Roald Dahl Poster de T.A. |
Roald Dahl cumple cien años en plena forma
Roal Dahl / Cien años enfrentando a hijos contra padres
Cien años del nacimiento de Roald Dahl, el escritor que regaló magia
Roald Dahl / Cuentos para niños malos
Roald Dahl / El lado erótico
El Reino Unido recuereda las historias de Roald Dahl por su centenario
Reino Unido conmemora el centerio del escritor Roald Dahl
Roal Dahl / Cien años enfrentando a hijos contra padres
Cien años del nacimiento de Roald Dahl, el escritor que regaló magia
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CUENTOS
RIMBAUD
Quetin Blake / “Roald Dahl était beaucoup plus méchant que moi !”
Et si on (re)lisait Roald Dahl
DRAGON
SHORT STORIES
Roald Dahl / Lamb to the Slaughter
Roald Dahl / Poison
Roald Dahl / The Landlady
Roald Dahl / Man from the South
Roald Dahl / kin
Roald Dahl / Lamb to the Slaughter
Roald Dahl / Poison
Roald Dahl / The Landlady
Roald Dahl / Man from the South
Roald Dahl / kin
BIOGRAPHIES II
Roald Dahl
(1916 - 1990)
Roald Dahl nació en Llandaff, Cardiff, Gales, el 13 de septiembre de 1916, y murió en Oxford, Inglaterra, el 23 de noviembre de 1990. Se le conoce en el mundo entero como como autor de narraciones infantiles y juveniles, pese a que su producción para adultos fue también de destacable calidad. Muchos de sus relatos se han convertido en películas de gran éxito internacional. De hecho, Roald Dahl es uno de los grandes y sin duda el escritor para niños más importante del siglo XX.
Roald Dahl |
Su padre, de origen noruego, murió cuando el futuro escritor sólo tenía tres años. Esta desaparición dejó en apuros económicos a la familia, que hubo de trasladarse a una casa más pequeña. La madre prefirió seguir viviendo en Inglaterra antes que regresar a Noruega, cumpliendo con ello el deseo de su marido de educar a sus hijos en escuelas británicas.
Roald Dahl |
Más interesado por la acción y la aventura que por el esfuerzo intelectual, al cumplir los dieciocho años se hizo explorador, en lugar de matricularse en la Universidad, como quería su madre. Luego trabajó como vendedor hasta que, a los veintitrés años de edad, se alistó como aviador para luchar en la Segunda Guerra Mundial, y sirvió en las Fuerzas Aéreas Reales en Libia, Grecia y Siria. En las campañas del continente africano su avión fue alcanzado en varias ocasiones por los disparos del enemigo, y en una ocasión llegó a ser derribado. Dahl salvó la vida de milagro, aunque tenía heridas tan graves que fue enviado a casa.
Ilustración de Quentin Blake |
Su primera recopilación de relatos (Over to You; 10 Stories of Flyers and Flying, 1946) evocaría los horrores vividos en la guerra. Recuperado de sus heridas, en 1942 fue destinado a Washington como experto en asuntos de aviación de guerra; hasta 1945 trabajó para la Seguridad británica en Estados Unidos. Fue allí donde empezó a hacerse famoso como escritor, al ponerse a narrar en periódicos y revistas su visión de la guerra.
Dahl alternó tempranamente estas ocupaciones con su dedicación a la literatura infantil y juvenil, que se intensificaría a partir de la década de los sesenta. Casado en 1953, fue padre de cuatro hijos a los que acostumbraba a contar cuentos que a menudo se convertían en novelas. Su primer libro para niños habia sido Los gremmlins (1943). Pronto obtuvo grandes éxitos con títulos como James y el melocotón gigante (1961) y Charlie y la fábrica de chocolate (1964).
Roald Dahl |
Por esa época sufrió también graves reveses: vio morir a su pequeña hija Olivia en 1962, y, tres años después, su esposa Patricia Neal sufrió una peligrosa enfermedad que estuvo a punto de dejarla ciega e inválida. Para colmo de males, su hijo Theo sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro cuando sólo tenía tres años. Dahl pasó muchos meses trabajando en una válvula especial que servía para sacar líquidos de la cabeza de su hijo y permitía a éste vivir con normalidad, sin tener que permanecer conectado a una máquina.
Patricia Neal |
A pesar de estas desgracias, Dahl logró salir adelante y continuó escribiendo obras que le hacían cada vez más famoso en todo el mundo. Con Matilda, uno de sus últimos libros (convertido también en película de gran éxito), batió todos los records de ventas. No hay que olvidar, sin embargo, la importancia de su narrativa para adultos, en la que cultivó variados géneros. También fueron frecuentes sus colaboraciones con el cine; escribió, entre otros muchos, varios guiones para la serie de películas de James Bond.
