viernes, 9 de septiembre de 2016

Roald Dahl

Roald Dahl
Poster de T.A.

CUENTOS
DRAGON


BIOGRAPHIES II






Roald Dahl

(1916 - 1990)

Roald Dahl nació en Llandaff, Cardiff, Gales, el 13 de septiembre de 1916, y murió en Oxford, Inglaterra, el 23 de noviembre de 1990. Se le conoce en el mundo entero como como autor de narraciones infantiles y juveniles, pese a que su producción para adultos fue también de destacable calidad. Muchos de sus relatos se han convertido en películas de gran éxito internacional. De hecho, Roald Dahl es uno de los grandes y sin duda el escritor para niños más importante del siglo XX.


Roald Dahl

Su padre, de origen noruego, murió cuando el futuro escritor sólo tenía tres años. Esta desaparición dejó en apuros económicos a la familia, que hubo de trasladarse a una casa más pequeña. La madre prefirió seguir viviendo en Inglaterra antes que regresar a Noruega, cumpliendo con ello el deseo de su marido de educar a sus hijos en escuelas británicas.

Roald Dahl
Fue precisamente la estricta educación inglesa, que incluía fuertes castigos, lo que menos agradaba al pequeño Roald. Sus momentos más felices los vivía en verano, cuando viajaba con su madre y sus hermanos a Noruega. No brilló especialmente en sus estudios, aunque destacó en actividades deportivas como el boxeo.
Más interesado por la acción y la aventura que por el esfuerzo intelectual, al cumplir los dieciocho años se hizo explorador, en lugar de matricularse en la Universidad, como quería su madre. Luego trabajó como vendedor hasta que, a los veintitrés años de edad, se alistó como aviador para luchar en la Segunda Guerra Mundial, y sirvió en las Fuerzas Aéreas Reales en Libia, Grecia y Siria. En las campañas del continente africano su avión fue alcanzado en varias ocasiones por los disparos del enemigo, y en una ocasión llegó a ser derribado. Dahl salvó la vida de milagro, aunque tenía heridas tan graves que fue enviado a casa.

Ilustración de Quentin Blake

Su primera recopilación de relatos (Over to You; 10 Stories of Flyers and Flying, 1946) evocaría los horrores vividos en la guerra. Recuperado de sus heridas, en 1942 fue destinado a Washington como experto en asuntos de aviación de guerra; hasta 1945 trabajó para la Seguridad británica en Estados Unidos. Fue allí donde empezó a hacerse famoso como escritor, al ponerse a narrar en periódicos y revistas su visión de la guerra.

Roald Dahl
Dahl alternó tempranamente estas ocupaciones con su dedicación a la literatura infantil y juvenil, que se intensificaría a partir de la década de los sesenta. Casado en 1953, fue padre de cuatro hijos a los que acostumbraba a contar cuentos que a menudo se convertían en novelas. Su primer libro para niños habia sido Los gremmlins (1943). Pronto obtuvo grandes éxitos con títulos como James y el melocotón gigante (1961) y Charlie y la fábrica de chocolate (1964).
Por esa época sufrió también graves reveses: vio morir a su pequeña hija Olivia en 1962, y, tres años después, su esposa Patricia Neal sufrió una peligrosa enfermedad que estuvo a punto de dejarla ciega e inválida. Para colmo de males, su hijo Theo sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro cuando sólo tenía tres años. Dahl pasó muchos meses trabajando en una válvula especial que servía para sacar líquidos de la cabeza de su hijo y permitía a éste vivir con normalidad, sin tener que permanecer conectado a una máquina.


Patricia Neal

A pesar de estas desgracias, Dahl logró salir adelante y continuó escribiendo obras que le hacían cada vez más famoso en todo el mundo. Con Matilda, uno de sus últimos libros (convertido también en película de gran éxito), batió todos los records de ventas. No hay que olvidar, sin embargo, la importancia de su narrativa para adultos, en la que cultivó variados géneros. También fueron frecuentes sus colaboraciones con el cine; escribió, entre otros muchos, varios guiones para la serie de películas de James Bond.



