sábado, 22 de diciembre de 2012

Silvia Tomasa Rivera

SILVIA TOMASA RIVERA

DE OTROS MUNDOS
Silvia Tomasa Rivera / Duelo de espadas
Silvia Tomasa Rivera / Cazador y otros poemas
Silvia Tomasa Rivera / Poemas de este lado
Silvia Tomasa Rivera / Cuando la luna baja hasta tus manos
Silvia Tomasa Rivera / Fin de fiesta
Silvia Tomasa Rivera / Rarámuri / El arco y la cruz
Silvia Tomasa Rivera / Palabra ilegal
Silvia Tomasa Rivera / Un acto de violencia
Silvia Tomasa Rivera / Tránsito vital o la desertora de un verano trágico
Silvia Tomasa Rivera / Realidad y deseo
Silvia Tomasa Rivera / La sal del mar
Silvia Tomasa Rivera / Los ahogados
Silvia Tomasa Rivera / La sombra
Silvia Tomasa Rivera / Del mito a la poesía
Silvia Tomasa Rivera / La serpiente
Silvia Tomasa Rivera / Camino de tierra
Silvia Tomasa Rivera / Los pechos de Magally
Silvia Tomasa Rivera / El olor a madera
Silvia Tomasa Rivera / Poemas
Silvia Tomasa Rivera / Por amor a Lía

FICCIONES
Triunfo Arciniegas / Silvia Tomasa Rivera




Silvia Tomasa Rivera
(1955)

Silvia Tomasa Rivera nació en El Higo, Veracruz, México, el 7 de marzo de 1955. Fue coordinadora de los talleres de literatura del CREA. Colaboradora de El Nacional, Gilgamesh, La Gaceta del FCE, La Jornada, Nexos, Punto de Partida, Sábado, y Siempre!.

Front Cover

Ha publicado los siguientes libros de poesía: Poemas al desconocido/Poemas a la desconocida (1985), Apuntes de abril (1986), El tiempo tiene miedo (1987), Duelo de espadas (antología, 1988), Por el camino del mar, Camino de piedra (1988), La rebelión de los solitarios/El sueño de Valquiria y Alta montaña (1997).Los caballos del mar, IVEC, Atarazanas, 2000. || Luna trashumante, UANL, 2006.  

También  ha incursionado en el teatro. Alex y los monstruos de la lomita (obra para niños ganadora del Premio INBA-Gobierno de Coahuila, 1991) y Vuelo de sombras (1994). 

Mención honorífica en el premio Poesía Joven de México (1983). Premio Nacional de Poesía "Paula de Allende" con el libro Por el camino del mar, camino de piedra (Querétaro, 1987), Premio de Poesía Alfonso Reyes (1991),  Premio Carlos Pellicer a obra publicada (1997) y Premio Nacional de Poesía "Jaime Sabines" (Chiapas, 1990). Fue becaria del INBA (1982-83) en poesía y miembro del SNCA desde 1994.


Novia
Jardín Borda, Cuernavaca, México, 2012
Foto de Triunfo Arciniegas

EL HERMANO MUERTO


El Negro tenía treinta años cuando murió, ahogado en el mar de Puerto Escondido; yo tenía treinta y tres. Soy la mayor de siete hermanos (ahora seis) de una familia de ganaderos de la Huasteca veracruzana. Pero como nací mujer, mi padre ordenó desde niños que el mayor debía ser el Negro, y él asumió el mayorazgo con gran responsabilidad; actitud que a mí me quitó un peso de encima. En otras cosas tuvo sus desventajas, pero el Negro era el hombre y eso me dio la libertad de ser mujer, aunque de todas maneras hasta la adolescencia mi padre quiso que montara a caballo, los acompañara a recorrer el rancho y arriar las vacas al potrero vestida de niño.

Fue el Negro precisamente quien le dijo a mi padre que a mí ya me había bajado la regla y que ciertos días del mes yo no podría trabajar con ellos porque los vaqueros se podrían dar cuenta. A lo que mi padre respondió que eso no tenía importancia, que me pusiera una almohada encima de la silla de montar y asunto arreglado. Así era mi papá, todo lo que sabía de mí era a través del Negro; a él le dije mis primeros poemas y siempre estuvimos juntos hasta que murió. Yo me vine primero a México, y el único que sabía de ese viaje era el Negro. El me cubrió la espalda toda su vida. No podía estar sin él. Ya instalada en la ciudad le escribí y le dije que se viniera a estudiar y que viviéramos juntos. Aunque parezca extraño, mi padre mandó a todos mis hermanos a la universidad; yo fui la excepción, pero igual salí del rancho en estampida con un libro de poemas en el fondo de la maleta. El Negro estudiaba economía y yo escribía poemas, los dos trabajábamos.