La obra de Roald Dahl
Aunque es recordado especialmente por sus narraciones para niños y jóvenes, Roald Dahl escribió numerosas obras para adultos de indudable interés y calidad, entre las que sobresale Relatos de lo inesperado, una brillantísima colección de cuentos de intriga y humor negro. Mi tío Oswald (1979) se halla muy cercano a la ficción futurista: trata sobre la venta de espermatozoides de los hombres más brillantes del planeta. Otras obras destacadas fueron La venganza es mía, Génesis y catástrofe,Historias extraordinarias y El gran cambiazo. Sobresalió especialmente en el cuento corto, con historias mordaces e impactantes rayanas en la irrealidad y lo morboso o macabro en muchos casos; en ellas creó un clima amenazante, extraño, vinculado a la irracionalidad, combinando agudamente el humor negro con el suspense.
Sin embargo, en sus historias para jóvenes late la fábula moral. Algunas de sus obras en el campo de la narrativa infantil y juvenil están consideradas entre las mejores de todos los tiempos. De hecho, sus relatos gustan tanto a los niños como a los mayores, ya que, en medio de sus historias protagonizadas por jóvenes, hay humor y crítica a la sociedad contemporánea. Junto a la magia y la fantasía, en sus libros aparece también la maldad y otros defectos del ser humano.
Charlie y la fábrica de chocolate (1964) fue la novela que le hizo famoso entre los jóvenes de todo el mundo; llegó incluso a ser elegida número uno en una encuesta realizada por el prestigioso diario Sunday Times para seleccionar las diez mejores obras infantiles. En Charlie y el ascensor de cristal continuó con el mismo personaje. Otros libros célebres son James y el melocotón gigante (1961), que cuenta la historia de un niño huérfano que vive con sus malvadas tías; Las brujas, que narra el enfrentamiento de un niño y su abuela con la terrible Asociación de Brujas de Inglaterra; y Los cretinos, que recoge historias de una pareja de viejos refunfuñones que odian a los niños.
Autor prolífico, la lista de obras memorables es extensísima: Danny, el campeón del mundo, El dedo mágico o la ya citada Matilda, la historia de una niña enamorada de los libros. Las novelas Boy y Volando solo se basaron en la vida del propio autor. Y todavía merecen destacarse Qué asco de bichos, El superzorro, La maravillosa medicina de Jorge, El gran gigante bonachón, Cuentos en verso para niños perversos, El vicario que hablaba al revés, Mi año, Los Mimpis y Agu Trot.
Charlie y la fábrica de chocolate
Celebrada como la mejor novela juvenil del autor, Charlie y la fábrica de chocolatese publicó en 1964 y tuvo un extraordinario éxito: se han vendido más de 13 millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducida a 32 lenguas. Su perdurable popularidad indica lo bien que el autor comprendió, apreció y se comunicó con los más jóvenes. En fechas más recientes, la versión cinematográfica de Tim Burton (2005) ha contribuido a divulgar la obra entre las nuevas generaciones.
El protagonista, el pequeño Charlie Bucket, vive con sus padres y sus abuelos. Desde el principio, la pobreza se observa en cada rincón de la casa: en la sopa aguada que comen, en la falta de trabajo de su padre... El sórdido panorama que se describe no deja de parecernos, con todo, entrañable: a pesar de las dificultades, es un hogar en el que fluyen el amor, el respeto y la honestidad.
Desde la ventana que hay junto a su cama, Charlie ve la inmensa y misteriosa fábrica de sus chocolates favoritos; viéndola repite las fantásticas historias que su abuelo (que había trabajado en ella) le ha contado. Nadie entra en la fábrica desde hace décadas; sólo salen camiones con mercancías.
Charlie y la fábrica de chocolate
“Todo lo que hay en esta sala es comestible. Hasta yo lo soy. Pero eso sería canibalismo, queridos niños, y está mal visto en la mayoría de las sociedades”
Charlie y la fábrica de chocolate
Un día Willy Wonka, el propietario, anuncia que dentro del envoltorio de cinco tabletas de chocolate se esconde una lámina dorada que permitirá el acceso a la fábrica, y que cinco niños con cinco acompañantes adultos podrán visitar el lugar que produce los chocolates más ricos del mundo. Como nadie conoce la fábrica de Wonka, el concurso excita la curiosidad de la población, necesitada de sueños y fantasías que la salven de la mediocridad que la rodea.