La obra de Roald Dahl
Aunque es recordado especialmente por sus narraciones para niños y jóvenes, Roald Dahl escribió numerosas obras para adultos de indudable interés y calidad, entre las que sobresale Relatos de lo inesperado, una brillantísima colección de cuentos de intriga y humor negro. Mi tío Oswald (1979) se halla muy cercano a la ficción futurista: trata sobre la venta de espermatozoides de los hombres más brillantes del planeta. Otras obras destacadas fueron La venganza es míaGénesis y catástrofe,Historias extraordinarias y El gran cambiazo. Sobresalió especialmente en el cuento corto, con historias mordaces e impactantes rayanas en la irrealidad y lo morboso o macabro en muchos casos; en ellas creó un clima amenazante, extraño, vinculado a la irracionalidad, combinando agudamente el humor negro con el suspense.
Sin embargo, en sus historias para jóvenes late la fábula moral. Algunas de sus obras en el campo de la narrativa infantil y juvenil están consideradas entre las mejores de todos los tiempos. De hecho, sus relatos gustan tanto a los niños como a los mayores, ya que, en medio de sus historias protagonizadas por jóvenes, hay humor y crítica a la sociedad contemporánea. Junto a la magia y la fantasía, en sus libros aparece también la maldad y otros defectos del ser humano.


Charlie y la fábrica de chocolate (1964) fue la novela que le hizo famoso entre los jóvenes de todo el mundo; llegó incluso a ser elegida número uno en una encuesta realizada por el prestigioso diario Sunday Times para seleccionar las diez mejores obras infantiles. En Charlie y el ascensor de cristal continuó con el mismo personaje. Otros libros célebres son James y el melocotón gigante (1961), que cuenta la historia de un niño huérfano que vive con sus malvadas tías; Las brujas, que narra el enfrentamiento de un niño y su abuela con la terrible Asociación de Brujas de Inglaterra; y Los cretinos, que recoge historias de una pareja de viejos refunfuñones que odian a los niños.
Autor prolífico, la lista de obras memorables es extensísima: Danny, el campeón del mundoEl dedo mágico o la ya citada Matilda, la historia de una niña enamorada de los libros. Las novelas Boy y Volando solo se basaron en la vida del propio autor. Y todavía merecen destacarse Qué asco de bichosEl superzorroLa maravillosa medicina de JorgeEl gran gigante bonachónCuentos en verso para niños perversosEl vicario que hablaba al revésMi añoLos Mimpis y Agu Trot.


Charlie y la fábrica de chocolate
Celebrada como la mejor novela juvenil del autor, Charlie y la fábrica de chocolatese publicó en 1964 y tuvo un extraordinario éxito: se han vendido más de 13 millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducida a 32 lenguas. Su perdurable popularidad indica lo bien que el autor comprendió, apreció y se comunicó con los más jóvenes. En fechas más recientes, la versión cinematográfica de Tim Burton (2005) ha contribuido a divulgar la obra entre las nuevas generaciones.
El protagonista, el pequeño Charlie Bucket, vive con sus padres y sus abuelos. Desde el principio, la pobreza se observa en cada rincón de la casa: en la sopa aguada que comen, en la falta de trabajo de su padre... El sórdido panorama que se describe no deja de parecernos, con todo, entrañable: a pesar de las dificultades, es un hogar en el que fluyen el amor, el respeto y la honestidad.
Desde la ventana que hay junto a su cama, Charlie ve la inmensa y misteriosa fábrica de sus chocolates favoritos; viéndola repite las fantásticas historias que su abuelo (que había trabajado en ella) le ha contado. Nadie entra en la fábrica desde hace décadas; sólo salen camiones con mercancías.


“¡Hay suficiente chocolate para llenar cada bañera del país entero y todas las piscinas también!”