Nos casamos y nos divorciamos y seguimos viviendo juntos. Éramos como un matrimonio. Lo único que nos faltó hacer fue sexo. Por lo demás el Negro fue el hombre de mi vida. Y hasta ahora no ha habido terapia que me haga opinar lo contrario. Digo que su muerte fue un parteaguas porque yo era otra: alegre y abierta, segura y desinhibida. Tenía un grupo de amigos que amaba, que aún amo; salíamos, cenábamos y leíamos versos Ilya de Gortari, Jaime López, José Joaquín Blanco, Emelina Paniagua y Manuel Fernández Perera. Siempre me veía con Gabriela Becerra, Lucía Alvarez Enríquez y Marcelita Fuentes Beráin. Todos nos queríamos. José Joaquín Blanco es un sabio: me enseñó a poner puntos y comas. Me abrió puertas y me enseñó a tener confianza en mí misma, algo que parece intransferible. Poco tiempo después conocí a Eli de Gortari, gran amigo. "Eres una pueblerina con suerte", me decía, "te viniste del rancho a Coyoacán. Necesitas viajar para que seas una mujer de mundo". En ese tiempo yo era novia del poeta Jaime Reyes —-también muerto— y me decía que yo era la niña de sus ojos. Como podrán ver, me sentía en los cuernos de la luna. Todo el tiempo estaba en los periódicos y me negaba a dar entrevistas por televisión porque me decían los envidiosos que me veía muy gorda y ustedes saben que la vanidad no conoce límites.

El Negro ya era economista y en aquel tiempo los economistas tenían buenos empleos. Era él quien me financiaba la existencia. Nunca fui vegetariana, es difícil para un huasteco ser vegetariano. Siempre me gustó el buen vino y el jamón serrano que mi hermano me traía de Perote. José Joaquín Blanco me invitaba a comer y cenaba quesadillas con Ilya de Gortari, él con ron y yo con vino tinto. Tenía un trabajo simbólico en una institución: era coordinadora de talleres literarios. Sonaba bien. Mi hijo Alex (ahora de veintitrés años) iba a una escuela cara de Coyoacán y. para mejor suerte, tenía buenas relaciones con mi exmarido el doctor Acuña (qué más podía pedir, pues quería viajar, como me decía Eli). "Voy a ir a Italia", le dije una noche a Ilya de Gortari, mi primer editor, mi confidente. "Quiero conocer Piamonte, la tierra de Cesare pavese". Yo escribí Duelo de Espadas después de leer a Cesare Pavese. Cuando una bestia no sabe trabajar y se le tiene sólo para la remonta le place destruir. Trabajar cansa. 1988 fue un gran año. Me dieron el Premio Nacional de Poesía Jaime Sabines. Yo había conocido a Sabines años atrás, cuando la UNAM y Bellas Artes le hicieron el homenaje por sus 60 años en el MUNAL (Museo Nacional de Arte) al que no me invitaron. A la hora de la hora me fui con el Negro y mis amigos a la Opera —ya saben: la cantina de 5 de mayo y Filomeno Mata—. Cuando terminó el homenaje y con varias copas encima le dije al Negro: "acompáñame a ver a Sabines". Iba subiendo las escaleras del MUNAL cuando él iba bajando, custodiado por todos. Me brinqué todos los trancos. El me vio. Yo me acerqué. "Soy Silvia Tomasa Rivera", le dije. Al otro día estábamos desayunando juntos en su departamento de la colonia Del Valle, tomando whisky y fumando cigarros Delicados. Ese fue el principio de una gran amistad, de un gran cariño que duró hasta su muerte. Decía yo que 1988 fue un gran año. Después de que me dieron el Premio Sabines en Chiapas, me fui a una gira al norte de Baja California con Ilya de Gortari a leer los poemas. La escenografía era un cuadro enorme de caracol de mar que me había hecho mi admirado Alberto Castro Leñero y que Ilya montaba y desmontaba después de cada presentación. Por supuesto que nos acompañó el Negro. El mar a nuestros pies. Nunca había bebido tanta cerveza. En el centro de Tijuana nos arrestaron por escandalizar en la vía pública. Regresamos a México. Comencé a hacer fiestas en la casa del Negro, para recaudar fondos para mi viaje a Italia. Era octubre y yo pretendía irme en enero. El frío no me afectaba como ahora. 1988 fue un gran año hasta el 25 de diciembre.

Silvia Tomasa Rivera 
Un acto de violencia
Para leer el texto completo pulse aquí




Silvia Tomasa Rivera y Rubén Bonifaz Nuño


SILVIA TOMASA RIVERA
MONTAÑA Y POESÍA COMO GUARIDA

Por Angélica Abelleyra
La Jornada Semana No. 575
12 de marzo de 2006


Es adicta al silencio, a la montaña y a la poesía. Los tres elementos la conforman, hacen que en apariencia se esfume del escenario cultural y la devuelven con libros de vez en vez. Libros llenos de erotismo, intensidad y misticismo que convierten a Silvia Tomasa Rivera (El Higo, Veracruz, 1956) en una de las presencias poéticas más sólidas de México.


Me hundí en ti, suave,/ como un durazno que resbala
de las manos de un niño.
Como agua/ en la resequedad
de la tierra/ de los viñedos del norte.
Sin miramientos,/ limpia y húmeda,
entré en tu boca/ como un racimo de uvas.

"Vitalidad, veracidad y frescura" han sido rasgos de su palabra escrita, como lo señaló José Joaquín Blanco en 1984 con motivo de la primera edición de Poemas al desconocido/ Poemas a la desconocida. A partir de entonces, lo que tenemos ante nuestros ojos de la poeta es una suma de profundidad, gozo, desnudez, abandono, revolcadero, eros, transgresión, infiernos, soledades y vértigo.


Una escritura que apunta hacia lo más lejano y lo más inmediato a la vez para que trastoque las vivencias del mundo.