Uno de los ganadores es Charlie; visita la fábrica con su abuelo y con los otros cuatro agraciados. Si bien Charlie es un buen niño, a los restantes que consiguen entrar en los dominios de Willy Wonka los dominan los peores vicios de la humanidad. Augustus representa la glotonería que provoca obesidad; Veruca, la exigencia y el egoísmo insoportable de los mimados; Violet, la estupidez de los que se creen los mejores, se sienten merecedores de todos los premios y detestan a los demás; Mike, absorbido por la televisión, está impregnado de agresividad y violencia; es destructivo y sabelotodo. También Wonka, el propietario, es peculiar: es el hijo de un dentista intolerante; acusa la falta de afecto paternal sufrida en su infancia y se deprime recordándolo. Su evolución a través del contacto con el joven Charlie es conmovedora.
Pese a su hiriente y mordaz sentido de la ironía, la novela se convierte, por su sentido moral, en una emocionante aventura humana de la que se sale mejor persona. En el desarrollo de la historia, cada uno recibe la lección de vida que le permitirá corregir sus vicios; los lumpalumpas, con sus cancioncillas, dan la moraleja correspondiente. La obra reconoce como valores positivos la buena educación, la cortesía o el respeto a las personas mayores, y contiene lecciones de cultura, ciencia o ética, subrayando el papel de la familia en la educación.
Ilustración de Quentin Blake |
“Los vampiros siempre son hombres. Y lo mismo ocurre con los duendes. Y los dos son peligrosos. Pero ninguno de los dos es ni la mitad de peligroso que una bruja de verdad.”
Roald Dahl
Roald Dahl
“Los adultos son criaturas llenas
de caprichos y secretos”
Roald Dahl
“Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros”
Roald Dahl
Ilustración de Quentin Blake |
“Aquellos que no creen en la magia nunca la encontrará”
Roald Dahl, Las brujas
"No importa quién eres o cómo luzcas, mientras alguien te ame"
Roald Dahl, Las brujas
Patricia Neal, Roald Dahl e hijos |
Patricia Neal y Roald Dahl
El divorcio acaba con una de las historias de amor más apasionantes de los últimos tiempos
SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ
Londres 10 JUL 1983
Patricia Neal, la actriz británica
que sufrió en los años 60 una grave enfermedad y que protagonizó una fabulosa
lucha por la vida, y Roald Dahl, el intelectual y escritor de éxito que se
mantuvo siempre a su lado, ayudándola sin desfallecer, se han divorciado. Una
de las historias de amor más hermosas y reconfortantes de nuestra época ha
finalizado ante un tribunal de Londres con una sentencia de pocas líneas. Lo
que no consiguió la enfermedad o el infortunio lo ha conseguido la rutina. Neal
y Dahl han estado casados treinta años. Él se acerca ahora a los setenta. Ella
tiene algunos menos.
Patricia Neal |
Los españoles conocen tal vez más
a Patricia Neal que a su marido. Su hermoso rostro moreno y sus grandes ojos tristes
aparecieron en las revistas de fines de los cincuenta y principios de los
sesenta no solo para ilustrar sus éxitos en la pantalla, sino para relatar las
repetidas desgracias que la golpeaban. Primero fue un taxi que arrolló el
cochecito de su hijo Theo. El niño sufrió una terrible fractura de cráneo que exigió
ocho operaciones. Después fue la muerte de su hija Olivia, víctima de una
vacuna contra el sarampión. El matrimonio luchó con coraje. Roald publicó por
aquellos años algunos de sus mejores cuentos para niños y Patricia consiguió un oscar por
su caracterización de ama de casa en la película Hud.
Patricia Neal |
Los infortunios no habían acabado.
En 1965, Patricia Neal sufrió tres embolias consecutivas. Consiguió sobrevivir,
pero quedó prácticamente paralizada y medio ciega. Su enorme fuerza de voluntad
y el amor de su marido, que se convirtió en su enfermero y en su
fisioterapeuta, fueron logrando lo que parecía increíble. Poco a poco, Patricia
Neal volvió a andar. Nunca consiguió borrar de su boca un pequeño rictus ni
recuperar la visión en un ojo, pero la actriz volvió al cabo de unos años al
trabajo y cosechó nuevos éxitos. La historia de su recuperación y de la lucha
de la pareja fue llevada a la pantalla en una película, La
historia de Patricia Neal, que protagonizaron Glenda Jackson y
Dick Bogarde.
Roald Dalh en familia |
La atención se centró en España
más en la actriz que en su marido. Sin embargo, Roald Dahl es un escritor muy
conocido en todos los países de lengua inglesa. La aureola romántica que rodea
su vida es anterior a su apasionada historia de amor con Patricia Neal, aunque
tal vez se vio incrementada con el relato de su absoluta dedicación a una mujer
enferma. Hijo de noruegos, pero nacido en el Reino Unido, Dhal ha sido un
hombre de acción con una agitada vida: explorador en las frías tierras del
norte de Canadá, ejecutivo de la Shell Company en Dar el Salaam, piloto de
combate de la RAF durante la segunda guerra mundial (fue gravemente herido),
agregado militar en la Embajada de Londres en Washington y miembro de los
servicios de inteligencia de su majestad británica.