 Charlie y la fábrica de chocolate
“Todo lo que hay en esta sala es comestible. Hasta yo lo soy. Pero eso sería canibalismo, queridos niños, y está mal visto en la mayoría de las sociedades”

Charlie y la fábrica de chocolate









Un día Willy Wonka, el propietario, anuncia que dentro del envoltorio de cinco tabletas de chocolate se esconde una lámina dorada que permitirá el acceso a la fábrica, y que cinco niños con cinco acompañantes adultos podrán visitar el lugar que produce los chocolates más ricos del mundo. Como nadie conoce la fábrica de Wonka, el concurso excita la curiosidad de la población, necesitada de sueños y fantasías que la salven de la mediocridad que la rodea.
Uno de los ganadores es Charlie; visita la fábrica con su abuelo y con los otros cuatro agraciados. Si bien Charlie es un buen niño, a los restantes que consiguen entrar en los dominios de Willy Wonka los dominan los peores vicios de la humanidad. Augustus representa la glotonería que provoca obesidad; Veruca, la exigencia y el egoísmo insoportable de los mimados; Violet, la estupidez de los que se creen los mejores, se sienten merecedores de todos los premios y detestan a los demás; Mike, absorbido por la televisión, está impregnado de agresividad y violencia; es destructivo y sabelotodo. También Wonka, el propietario, es peculiar: es el hijo de un dentista intolerante; acusa la falta de afecto paternal sufrida en su infancia y se deprime recordándolo. Su evolución a través del contacto con el joven Charlie es conmovedora.
Pese a su hiriente y mordaz sentido de la ironía, la novela se convierte, por su sentido moral, en una emocionante aventura humana de la que se sale mejor persona. En el desarrollo de la historia, cada uno recibe la lección de vida que le permitirá corregir sus vicios; los lumpalumpas, con sus cancioncillas, dan la moraleja correspondiente. La obra reconoce como valores positivos la buena educación, la cortesía o el respeto a las personas mayores, y contiene lecciones de cultura, ciencia o ética, subrayando el papel de la familia en la educación.

Ilustración de Quentin Blake


“Los vampiros siempre son hombres. Y lo mismo ocurre con los duendes. Y los dos son peligrosos. Pero ninguno de los dos es ni la mitad de peligroso que una bruja de verdad.”
Roald Dahl


“Los adultos son criaturas llenas 
de caprichos y secretos”
Roald Dahl

“Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros”
Roald Dahl


Ilustración de Quentin Blake


“Aquellos que no creen en la magia nunca la encontrará”
Roald Dahl, Las brujas



"No importa quién eres o cómo luzcas, mientras alguien te ame"

Roald Dahl, Las brujas

Patricia Neal, Roald Dahl e hijos


Patricia Neal y Roald Dahl

El divorcio acaba con una de las historias de amor más apasionantes de los últimos tiempos


SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ
Londres 10 JUL 1983



Patricia Neal, la actriz británica que sufrió en los años 60 una grave enfermedad y que protagonizó una fabulosa lucha por la vida, y Roald Dahl, el intelectual y escritor de éxito que se mantuvo siempre a su lado, ayudándola sin desfallecer, se han divorciado. Una de las historias de amor más hermosas y reconfortantes de nuestra época ha finalizado ante un tribunal de Londres con una sentencia de pocas líneas. Lo que no consiguió la enfermedad o el infortunio lo ha conseguido la rutina. Neal y Dahl han estado casados treinta años. Él se acerca ahora a los setenta. Ella tiene algunos menos.


