos manifiestan las profundidades de su espíritu y se declaran individuos libres, capaces de elegir su propio destino. En este sentido, su obra es tan moderna y está tan abierta a distintas interpretaciones como el
Quijote de
Miguel de Cervantes.
Los avatares de la imprenta
La publicación de sus dramas se hizo sin la participación del autor. Un grupo de editores, poco escrupulosos, dio a la luz textos dramáticos sueltos en cuarto (Quartos), algunos de ellos "buenos", o sea conformes a versiones auténticas y aparecidos con el consentimiento más o menos vago de Shakespeare, y otros "malos"; en cuanto a estos últimos se han supuesto varias procedencias: textos estenográficos, reconstitución de memoria o empleo de copias no revisadas.
En 1619 Thomas Pavier publicó diez dramas sin autorización, y poco después dos autores colegas del ilustre dramaturgo, John Heminge y Henry Condell, iniciaron una edición completa, que, luego de varias dificultades, vio la luz en 1623, por obra del editor William Jaggard, y es conocida como el primer infolio (First Folio); respecto a dieciocho dramas constituye la única fuente existente y, en cuanto a los restantes, salvo Pericles, ofrece textos si no siempre mejores que los de en cuarto, sí, por lo menos, de importancia fundamental.
Edición
First Folio de su obra (1623)
La crítica demoledora no ha logrado desechar la convicción según la cual la mayoría de los dramas en cuestión son debidos enteramente a la pluma de Shakespeare, quien, como afirma también la misma opinión, no los habría revisado una vez escritos. Los testimonios de los contemporáneos no permiten creer en pacientes retoques de tales obras por su mismo autor. Con todo, hay que admitir, como es natural, ciertas refundiciones de muchos textos provocados por las necesidades del espectáculo (supresiones e interpolaciones).
Además de los críticos demoledores, que han pretendido ver en los dramas shakesperianos la colaboración de otros dramaturgos, han aparecido en torno a la obra del gran escritor varios herejes que consideran a Shakespeare actor ignorante y mero testaferro y le niegan, por ello, la paternidad de su producción, la cual, según su criterio, sólo puede ser atribuida a personajes extremadamente cultos, como, por ejemplo, el filósofo Francis Bacon, el conde de Oxford u otros candidatos aún más problemáticos. Los datos acerca de la vida de Shakespeare son, en verdad, áridos, y no parecen corresponder a una personalidad tan grande como la de nuestro dramaturgo; sin embargo, hay que reconocerlos también más abundantes que cuantos poseemos respecto de los otros autores isabelinos en general, salvo, quizá, Ben Jonson.
OBRAS
Tragedia
- Antonio y Cleopatra
- Coriolano
- El Rey Lear
- Hamlet
- Julio César
- Macbeth
- Otelo
- Romeo y Julieta
- Tito Andrónico
- Troilo y Crésida
Comedia
- A buen fin no hay mal tiempo
- Cardenio (perdida)
- Cimbelino
- Como gustéis
- El mercader de Venecia
- El sueño de una noche de verano
- La comedia de las equivocaciones
- La fierecilla domada
- Las alegres comadres de Windsor
- La tempestad
- Los dos hidalgos de Verona
- Los dos nobles caballeros (atribuida)
- Medida por medida
- Mucho ruido y pocas nueces
- Noche de reyes
- Timón de Atenas
- Trabajos de amor perdidos
Drama histórico
- King John
- Ricardo II
- Enrique IV, parte 1
- Enrique IV, parte 2
- Enrique V
- Henry V
- Enrique VI, Parte 1
- Enrique VI, Parte 2
- Enrique VI, Parte 3
- Ricardo III
- Enrique VIII †
Otras obras
FUENTES