Roald Dalh y Patricia Neal |
Su popularidad se debe,
fundamentalmente, a sus relatos cortos, reunidos en varios libros (Over
to you, Kiss kiss, Switch bitch, Tales of unexpected) que
fueron acogidos por la crítica como obras maestras. Algunos han sido llevados a
las pantallas de televisión, en una serie de la BBC que supervisó el propio
Dahl. Escritos en un inglés de extrema sencillez y belleza (muchos profesores
los aconsejan a los estudiantes de esta lengua), son relatos sorprendentes y a
menudo humorísticos. Dahl es también uno de los más importantes escritores
vivos de literatura infantil, y sus cuentos están traducidos a multitud de
lenguas. Es autor también de una novela.
La pareja que conmovió al mundo
por su fuerza y compenetración decidió separarse hace algunos años, cuando sus
hijos (un chico y tres chicas) eran ya adultos y cuando su vida parecía a salvo
de más tragedias. Ahora, cuando ambos han dejado atrás los sesenta años, han
preferido, en silencio y sin escándalo, romper todos los lazos legales.
* Este articulo apareció en la edición impresa del Domingo, 10
de julio de 1983
Quentin Blake Poster de T.A. |
El escritor Roald Dhal muere en Oxford a los 74 años
El autor de 'Mi tío Oswald' se hizo universal con sus historias para niños
XAVIER MORET
Barcelona 24 NOV 1990
El escritor británico Roald Dahl
falleció ayer a los 74 años en un hospital de Oxford, cerca de Londres, según
anunció su agente literario, Murray Pollinger. Era uno de los autores de
literatura infantil y juvenil más leídos, cuyas obras han llegado a tener una
tirada de ocho millones de ejemplares y traducciones a 17 idiomas. El autor de
Mi tío Oswald y Charlie y la fábrica de chocolate ha desarrollado una
literatura que ha sido comparada a la de Poe, Maupassant y Hemingway,
considerado "un autor de mortífero ingenio y macabro sentido del
humor".
Autor de nueve libros de relatos, tres
novelas y numerosos guiones para cine y televisión, su popularidad se centra en
los 18 títulos para jóvenes, en especial Charlie y la fábrica de chocolate, del
que se han vendido cinco millones de ejemplares en todo el mundo. Otros títulos
suyos son Relatos de lo inesperado, Mi tío Oswald, Historias extraordinarias,
El gran cambiazo, que recibió el gran premio de humor negro en Francia; y en el
apartado juvenil, Matilda, Las brujas: Boy, relatos de infancia; La jirafa, el
pelícano y el mono; James y el melocotón gigante, entre otros. Nacido en 1916
en Gales, de padres noruegos, tiene una agitada biografía, como buscador de
petróleo en África, piloto de caza de la RAF en la II Guerra Mundial y agente
del servicio secreto. Mantuvo una apasionada historia de amor con la actriz
Patricia Neal, con la que tuvo cuatro hijos, que finalizó en 1983 en divorcio,
tras 30 años de matrimonio. Posteriormente contrajo matrimonio con Felicity Ann
Crosland.
Roald Dahl iba a cumplir 75 años el
próximo año y en Gran Bretaña estaban ya en marcha los actos de un homenaje que
prometía ser esplendoroso. Su muerte, sin embargo, ha cortado de raíz la
celebración.
Roald Dahl, un galés con raíces
noruegas, era uno de esos autores capaz de desorientar a cualquiera. El hombre
poseía la fórmula para enternecer a niños de todo el mundo con una novela
deliciosa como Charlie y la fábrica de chocolate, donde jugaba con los sueños
del niño extremadamente pobre al que la suerte favorecía con la visita a una
fábrica fantástica, y al mismo tiempo podía escribir novelas de tipo erótico en
las que ensalzaba las hazañas del tío Oswald o imaginaba sugestivos cambiazos
con la mujer del vecino.
Su pasado de aviador de la RAF y sus
experiencias como agente secreto -sorprendente factor común de su generación de
escritores británicos, como si lo de espiar fuera asunto de la imaginación- le
dio alas para entrar en un nuevo terreno: el autobiográfico. También con éxito,
evidentemente, como era habitual en él.
Empezó a probar suerte Dahl en eso de
la escritura publicando relatos sobre los pilotos británicos en la segunda
guerra mundial. Para su sorpresa, el Saturday Evening Post le pagó por su
primera historia nada menos que 1.000 dólares de 1942. Él fue el primer sorprendido
al comprobar que eso de escribir se le diera bien.