Ferozmente crítica y rabiosamente heterosexual, a decir de Efraín Bartolomé, Silvia Tomasa Rivera nació con ese don peligroso, la poesía. Y si la vida es fuego —recordó el chiapaneco— el poeta es el madero que se quema con más fuerza.
Serías capaz/ de retener 
en tu pecho/ una paloma
hasta hacer a la pobre
renegar del vuelo
besarías sus alas/ más que por desearlo
por sentir cómo tiembla/ entre tus manos
Con una obra reconocida por la crítica y, sobre todo, por sus lectores, la veracruzana ha recibido múltiples premios como los Nacionales de Poesía Carlos Pellicer (1997) Alfonso Reyes (1991), Jaime Sabines (1988) y Paula de Allende (1987) por obra diseminada en los libros La rebelión de los solitarios/ El sueño de la Valquiria y Altamontaña; Por el camino del mar. Camino de piedra; El tiempo tiene miedo y Cazador, por mencionar algunos.


El más reciente vio la luz a mediados de 2005 con el título Como las uvas (Editorial Boca del Jaguar, 2005): una reunión de frutos gozosos de la temperamental "Dama de las Caguamas" que en el poemario habla de un amor absoluto y también del desencadenamiento de la pasión entre adictos.
Se trata de vivir,/ permanecer expuesto.
Un minuto de risa/ por el que ama
hasta los vertederos de la sangre.
Por el que agita los sueños/ en el polvo.

Un minuto de duelo/ por el que sabe
que no hay mar sin derrota,
ni corazón que se abra
prontamente al olvido.
Formada en los talleres de poesía de Raúl Renán y de Carlos Illescas, ha colaborado en La JornadaNexos y en suplementos como La cultura en México (de la revistaSiempre!). También ha hecho teatro para niños: la pieza Alex y los monstruos de la lomita recibió en 1991 el premio en dicha categoría y algunos poemas han sido musicalizados por Emilia Almazán.

Ahora, en parajes veracruzanos cerca de las montañas o en Xalapa, coordina el taller de poesía de El Ágora de la ciudad y el suplemento cultural La Valquiria, del Diario de Xalapa. Cuenta con los poemarios inéditos: Palabra ilegal, Legión de cuervos, La Halconera y Tiempos divinos (sobre dioses prehispánicos), todos en busca de editor.

De vez en cuando baja de la montaña y viene a la ciudad para encontrar caminos de difusión de su trabajo, contra viento y marea, a pesar de que —dice— la novela le comió el mandado a la poesía ante el desinterés que las instancias oficiales de cultura muestran ante la producción en el género surgida en muchos estados del interior del país.

Por estos días, esta amante del vino y las palabrotas, de labios carmín y un constante desafío al silencio y al estruendo que la seducen, se afana en seguirle los pasos a Santa Teresa. La estudia, la saborea junto a una botella de cerveza o un tinto, para aprehender algo de esa sensibilidad que escribió: "No quiero tener libertad; su sólo nombre me aterra; me siento débil, frágil y por esto he querido unirme a la fortaleza de mi Dios."

El mundo
es una lengua
que se angosta,
sube por las axilas
desciende por los pechos,
da un rodeo por el vientre
y se arroja
a la desembocadura de los ríos,
en un mar sin retorno.