Patricia Neal

Los españoles conocen tal vez más a Patricia Neal que a su marido. Su hermoso rostro moreno y sus grandes ojos tristes aparecieron en las revistas de fines de los cincuenta y principios de los sesenta no solo para ilustrar sus éxitos en la pantalla, sino para relatar las repetidas desgracias que la golpeaban. Primero fue un taxi que arrolló el cochecito de su hijo Theo. El niño sufrió una terrible fractura de cráneo que exigió ocho operaciones. Después fue la muerte de su hija Olivia, víctima de una vacuna contra el sarampión. El matrimonio luchó con coraje. Roald publicó por aquellos años algunos de sus mejores cuentos para niños y Patricia consiguió un oscar por su caracterización de ama de casa en la película Hud.


Patricia Neal

Los infortunios no habían acabado. En 1965, Patricia Neal sufrió tres embolias consecutivas. Consiguió sobrevivir, pero quedó prácticamente paralizada y medio ciega. Su enorme fuerza de voluntad y el amor de su marido, que se convirtió en su enfermero y en su fisioterapeuta, fueron logrando lo que parecía increíble. Poco a poco, Patricia Neal volvió a andar. Nunca consiguió borrar de su boca un pequeño rictus ni recuperar la visión en un ojo, pero la actriz volvió al cabo de unos años al trabajo y cosechó nuevos éxitos. La historia de su recuperación y de la lucha de la pareja fue llevada a la pantalla en una película, La historia de Patricia Neal, que protagonizaron Glenda Jackson y Dick Bogarde.


Roald Dalh en familia

La atención se centró en España más en la actriz que en su marido. Sin embargo, Roald Dahl es un escritor muy conocido en todos los países de lengua inglesa. La aureola romántica que rodea su vida es anterior a su apasionada historia de amor con Patricia Neal, aunque tal vez se vio incrementada con el relato de su absoluta dedicación a una mujer enferma. Hijo de noruegos, pero nacido en el Reino Unido, Dhal ha sido un hombre de acción con una agitada vida: explorador en las frías tierras del norte de Canadá, ejecutivo de la Shell Company en Dar el Salaam, piloto de combate de la RAF durante la segunda guerra mundial (fue gravemente herido), agregado militar en la Embajada de Londres en Washington y miembro de los servicios de inteligencia de su majestad británica.


Roald Dalh y Patricia Neal

Su popularidad se debe, fundamentalmente, a sus relatos cortos, reunidos en varios libros (Over to you, Kiss kiss, Switch bitch, Tales of unexpected) que fueron acogidos por la crítica como obras maestras. Algunos han sido llevados a las pantallas de televisión, en una serie de la BBC que supervisó el propio Dahl. Escritos en un inglés de extrema sencillez y belleza (muchos profesores los aconsejan a los estudiantes de esta lengua), son relatos sorprendentes y a menudo humorísticos. Dahl es también uno de los más importantes escritores vivos de literatura infantil, y sus cuentos están traducidos a multitud de lenguas. Es autor también de una novela.

La pareja que conmovió al mundo por su fuerza y compenetración decidió separarse hace algunos años, cuando sus hijos (un chico y tres chicas) eran ya adultos y cuando su vida parecía a salvo de más tragedias. Ahora, cuando ambos han dejado atrás los sesenta años, han preferido, en silencio y sin escándalo, romper todos los lazos legales.


* Este articulo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de julio de 1983



Quentin Blake
Poster de T.A.

El escritor Roald Dhal muere en Oxford a los 74 años

El autor de 'Mi tío Oswald' se hizo universal con sus historias para niños


XAVIER MORET
Barcelona 24 NOV 1990


El escritor británico Roald Dahl falleció ayer a los 74 años en un hospital de Oxford, cerca de Londres, según anunció su agente literario, Murray Pollinger. Era uno de los autores de literatura infantil y juvenil más leídos, cuyas obras han llegado a tener una tirada de ocho millones de ejemplares y traducciones a 17 idiomas. El autor de Mi tío Oswald y Charlie y la fábrica de chocolate ha desarrollado una literatura que ha sido comparada a la de Poe, Maupassant y Hemingway, considerado "un autor de mortífero ingenio y macabro sentido del humor". 