Roald Dahl en familia |
Los 'gremlins'
En estos primeros relatos de aviones se
inventó Dahl unos duendecillos que harían fortuna más tarde en el mundo del
cine: los gremlins. Eran unos pequeños monstruos culpables de todas las averías
de los aviones de la RAF que más tarde se metamorfosearían de la mano del genio
Spielberg en sus versiones cinematográficas.Y de los aviones y los gremlins,
Dahl pasó al mundo de los niños. Había descubierto dos cosas: que sabía
escribir y que sus hijos escuchaban los cuentos que les contaba. Decidió, pues,
escribir para niños y es en este aspecto de escritor para niños en el que más
triunfó.
De Charlie y la fábrica de chocolate
lleva vendidos millones de ejemplares en todo el mundo y otras obras suyas, la
más reciente Matilda, han sembrado el regocijo entre los niños y el terror
entre los maestros, que advertían asombrados como Roald Dahl pregonaba las
virtudes de la rebelión.
Lo del tío Oswald es otra cosa. Ese
coleccionista de espermas reales y de remedios afrodisíacos era algo muy
alejado del mundo de los niños. Dahl no perseveró demasiado con este modelo.
Prefirió volver al mundo de los niños y escandalizar a maestros anticuados con
sus niños terribles.
Dahl ha muerto, pero sus libros
-seguro- seguirán siendo leídos por sucesivas generaciones de niños con
capacidad para admirarse ante un mundo repleto de imaginación.
* Este articulo apareció en la edición impresa del
Sábado, 24 de noviembre de 1990
EL PAÍS
ROALD DAHL
UN GRAN CONTADOR DE HISTORIAS
Pruebe
a leer de nuevo alguno de los relatos de este gran contador de historias y se
sorprenderá porque le gustarán tanto como entonces. ¿Quién no quiso los poderes
mentales de Matilda? ¿O entrar en la colorida fábrica de Willy Wonka? ¿Que crío
no querría ahora repartir sueños con el gigante bonachón durante al menos una
noche?
El
padre de todos esos personajes nació hace un siglo y esos 100 años nos animan a
seguir sus pasos y a repasar un legado que ocupa kilómetros de estanterías e
infinitos terabytes de imaginación. Finales
inesperados y personajes traviesos y excéntricos, que cuestionan la
autoridad, y adultos que
la mayor parte de las veces son meros cretinos.
Las lecturas nos permiten
"viajar a lo largo del mundo" mientras estamos en "nuestra
pequeña habitación", como se dice en 'Matilda'
Matilda Ilustración de Quentin Blake |
Porque,
igual que la niña que aprovechaba las visitas de su madre al bingo para escapar
a la biblioteca del pueblo, los libros nos transportan "a nuevos mundos y
nos presentan a gente fantástica que vive vidas excitantes", como
"Conrad", "Kipling" o "Hemingway". Las lecturas
nos permiten "viajar a lo
largo del mundo" mientras estamos sentados en "nuestra pequeña habitación",
como la inteligente Matilda, la protagonista del libro al que pertenece la
cita.
La
pequeña habitación de Dahl, que falleció de leucemia en 1990 a los 74 años, era una cabaña de espacio muy
reducido situada en el jardín de Gipsy House,
su casa en Great Misseden (Buckhinghamshire),
un pueblo a unos 40 kilómetros de Londres donde la familia vivió durante más de
40 años. The Hut, que así la llamaba, puede verse ahora tras un cristal en el Museo que
hay en la localidad dedicado a su legado, donde además se ha construido una
réplica para que los niños puedan tocar lo que les parezca y se sumerjan en un
universo donde la creatividad es la norma.
"Dahl
es probablemente el escritor de libros infantiles más importante del siglo XX y
a los niños les encanta", explica Natalie Wallace, la responsable del
departamento pedagógico del Museo Roald Dahl de Great Misseden, que también posee todo su archivo, incluidas
las cartas que escribió a su madre desde los nueve años. "El Museo es muy
interactivo y, aunque ya saben mucho del autor antes de venir, aquí ven cómo
están unidos unos libros con otros y a ser
creativos de la misma manera que Dahl lo fue. Eso es muy importante
para nosotros".
Matilda Ilustración de Quentin Blake |
“Dahl es probablemente el escritor de
libros infantiles
más importante del siglo XX y a los niños les encanta”
Matilda Ilustración de Quentin Blake |
Aquí no
hay silencio, la idea es potenciar
la lectura infantil y que los pequeños se manchen y descubran por
sí mismos: dos niños rubios sacan sombreros y trajes de un baúl, mientras
otros, en la estancia contigua, dibujan a la manera de Quentin Blake, el
ilustrador que marcó las facciones de los personajes de Dahl en nuestro
imaginario. Hay una lista en la pared en la que cada semana van cambiando los
títulos favoritos del autor que votan los visitantes.