http://www.jornada.unam.mx/2006/03/12/sem-angelica.html



Silvia Tomasa Rivera
Por Fernando Tovar

Silvia Tomasa Rivera nació en El Higo, Veracruz, de ella tengo noticia desde hace varios años, soy asiduo lector de poesía, entre tanto, siendo una de las elegidas por las musas, me siento en la imperiosa obligación de asomarme a sus párrafos construidos con palabras que seducen y aturden, hace unos días, don Juan Simón Pérez Ávila, la citó en su Plus Ultra, de una manera tan rotunda, respecto al amor tardío de una casta mujer por un hombre casado, en esa historia, que no sé, si es invención y alegoría, o el decano le dio asilo y amparo a la confesión de una doncella ilusionada, con el fulgor de sus muchas palabras, el connotado periodista paisano, se decanta por una espléndida estrofa, bien escogidita, me refiero a la estrofa, no a la poetisa ni a la muchacha enamorada, de Silvia Tomasa, hay un manojito de poemas que me gustan, y hoy que es día de la Natividad del Señor, me gustaría compartir un retazo con ustedes, queridísimos lectores, por supuesto que, primero tengo que hacer notar, mi profunda gratitud por su grata compañía durante este año, que no ha sido el mejor de todos, sin embargo, ya lo dijo antes que yo, el Vate nayarita, el fulgurante Amado Nervo, nuestro Buen Dios no nos prometió sólo noches buenas y en cambio nos dio unas santamente serenas, así que, por todos esos momentos; unos tristes, otros alegres, buena salud, trabajo decente, sueños compartidos y soles y lunas llenas, estrellas titilantes y vientos frescos, amaneceres llenos de aleteos y atardeceres pintados en el horizonte, ya sé, que a veces, sólo a veces, soy muy cursi, y eso, en un hombre, no se observa del todo bien, lo bueno que, esa no es mi cotidiana forma de ser, que siempre soy mal hablado, muy cabrón, socarrón, me burlo de todo, de todos, hasta de mi propia persona, y soy proclive a mentar la madre con más facilidad que la de rezar el Padre Nuestro, tampoco soy cómplice de oreja ni amigo de pendejos, no me agradan las personas confianzudas, ni los perros lambehuevos, me encanta dormir tarde, levantarme a la hora que se me hinchan las ganas, pero qué les puedo decir a ustedes, asiduos fans, si me conocen muy bien, en estos casi cuatro años de permanencia voluntaria en esta página tres de la sección Show, han podido reconocer mis múltiples errores y mis contadas virtudes, ojalá, que este 2012, que, aunque dicen los viejitos sabios, que años pares, años de males, nos vaya mejor a todos, que sea una época de paz y bienestar, que tanto nos la merecemos, y que si uno de estos masiosares que andan detrás del hueso presidencial queda empoderado del trono sexenal, que se ponga la mano en el corazón y no nos vaya peor que en este mandato panista de doce años, que a muchos nos ha parecido un siglo turbulento en ríos revueltos en donde han ganado pocos y hemos perdido todos, quiero confiarles, que a pesar de todo, yo, este que viste y calza, un hombre sencillo de donde crecen los huizaches, los nogales y una que otra palma, tengo fe en el Todopoderoso y confianza en santa María de Guadalupe de que cambiará nuestro destino colectivo nacional, hay noches en las que me levanta un gran pesar, y reflexiono, y medito, y angustiado me sobresalto, pero me aferro a la esperanza, y sueño despierto que muy pronto volveremos a vivir en santa paz, en fin, deseo de todo corazón que esta celebración jubilosa del nacimiento del niño Dios, nos ayude a darle un énfasis de entusiasmo y de optimismo a los días que en el futuro están por venir, enseguida, para cerrar con listón rojo en un moño para regalo, un extracto de un poema de Silvia Tomasa Rivera, a quien, don Juan de todas mis admiraciones, me ayudó a recordar su nítida existencia. Helo aquí: “Porque no tengo necesidad de hablar estoy callada. Suena triste pero es más verdad que el silencio. Anoche hablé hasta que me dolió la comisura de los labios. Pero anoche era un tigre. Ahora soy aquella, la hija del hombre: sin mañana/ sin semilla/ sin voz. Sólo una idea perdida entre la ropa sucia”.


http://fernandotovaralonso.blogspot.com/2011/12/silvia-tomasa-rivera.html




jueves, 20 de diciembre de 2012

David Lynch


(1946)

David Keith Lynch, nació el 20 de enero de 1946 en un pequeño pueblo de Montana llamado Missoula, Estados Unidos. Su infancia transcurrió en ambientes naturales, casi siempre magníficos por su belleza pero en ausencia de amigos de su edad. Sólo en compañía de sus dos hermanos menores. Su padre, científico, trabajaba para el servicio forestal (Ministerio de Agricultura) y su madre maestra de domicilio, y debía trasladarse continuamente por parques nacionales y reservas forestales. En 1961, Lynch y su familia se mudaron del noroeste a Alexandria, Virginia. Según el director, "En una ciudad grande me di cuenta de que había mucho miedo. Viniendo del noroeste, eso te golpea con la fuerza de un tren."

"Creo que era un chico completamente normal," recuerda. "Por supuesto, a todos nos gusta pensar que uno es diferente y único... Según mis recuerdos, tuve una infancia feliz, sin demasiados problemas. Pero los chicos tienen los sentidos particularmente alertas, los ojos muy abiertos, las orejas muy atentas, y el mundo les manda una catarata de informaciones y sensaciones... Los chicos perciben las cosas de manera muy fuerte, pero tienen también una imaginación que puede amplificar los acontecimientos más insignificantes, los detalles más ínfimos. Agrandado por la imaginación de un niño, un pequeño acontecimiento puede convertirse en la más bella o la más horrible de las historias. Cuando era chico esta percepción de las cosas podía ser formidable, pero, al mismo tiempo, turbadora e inquietante. Por ejemplo, poder entrar a una casa y, sin buscar nada en particular, sin imaginarte nada de nada, sentir que hay algo raro en esa casa. Como una nube malvada que flota en el aire y te indica de manera confusa que en esa casa algo anda mal. Hay gente adulta, todo parece normal, pero sentís que hay algo escondido, que en la casa reina un cierto malestar subterráneo que los que viven ahí no quieren que los demás vean... En mi casa todo era muy tranquilo, muy normal. Mis padres nunca se pelearon, hasta tal punto que a veces hasta me habría gustado que se pelearan un poco, que hubiera en la casa un poco de movimiento. Pero jamás pasó nada. Nuestra casa era un lugar sólido, estable, tranquilizador. Quizá cuando desde el principio se posee una estabilidad tan grande, un fundamento bien sólido, uno se encuentra más inclinado a salir de sí mismo. Mientras que si uno crece en la inseguridad, después busca desesperadamente la seguridad, sin arriesgarse tanto. Desde ese punto de vista, creo que tuve suerte."

"Cuando era un adolescente, intentaba divertirme 24 horas al día. No empecé a pensar hasta que tuve 20 o 21. Hacía cosas estúpidas y comunes. [...] No sucedió mucho en el piso de arriba hasta los 19. Mi madre se negó a darme libros para colorear cuando era niño. Probablemente me haya salvado, porque si lo piensas, lo que hace un libro para colorear es destruir completamente la creatividad."