Autor de nueve libros de relatos, tres novelas y numerosos guiones para cine y televisión, su popularidad se centra en los 18 títulos para jóvenes, en especial Charlie y la fábrica de chocolate, del que se han vendido cinco millones de ejemplares en todo el mundo. Otros títulos suyos son Relatos de lo inesperado, Mi tío Oswald, Historias extraordinarias, El gran cambiazo, que recibió el gran premio de humor negro en Francia; y en el apartado juvenil, Matilda, Las brujas: Boy, relatos de infancia; La jirafa, el pelícano y el mono; James y el melocotón gigante, entre otros. Nacido en 1916 en Gales, de padres noruegos, tiene una agitada biografía, como buscador de petróleo en África, piloto de caza de la RAF en la II Guerra Mundial y agente del servicio secreto. Mantuvo una apasionada historia de amor con la actriz Patricia Neal, con la que tuvo cuatro hijos, que finalizó en 1983 en divorcio, tras 30 años de matrimonio. Posteriormente contrajo matrimonio con Felicity Ann Crosland.
 
Ilustración de Quentin Blake
Roald Dahl iba a cumplir 75 años el próximo año y en Gran Bretaña estaban ya en marcha los actos de un homenaje que prometía ser esplendoroso. Su muerte, sin embargo, ha cortado de raíz la celebración.

Roald Dahl, un galés con raíces noruegas, era uno de esos autores capaz de desorientar a cualquiera. El hombre poseía la fórmula para enternecer a niños de todo el mundo con una novela deliciosa como Charlie y la fábrica de chocolate, donde jugaba con los sueños del niño extremadamente pobre al que la suerte favorecía con la visita a una fábrica fantástica, y al mismo tiempo podía escribir novelas de tipo erótico en las que ensalzaba las hazañas del tío Oswald o imaginaba sugestivos cambiazos con la mujer del vecino.

Su pasado de aviador de la RAF y sus experiencias como agente secreto -sorprendente factor común de su generación de escritores británicos, como si lo de espiar fuera asunto de la imaginación- le dio alas para entrar en un nuevo terreno: el autobiográfico. También con éxito, evidentemente, como era habitual en él.

Empezó a probar suerte Dahl en eso de la escritura publicando relatos sobre los pilotos británicos en la segunda guerra mundial. Para su sorpresa, el Saturday Evening Post le pagó por su primera historia nada menos que 1.000 dólares de 1942. Él fue el primer sorprendido al comprobar que eso de escribir se le diera bien.


Roald Dahl en familia

Los 'gremlins'

En estos primeros relatos de aviones se inventó Dahl unos duendecillos que harían fortuna más tarde en el mundo del cine: los gremlins. Eran unos pequeños monstruos culpables de todas las averías de los aviones de la RAF que más tarde se metamorfosearían de la mano del genio Spielberg en sus versiones cinematográficas.Y de los aviones y los gremlins, Dahl pasó al mundo de los niños. Había descubierto dos cosas: que sabía escribir y que sus hijos escuchaban los cuentos que les contaba. Decidió, pues, escribir para niños y es en este aspecto de escritor para niños en el que más triunfó.

De Charlie y la fábrica de chocolate lleva vendidos millones de ejemplares en todo el mundo y otras obras suyas, la más reciente Matilda, han sembrado el regocijo entre los niños y el terror entre los maestros, que advertían asombrados como Roald Dahl pregonaba las virtudes de la rebelión.

Lo del tío Oswald es otra cosa. Ese coleccionista de espermas reales y de remedios afrodisíacos era algo muy alejado del mundo de los niños. Dahl no perseveró demasiado con este modelo. Prefirió volver al mundo de los niños y escandalizar a maestros anticuados con sus niños terribles.

Dahl ha muerto, pero sus libros -seguro- seguirán siendo leídos por sucesivas generaciones de niños con capacidad para admirarse ante un mundo repleto de imaginación.