En The Hut nacieron
las criaturas más populares de Dahl, muchas veces inspiradas en la campiña
inglesa que le rodeaba. De esa choza salieron, además de los ya mencionadas, el
Superzorro —el Fantastic Mr. Fox de la película de Wes Anderson—,
cuya casa estaba en un árbol centenario en las proximidades, o Danny, el
campeón del mundo, que compartía con su padre la caravana gitana que en la vida
real servía como cuarto de juegos de los hijos de Roald Dahl.
Es un
espacio angosto y repleto de objetos —hay un pequeño avión que recuerda su paso
por la RAF, decenas de papeles de chocolatinas que conforman una bola e
infinidad de fotos— en el que trabajaba metódicamente de 10 a 12 por la mañana y de 4 a 6 por
la tarde, porque estaba convencido de que la concentración se esfuma
después de dos horas de tarea.
Siempre
se sentaba en el mismo orejero, que había
preparado con un agujero posterior para sus dolores de espalda, con una tabla
cubierta de tapete verde como escritorio, y con el mismo modelo de seis lápices recién afilados que
compraba en EEUU (los Dixon Ticonderoga del número 2) e idénticas cuartillas a rayas de color
amarillo en las que escribía a mano. Al lado puede leerse en un
cartel el consejo que le dio Ernest Hemingway y que siguió a rajatabla: "Cuando todo vaya muy bien, deja de
escribir". Sin tentar a la suerte de más.
El sillón orejero donde siempre escribía Roald Dahl en su casa de Great Misseden (Inglaterra). Fotografía de Javier Nadales |
Una
existencia pausada y bien medida que contrasta con
la que el autor llevó en la
otra mitad de su vida. Nacido en la elegante barriada de Llandaff, en
Cardiff, de padres noruegos y llamado así por Roald Amundsen, el explorador que
conquistó el Polo Sur, se
marchó muy joven a África para trabajar para la petrolera Shell. Su
mala experiencia en los internados ingleses, al otro lado del Canal de Bristol,
le alejó de la universidad. Había sufrido la cruel disciplina y los abusos de
compañeros mayores que tan bien quedan reflejados en sus libros.
En Cardiff, pueden descubrirse
algunos posos del autor, aunque sorprende que la capital galesa no se reivindique más como
patria chica del escritor. Hay una plaza enorme con su nombre frente a la
bahía, que en verano se llena de atracciones y arena de playa para los niños, y
una placa azul en Llandaff, en un local chino de comida para llevar con aspecto
de estar cerrado hace tiempo.
El
cartel recuerda que ahí estaba la tienda
de dulces de la señora Pratchett, donde una travesura de Dahl y
cuatro amigos, cuando solo tenían siete años, les
costó una paliza en la escuela primaria de la catedral, situada en
las proximidades. Cuando la viuda se despistó con otros clientes, los niños le
colaron un ratón en un tarro de caramelos para vengarse de sus malos modos. El
escritor recordó aquella anécdota en su autobiografía Boy para denunciar los fuertes castigos físicos que
eran habituales en los centros educativos británicos.
En Dar
es Salaam, en la actual Tanzania, le sorprendió La Segunda Guerra Mundial y
se alistó en el Ejército. Tuvo un
grave accidente en un avión Gladiator en el desierto de Libia
cuando todavía no había entrado siquiera en la contienda directa, ycombatió con un Hurricane en la
batalla de Atenas, en abril de 1941, contra los Messerschmitts alemanes
Las
secuelas, unos terribles dolores de cabeza en vuelo, le terminaron apartando
del servicio y su nueva misión fue
con el embajador de Reino Unido en Washington. En la capital
estadounidense se codeó con gente muy importante, incluido el presidente
Roosevelt y su esposa Eleonor, y acabó involucrado en el servicio de
información británico, en el departamento encargado de convencer a los
estadounidenses para apoyar a los Aliados.
Ya en
Nueva York, su misión, a lo James Bond, era seducir a mujeres maduras e
influyentes que se unieran a la causa. Como Millicent Rogers, la esposa de un
magnate del petróleo que también tuvo un affaire con
Ian Fleming, el creador de 007 y amigo personal de Dahl (fue el guionista de Solo se
vive dos veces, de 1967), o la congresista Clare Booth Luce, la
mujer del propietario de las influyentes revistas Timey Life.
Tras conocer al apuesto Dahl, de ojos claros y casi dos metros de estatura, la
congresista defendió presta su anglofilia ante la Cámara de Representantes.
Fue, como dice Donald Sturrock en la biografía autorizada por la familia Storyteller.
The life of Roald Dahl (2010), "un
maestro del mundo de las joyas y los cócteles".