Así hasta que cumplió 19 años. O sea, edad en la que comenzó su ir y venir por diferentes escuelas de arte, las cuales abandonaba. En el año 1965, sin embargo, ingresó a la Pennsylvania Acadamy of Fine Arts (PAFA), de Philadelphia. "Era un tiempo magnífico para estar en la Academia," asegura. "Las escuelas tienen olas, y sucedió que yo le pegué a una ola creciente y gigante. Había tanta gente buena en la escuela. Y ese fue el comienzo de todo. Se me aclararon las cosas en términos de pintura, y mi estilo encontró su camino."

"La casa a la que me mudé quedaba frente a la morgue, al lado de Pop's Diner. El área tenía un ambiente grandioso -fábricas, humo, autopistas, diners, los personajes más extraños, las noches más oscuras. La gente tenía historias cinceladas en sus rostros, y yo veía imágenes vívidas -cortinas de plástico sostenidas con curitas, harapos rellenando ventanas rotas- mientras atravesaba la morgue camino a un negocio de hamburguesas."

"Yo vivía en la calle 13 y Wood. Es un lugar muy industrial. A las 5:00 ya no hay nadie en el barrio. Nadie vive ahí. Y me gusta mucho eso. Es hermoso, si lo ves de manera correcta."

"Vivíamos barato, pero la ciudad estaba llena de miedo. Un nene fue baleado en nuestra calle y las marcas de tiza que rodeaban el lugar en el que había yacido quedaron en la vereda durante cinco días. Nos robaron dos veces, nos dispararon a las ventanas y nos robaron el auto."
Entre sus obras de la época había una compleja y entretenida mesa de pool eléctrica y una serie de "mujeres mecánicas", esto es, claro, mujeres que se convertían en máquinas de escribir.

Es allí donde encontró su verdadera vocación. Disfrutó muchísimo esa etapa junto a otros con inquietudes artísticas. Su inclinación por la pintura se hizo manifiesta.

Tras pasar por escuelas de arte, en 1965 Lynch y un amigo, Jack Fisk, viajaron a Europa para estudiar con el pintor expresionista Oskar Kokoschka en Salzburgo, Austria. Viajaron a París, y finalmente a Atenas, Grecia, pero regresaron a los Estados Unidos a los 15 días. "No me gustó Europa," asegura. "Pensaba todo el tiempo, aquí es donde voy a pintar. Y no había ningún tipo de inspiración allí para la clase de trabajo que quería hacer. [...] Tenía la intención de quedarme tres años. En cambio, ¡me quedé 15 días! Me acuerdo de estar acostado en un sótano en Atenas con lagartos que trepaban a las paredes, y pensaba en que estaba a 7.000 millas de McDonalds!"

De vuelta en Alexandria, consiguió (y perdió sistemáticamente) una serie de trabajos: en una cigarrería, en una tienda de arte, en una oficina de ingeniería y en una marquería, cuyo dueño se llamaba, apropiadamente, Michelangelo.

"Cuando era despedido, eso me llevaba a otra parte, a nuevas experiencias. Cada vez que me echaban, ¡estaba feliz de la vida!", recuerda. "Pero después de limpiar un baño tapado (un trabajo que nadie más quería) por cinco dólares, habría ido a cualquier parte con tal de salirme de ahí."

Se casó cuatro veces y tuvo una hija con su primera mujer (Peggy Lentz, 1967-1974), un hijo con su segunda mujer (Mary Fisk, 1977-1987). Su tercera mujer fue la productora y editora de sus films, Mary Sweeney (2006), con quien tuvo un hijo en 1992.  Su último matrimonio se celebró el 26 de febrero de 2009 con Emily Stofle, actriz que aparecía brevemente en Inland Empire.


FILADELFIA Y LOS PRIMEROS LARGOMETRAJES
En 1966, Lynch se instala en la ciudad FiladelfiaPensilvania, asistiendo al Pennsylvania Academy of Fine Arts (PAFA). Allí se dedicó en principio a la confección de complejos mosaicos a base de figuras geométricas, a los que él llamó Industrial Symphonies. Por aquel tiempo, tuvo sus primeros devaneos cinematográficos. Su primer corto recibió el título de Six Men Getting Sick ("Seis hombres enfermos") (1966). Él lo describió como "57 segundos de desarrollo y pasión, y tres segundos de vómito". Con esta pieza ganó el certamen anual de la Academia. Este pequeño éxito le permitió abordar su segundo cortometraje: The Alphabet.
A partir de 1970, Lynch se centró exclusivamente en el arte cinematográfico. Consiguió un premio de 5.000 dólares del American Film Institute por The Grandmother, ("La abuela") sobre un pobre chico de la calle que se las ingenia para conseguir una abuela a partir de una semilla. Esta película de 30 minutos de duración muestra ya muchos de los patrones característicos en su cine de madurez, incluyendo un sonido perturbador y envolvente y una potente imaginería enfocada a los deseos y al inconsciente reprimido, todo ello lejos de los métodos tradicionales de narrar.



ERASERHEAD
En 1971, Lynch se trasladó a Los Ángeles para asistir a las clases del American Film Institute Conservatory. Fue allí donde empezó a trabajar en su primer largometraje,Eraserhead, aprovechando una ayuda de 10.000 dólares concedida por dicha institución. Este dinero no alcanzó para terminar el film y por este motivo la película no se remataría hasta el año 1977. Lynch tuvo que pedir dinero a amigos y familiares, incluyendo a su amigo de la infancia Jack Fisk, diseñador de producción y marido de la actriz Sissy Spacek, e incluso se dedicó a vender periódicos para financiarla.
Eraserhead es una película enigmática y sombría, plena de guiños surrealistas y elementos desasosegantes. Por tal motivo fue rodada apropiadamente en blanco y negro. Cuenta la historia de un joven tranquilo (papel que interpreta Jack Nance) que vive en una especie de área industrial y cuya novia da a luz a una rara bestezuela que no para de gemir. Lynch se refiere a la película como “mi historia de Filadelfia”, aludiendo al hecho de que refleja muy bien todas las crudas experiencias que vivió en esa ciudad en su etapa de estudiante, experiencias que le marcaron profundamente.
Sobre la película, la crítica ha afirmado que sugiere o intenta sugerir los miedos y ansiedades del propio cineasta acerca de la paternidad, personificados en el grotesco aspecto del bebé, que se ha convertido en uno de los íconos del cine fantástico de todas las épocas. El director ha rehuido en más de una ocasión explicar cómo fue elaborada la criatura, pero la leyenda cuenta que fue construida a partir de un feto de vaca embalsamado.
Debido a sus extravagantes contenidos, al principio se pensó que Eraserhead no podría ser exhibida comercialmente, sin embargo, gracias al esfuerzo del distribuidor Ben Barenholtz, se convirtió pronto en un clásico, típico en salas especializadas en proyecciones de medianoche, fuera de las grandes audiencias. La crítica más avanzada la alabó inmediatamente como obra maestra, lo que colocó al director a la cabeza de la vanguardia cinematográfica. El gran director Stanley Kubrick afirmó con admiración que era una de sus películas favoritas de toda la historia del cine. El éxito provocó que el equipo de actores y técnicos (entre ellos el cámara Frederick Elmes, el técnico de sonido Alan Splet, y el actor Jack Nance) siguieran trabajando con Lynch en años posteriores.

EL HOMBRE ELEFANTE Y DUNE
Eraserhead atrajó la atención del productor Mel Brooks, quien contrató a Lynch para dirigir la película de 1980 The Elephant Man (El hombre elefante), un biopic sobre la figura deJoseph Merrick, un hombre de clase baja con tremendas malformaciones físicas. Esta película, rodada igualmente en blanco y negro, fue un gran éxito comercial y obtuvo ocho nominaciones a los Óscar, incluyendo el de mejor director y mejor guion adaptado para Lynch. Del mismo modo demostró la viabilidad comercial de sus propuestas.

Posteriormente, el cineasta aceptó dirigir una superproducción que adaptaba la novela de ciencia-ficción Dune, del escritor Frank Herbert, para el productor italiano Dino De Laurentiis, con la condición de que la productora se comprometiera a financiar un segundo proyecto sobre el cual Lynch mantendría control creativo total. Aunque el productor esperaba que Dune (1984) supondría algo así como la nueva Guerra de las galaxias, la película resultó un gran fiasco comercial, siendo además vapuleada por la crítica. Se calculó que ingresaría 45 millones de dólares que al final se quedaron en sólo 27,4. Para compensar pérdidas, el estudio elaboró una versión alargada para la televisión que desvirtuaba el montaje del director y que Lynch desautorizó inmediatamente.

BLUE VELVET

La segunda película de Lynch producida por De Laurentiis fue Blue Velvet (Terciopelo azul, 1986), la historia de un joven universitario (representado por el actor que protagonizaraDuneKyle MacLachlan) que descubre el lado oscuro de una pequeña ciudad, al investigar la procedencia de una oreja cortada que había encontrado casualmente en el transcurso de un paseo campestre. La película muestra actuaciones memorables de Isabella Rossellini, en el papel de una cantante atormentada, y de Dennis Hopper en el de un criminalpsicópata, líder de una banda de matones de medio pelo.
Blue Velvet obtuvo un gran éxito de crítica y proporcionó a Lynch su segunda nominación al Óscar al mejor director. La película presenta algunos lugares comunes en su cine: una cuidadísima puesta en escena, ciertos episodios y conductas inexplicables, mujeres ultrajadas, los malsanos entresijos de una pequeña comunidad, y la utilización poco convencional de canciones antiguas. Blue velvet, de Bobby Vinton e In dreams de Roy Orbison suenan en este film extrañas y perturbadoras. Esta fue la primera ocasión en que Lynch trabajaba con el compositor Angelo Badalamenti, quien contribuiría en todas sus películas posteriores.
El director Woody Allen, cuya cinta Hannah y sus hermanas fue nominada como mejor película, afirmó que Blue Velvet era el mejor filme del año. La película, que es comúnmente considerada como una de las obras maestras del cine contemporáneo, ha llegado a convertirse en un icono de la cultura popular.