Roald Dahl y Patricia Neal |
El
donjuán contrajo matrimonio en 1953
con la actriz Patricia Neal, que
acababa de salir de un romance con Gary Cooper y que ganó un Oscar por su papel
en Hud junto a Paul Newman. La pareja, que tuvo cinco
hijos, sufrió la desgracia del
atropello del carro del bebé Theo y,
sobre todo, la muerte en
1962 por encefalitis de la pequeña Olivia,
de siete años, que cambió el carácter del escritor y supuso una gran ruptura en
la familia: "Nunca quería hablar de Olivia, no quería que nada
saliera", recordaba Patricia Neal. Los Dahl ya vivía entonces largas temporadas
en Great Misseden y el escritor había publicado su primer libro infantil, James y
el melocotón gigante (1961).
Roald Dahl: infancia, juventud y vejez |
Poco
después, Neal sufrió un ictus cuando rodaba con John Ford la última película
del director, Siete mujeres, y estaba embarazada de su última
hija, Lucy. Tras un largo proceso en el que Dahl se obsesionó con su cuidado,
la actriz logró recuperarse, aunque tuvo algunas recaídas. En ese tiempo, el
escritor comenzó una relación adúltera con una buena amiga de su esposa, Lizzy,
con la que se casó en 1983 poco después del divorcio.
Lizzy
Dahl, que convivió con él hasta su fallecimiento, se encarga del legado del
escritor. En Great Misseden está su
tumba, en la que nunca
faltan las cebollas que le encantaba plantar. Hay además unas huellas del gigante bonachón,
el personaje que era su alter ego y cuyo libro dedicó a la fallecida Olivia, y
que simulan, en cierto modo, que Roald Dahl sigue hoy muy presente.
Relatos también para adultos
La narrativa para adultos de Roald Dahl comenzó mucho antes de la publicación de James y el melocotón gigante (1961), su primer libro infantil. Célebres son susRelatos de lo inesperado, el libro que reúne sus textos cortos publicados en distintas revistas, siempre con giros extraños, misterio y algún tinte macabro. El autor también editó dos autobiografías, Boy, sobre su experiencia en el internado de Repton, y Volando solo, en el que habla de su periodo en África y su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial. Su primer relato, publicado en el diario The Saturday Evening Post en 1942, fue la crónica de su accidente de avión en Libia. En EEUU, Dahl escribió el guión de la película de Bond Solo se vive dos veces (1967) y de Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambas basadas en libros de su amigo Ian Fleming. Hitchcock se enamoró de sus relatos y colaboraron para convertirlos en episodios de Alfred Hitchcock presenta. El primero que adaptaron fue Cordero para la cena, en el que una mujer mata a su marido con una pierna de cordero congelada. Los policías que investigan el crimen terminan comiéndose el arma homicida.
Roald Dahl |
Las aristas de Dahl
La fama de Dahl no era la de una persona fácil y sus personajes han sido criticados por su rebeldía y su lenguaje. Cuando Robert Gottlieb, que fue su editor, rompió relaciones, el resto de la editorial Knopf recibió la noticia con una ovación. Sturrock, su biógrafo, recuerda cómo su jefe en la BBC le deseó suerte en 1986 cuando propuso incluirle en un programa navideño. "¿Conoces su reputación?", le dijo el productor Nigel Williams. "Increíblemente gruñón y difícil. No aceptará". Dahl dio luz verde y Sturrock tuvo la oportunidad de visitar Gipsy House varias ocasiones más. Fue en 1983 cuando Dahl hizo las declaraciones más polémicas a la revista política News Stateman, por las que fue acusado de antisemita: "Hay un rasgo en el carácter judío que provoca animosidad. Quizás essu falta de generosidad con los que no son judíos". En su autobiografía Volando solo, narra un encuentro con un anciano refugiado judío en Palestina durante la guerra, que le habla de la necesidad de una patria, y dice de él que se "aferraba obstinadamente a sus ideas". En 2007, Google le dedicó un Doodle por su cumpleaños, que retiró antes de tiempo. Había recibido protestas porque coincidía con el primer día de una festividad judía.
.
BIBLIOGRAFÍA
PROSA PARA NIÑOS
- Los gremlins (The Gremlins, 1943)
- James y el melocotón gigante (James and the Giant Peach, 1961)
- Charlie y la fábrica de chocolate (Charlie and the Chocolate Factory, 1964)
- El dedo mágico (The Magic Finger, 1966)
- El Súperzorro o Fantastic Mr Fox (Fantastic Mr Fox, 1970)
- Charlie y el gran ascensor de cristal (Charlie and the Great Glass Elevator, 1973).