TWIN PEAKS, WILD AT HEART

Al no obtener financiación para posteriores guiones, a finales de los 80 Lynch optó por colaborar con el productor televisivo Mark Frost en la serie televisiva Twin Peaks, acerca de una pequeña localidad de Washington donde ocurren extraños sucesos. La historia se centraba en las investigaciones realizadas por el agente especial del FBI Dale Cooper (de nuevo Kyle MacLachlan) en torno a la muerte de una conocida estudiante de secundaria llamada Laura Palmer, una investigación que iba revelando los escabrosos secretos de muchos ciudadanos aparentemente respetables. El cineasta dirigió seis episodios en total, incluyendo los dos primeros, y escribió o co-escribió algunos más, e incluso apareció como actor en algunos de ellos.
La serie se estrenó en la cadena ABC Network el 8 de abril de 1990 y poco a poco fue revelándose como todo un fenómeno cultural. Ningún otro proyecto de Lynch ha obtenido semejante aceptación. La serie fue vendida a infinidad de países, y algunos de sus latiguillos ingresaron en la cultura popular. Se hicieron parodias de la misma en el showSaturday Night Live y en la serie de animación Los Simpson. Lynch apareció en la portada de la revista Time en gran medida debido al gran éxito cosechado con Twin Peaks. El director encarnó el papel del vociferante y medio sordo jefe del agente Cooper, Gordon Cole.
Pese a todo, Lynch chocó con los responsables de la cadena por distintos motivos, en especial por la posibilidad de revelar o no la identidad del asesino de Laura Palmer. La cadena insistía en desenmascararlo ya en la segunda temporada, pero Lynch quería guardarlo en secreto hasta el final. Lynch pronto se desencantó de la serie y como resultado muchos miembros del reparto declararon sentirse “abandonados”.
Fue en aquel tiempo cuando Lynch empezó a colaborar con la editora, productora y su compañera en la vida real, Mary Sweeney, que había trabajado como asistente para él enBlue Velvet. Esta colaboración se prolongaría a lo largo de once proyectos. De su relación nació un hijo.
Su siguiente largometraje fue una adaptación de la novela de Barry GiffordWild at Heart (Corazón salvaje), una alucinante, sensual y atropellada “road movie” protagonizada por los actores Nicolas Cage y Laura Dern. La producción obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1990, pero no contó con la aprobación de la crítica ni el respaldo del gran público. Se dice que algunos espectadores abandonaban la sala en las exhibiciones de prueba.
Twin Peaks acabó sufriendo serios reveses de audiencia y fue retirada en 1991. Mientras tanto Lynch escribió una precuela sobre los últimos siete días en la vida del personaje de Laura Palmer, que dio lugar al largometraje Twin Peaks: El fuego camina conmigo (1992), un desastre de taquilla que acarreó al director las peores críticas de su carrera.


Industrial Symphonies, On the air, American Chronicles y Hotel Room


El eslabón perdido entre Twin Peaks y Wild at Heart, es el espectáculo musical Industrial Symphony No. 1: The Dream of the Broken Hearted, una nueva colaboración con Angelo Badalamenti en la que canta Julee Cruise y actúan varios actores de Twin Peaks, así como Nicolas Cage y Laura Dern. Lynch confesó que la obra reflejaba de alguna forma una relación sentimental rota. El director produjo en 1990 un vídeo de 50 minutos sobre la obra.
Durante este periodo Lynch volvió a colaborar con Mark Frost en la serie de humor On the Air para la ABC, sobre los orígenes de la televisión. En EE.UU. sólo se emitieron tres episodios. Esta colaboración se prolongó en la serie documental American Chronicles.
Su siguiente proyecto fue una miniserie de escasa importancia para la cadena HBO titulada Hotel Room, la cual narraba los acontecimientos que se enmarcaban en una misma habitación de hotel a lo largo de varias décadas.


LOST HIGHWAY, THE STRAIGHT STORY
En 1997 Lynch volvió a la palestra con el complejo film de argumento no lineal Lost Highway (Carretera perdida), el cual poseía muchos elementos de cine negro. Fue coescrito con Barry Gifford y protagonizado por los actores Bill Pullman y Patricia Arquette. La película fracasó comercialmente, pero recibió críticas contrapuestas. No obstante, gracias en parte a la banda sonora en que aparecían cantantes y grupos como Marilyn MansonRammsteinNine Inch Nails y The Smashing Pumpkins, Lynch obtuvo una nueva audiencia por parte de espectadores de la llamada Generación X.


En 1999, sorprendió muy positivamente a sus fans y a la crítica con una película producida por la compañía Disney: The Straight Story (Una historia verdadera), que era, al menos aparentemente, una sencilla película sin pretensión alguna contando una historia real acerca de un hombre de pueblo (incorporado por el viejo actor Richard Farnsworth) que emprende un largo viaje de estado en estado, a bordo de un cortacésped, con el único fin de hacer las paces con su hermano enfermo. La película recibió muy buenas críticas y proporcionó a su autor nuevas audiencias.

Mulholland Drive, Dumb Land, Rabbits y Darkened Room


Ese mismo año Lynch tentó una vez más a la cadena ABC con la idea de un drama para la televisión. La cadena dio el visto bueno y se grabó el episodio piloto, de dos horas de duración. Pero controversias sobre el contenido y la duración de la serie la aparcaron definitivamente.
Con la aportación de 7 millones de dólares por parte de la productora francesa Studio Canal, el director convirtió ese episodio piloto en un largometraje. Mulholland Drive es una historia extraña que trata de ahondar en la vertiente oscura de Hollywood, la “fábrica de sueños”. Está protagonizada por Naomi WattsLaura Harring y el actor Justin Theroux. En lo comercial, la película funcionó relativamente bien en todo el mundo, mereciendo además reseñas positivas, lo que supuso a su director el premio al mejor director en el Festival de Cannes del año 2001 (este premio lo compartió con Joel Coen por El hombre que nunca estuvo allí) y otro premio al mejor director otorgado por la New York Film Critics Association.
En 2002, Lynch desarrolló una serie de cortos para Internet titulada Dumb Land. Los ochos episodios de que constaba, intencionadamente muy duros de contenido e interpretación, aparecieron posteriormente en formato DVD.
Lynch dedicó a sus incondicionales ese mismo año una comedia de situación a través de su página web. La serie se tituló Rabbits ("Conejos") y constó de ocho episodios plenos de surrealismo que se desarrollaban en un cuarto habitado por extrañas personas con cabeza de roedor. Posteriormente, el director rodó en vídeo digital el corto Darkened Room, a imitación del exitoso cine de terror japonés de los últimos años.