- Danny el campeón del mundo (Danny, the Champion of the World, 1975)
- El enorme cocodrilo (The Enormous Crocodile, 1978)
- Los Cretinos (The Twits, 1980)
- La maravillosa medicina de Jorge (George's Marvellous Medicine, 1981)
- El gran gigante bonachón (The BFG, 1982)
- Las Brujas (The Witches, 1983)
- La jirafa, el pelícano y el mono (The Giraffe and the Pelly and Me, 1985)
- Matilda (Matilda, 1988)
- Agu Trot (Esio Trot, 1990)
- El vicario que hablaba al revés (The Vicar of Nibbleswicke, 1991), obra póstuma
- Los Minpins (The Minpins, 1991), obra póstuma
POESÍA PARA NIÑOS
- Cuentos en verso para niños perversos (1982)
- ¡Qué asco de bichos! (1984)
- Puchero de rimas (1989)
FICCIÓN PARA ADULTOS
NOVELAS
- Sometime Never: A Fable for Supermen (Sometime Never: A Fable for Supermen, 1948)
- Jamás digas nunca (Never Say never, 1956)
- Mi tío Oswald (My Uncle Oswald, 1979)
ANTOLOGÍAS DE CUENTOS EN ESPAÑOL
- Dos fábulas
- El gran cambiazo, (Switch bitch, 1974)
- Génesis y catástrofe, (Genesis and Catastrophe: A True Story, 1980)
- Historias extraordinarias, (The Wonderful Story of Henry Sugar and Six More, 1977)
- La venganza es mía S.A., (Vengeance is Mine Inc., 1980)
- Relatos de lo inesperado, (Tales of the Unexpected, 1979)
- Los mejores relatos de Roald Dahl
AUTOBIOGRÁFICOS
- Boy (relatos de infancia) (Boy: Tales of Childhood, 1984). Cuenta su vida hasta la edad de veinte años, centrándose en la educación británica de comienzos del siglo XX.
- Volando solo (Going Solo, 1986). Continuación del anterior, cuenta su vida como empleado de Shell y su participación en la Segunda Guerra Mundial.
- Memories with food at Gipsy House (1991)
- Roald Dahl's Guide to Railway Safety (1991)
- Mi año (My Year, 1993)
CINE
- Sólo se vive dos veces (You only live twice, 1967)
- Chitty Chitty Bang Bang (1968)
- The night digger (1971)
- Charlie y la fábrica de chocolate (1971)
- Las brujas (1983)
- Matilda (película) (1996)
- Charlie y la fábrica de chocolate (2005)
- James y el melocotón gigante
- Fantastic Mr. Fox (2009)
- BGF (2016)
TELEVISIÓN
- Suspense (Estados Unidos, 1949-1954).
- Cameo Theatre (Estados Unidos, 1950-1955).
- Alfred Hitchcock presenta (Estados Unidos, 1955-1962).
- Way out (Estados Unidos, 1961).
- That was the week that was (Reino Unido, 1962-1963).
- Thirty-minute theatre (Reino Unido, 1965-1973).
- Late night horror (Estados Unidos, 1968).
Roald Dahl fue también presentador de los programas Way out y
Tales of the unexpected (en su primera temporada).
ADAPTACIONES DE SUS OBRAS
CINE
- 36 hours (Estados Unidos, 1967, de su cuento Beware of the dog)
- Willy Wonka y su fábrica de chocolate (1971, de su novela Charlie y la fábrica de chocolate)
- The BFG (Reino Unido, 1989)
- Breaking point (Estados Unidos, 1989, de su cuento Beware of the dog)
- Las brujas (Reino Unido, 1990)
- Four Rooms (Estados Unidos, 1995, de su cuento Hombre del Sur)
- James y el melocotón gigante (Estados Unidos-Reino Unido, 1996)
- Matilda (Estados Unidos, 1996)
- Inaudito (Corto, México, 1999, de su cuento La máquina del sonido)
- Genesis and catastrophe (Corto, Estados Unidos, 2000, de su cuento Génesis y catástrofe)
- Charlie y la fábrica de chocolate (Estados Unidos-Reino Unido-Australia, 2005)
- Fantastic Mr. Fox (Estados Unidos, 2009)
- BGF (2016)
TELEVISIÓN
- Danger (Estados Unidos, 1950-1955, de su cuento Apuestas)
- Star tonight (Estados Unidos, 1955–1956, de su cuento Gastrónomos)
- Alfred Hitchcock presenta (Estados Unidos, 1955-1962, diversos cuentos)
- Suspicion (Estados Unidos, 1957, de su cuento La subida al cielo)
- Way out (Estados Unidos, 1961, de su cuento William y Mary)
- Parson's pleasure (Corto, Reino Unido, 1965, de su cuento Placer de clérigo)
- Taste (Corto, Reino Unido, 1967, de su cuento Gastrónomos)
- Tales of the unexpected (Reino Unido, 1979-1988, diversos cuentos)
- Danny the champion of the world (película para televisión, Reino Unido, 1989)
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