INLAND EMPIRE
En el Festival de Cannes correspondiente a 2005, el cineasta anunció que durante un año había estado rodando en Polonia, por medio de técnicas digitales, su último film. La película, titulada INLAND EMPIRE (en mayúsculas) supone casi un compendio del cine de este director audaz e inquietante desde sus comienzos. La historia, retorcida y con tintes pesadillescos, desarrolla distintos niveles argumentales entremezclados, sin aclarar nunca los nexos lógicos entre ellos. Abunda en primeros planos expresionistas (especialmente de la atribulada Laura Dern), el sonido es distorsionado y envolvente, y los efectos especiales unidos a las numerosas escenas cómico-grotescas que contiene producen un gran impacto visual. El reparto de la película incluye actores habituales de Lynch como la ya mencionada Laura DernHarry Dean Stanton, y la protagonista deMulholland Drive Naomi Watts, con un cameo de Justin Theroux (supuestamente uno de los actores disfrazados de conejos en la serie del mismo nombre), además de la actuación estelar del británico Jeremy Irons, y la participación de la méxico-americana Laura Harring al final del filme. Lynch describió la película como "un misterio acerca de una mujer metida en grandes dificultades”. Se estrenó en diciembre de 2006, habiendo suscitado hasta el momento entre los críticos, como en ocasión de los más recientes largometrajes del director, multitud de comentarios y opiniones enfrentadas.


PREMIOS

Oscar
AñoCategoríaPelículaResultado
2001Mejor direcciónMulholland DriveNominado
1986Mejor direcciónBlue VelvetNominado
1980Mejor dirección
Mejor guion adaptado
El hombre elefanteNominado
Globos de Oro
AñoCategoríaPelículaResultado
2001Mejor dirección
Mejor guion
Mulholland DriveNominado
1986Mejor guionBlue VelvetNominado
1980Mejor direcciónEl hombre elefanteNominado

GALARDONES

Lynch ha ganado dos veces el Premio César francés a la mejor película extranjera, y en 2002 fue presidente del jurado del Festival de Cannes, donde había ganado la Palma de Oro en 1990. En 2002 fue asimismo galardonado por el gobierno francés con la Legión de Honor. El 6 de septiembre de 2006 recibió el León de Oro en el Festival de Venecia por sus contribuciones al Séptimo Arte. En este mismo festival presentó su último film, INLAND EMPIRE.
Ha recibido cuatro nominaciones a los Oscars: Mejor director por El hombre elefante (1980), Terciopelo azul (1986) y Mulholland Drive (2001), y mejor guion adaptado por El hombre elefante (1980).

OTRAS ACTIVIDADES

A parte del cine, David Lynch ha desarrollado su creatividad en el campo de la pintura. En España su obra pictórica pudo verse con la exposición Action-reaction, que recorrió en 2009 ciudades como Zaragoza y Granada. Lynch también ha colaborado en el mundo de la música con la creación de videoclips, entre los que destacan Dangerous de Michael Jackson (1992), Longing de Yoshiki (1995), Rammstein de Rammstein (1996) y Shot in the Black of the Head de Moby (2009) entre otros.


FILMOGRAFÍA



Fuente: Wikipedia


FRASES DE DAVID LYNCH

  • "La muerte en mi mente no es una finalidad. Hay un continuo: Es como por la noche, que te vas a dormir y durante el día te despiertas, o cuando te despiertas, y es un nuevo día".
  • "Hay que estar dispuesto a dejarse llevar por el mundo abstracto. Hay que querer perderse en él. Si no, se tendrá la sensación de frustración".
  • "El absurdo es lo que más me gusta en la vida. Si ves a un hombre en repetidas ocasiones golpear contra un muro hasta sangrar, después de un tiempo te hacen reír porque se convierte en absurdo.”
  • "Me interesa saber que se esconde tras las limpias fachadas, tras los visillos de las casas, explorar los recovecos tortuosos de la existencia. Soy como un detective que destapa lo que los demás ocultan. Y es que este mundo de hoy no es un lugar tan maravilloso como dicen. No es el sueño más brillante."
  • "Los sueños verdaderamente importantes son los que tienes cuando estás despierto."
  • "Hay gente a la que le gustan las películas que se entienden y hay gente a la que le gustan las películas que dejan espacio para que el espectador sueñe. A mí me gustan las que permiten soñar. La comprensión intelectual no tiene más importancia que la posibilidad de sumergirse en cada escena separadamente. Me encanta enamorarme de una idea y ver cómo se transforma en cine, qué va haciendo con esa idea el proceso de filmación."