* Este articulo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de noviembre de 1990

EL PAÍS



ROALD DAHL
UN GRAN CONTADOR DE HISTORIAS

Alguien sumó los más de 100 millones de libros vendidos con la firma de Roald Dahl y calculó que equivaldrían a la gran pirámide de Giza. Pero, más allá de los números —en los que arrasa su fan J.K. Rowling, que podría rodear la Gran Muralla China con sus 300 millones de ejemplares— el escritor galés tiene el honor de reunir a distintas generaciones en torno a los mismos títulos sin que el tiempo haya hecho mella.

Pruebe a leer de nuevo alguno de los relatos de este gran contador de historias y se sorprenderá porque le gustarán tanto como entonces. ¿Quién no quiso los poderes mentales de Matilda? ¿O entrar en la colorida fábrica de Willy Wonka? ¿Que crío no querría ahora repartir sueños con el gigante bonachón durante al menos una noche?

El padre de todos esos personajes nació hace un siglo y esos 100 años nos animan a seguir sus pasos y a repasar un legado que ocupa kilómetros de estanterías e infinitos terabytes de imaginación. Finales inesperados y personajes traviesos y excéntricos, que cuestionan la autoridad, y adultos que la mayor parte de las veces son meros cretinos.

Matilda
Ilustración de Quentin Blake

Las lecturas nos permiten "viajar a lo largo del mundo" mientras estamos en "nuestra pequeña habitación", como se dice en 'Matilda'



Matilda
Ilustración de Quentin Blake

Porque, igual que la niña que aprovechaba las visitas de su madre al bingo para escapar a la biblioteca del pueblo, los libros nos transportan "a nuevos mundos y nos presentan a gente fantástica que vive vidas excitantes", como "Conrad", "Kipling" o "Hemingway". Las lecturas nos permiten "viajar a lo largo del mundo" mientras estamos sentados en "nuestra pequeña habitación", como la inteligente Matilda, la protagonista del libro al que pertenece la cita.

La pequeña habitación de Dahl, que falleció de leucemia en 1990 a los 74 años, era una cabaña de espacio muy reducido situada en el jardín de Gipsy House, su casa en Great Misseden (Buckhinghamshire), un pueblo a unos 40 kilómetros de Londres donde la familia vivió durante más de 40 años. The Hut, que así la llamaba, puede verse ahora tras un cristal en el Museo que hay en la localidad dedicado a su legado, donde además se ha construido una réplica para que los niños puedan tocar lo que les parezca y se sumerjan en un universo donde la creatividad es la norma.

"Dahl es probablemente el escritor de libros infantiles más importante del siglo XX y a los niños les encanta", explica Natalie Wallace, la responsable del departamento pedagógico del Museo Roald Dahl de Great Misseden, que también posee todo su archivo, incluidas las cartas que escribió a su madre desde los nueve años. "El Museo es muy interactivo y, aunque ya saben mucho del autor antes de venir, aquí ven cómo están unidos unos libros con otros y a ser creativos de la misma manera que Dahl lo fue. Eso es muy importante para nosotros".


Matilda
Ilustración de Quentin Blake

“Dahl es probablemente el escritor de libros infantiles 
más importante del siglo XX y a los niños les encanta”


Matilda
Ilustración de Quentin Blake

Aquí no hay silencio, la idea es potenciar la lectura infantil y que los pequeños se manchen y descubran por sí mismos: dos niños rubios sacan sombreros y trajes de un baúl, mientras otros, en la estancia contigua, dibujan a la manera de Quentin Blake, el ilustrador que marcó las facciones de los personajes de Dahl en nuestro imaginario. Hay una lista en la pared en la que cada semana van cambiando los títulos favoritos del autor que votan los visitantes.

En The Hut nacieron las criaturas más populares de Dahl, muchas veces inspiradas en la campiña inglesa que le rodeaba. De esa choza salieron, además de los ya mencionadas, el Superzorro —el Fantastic Mr. Fox de la película de Wes Anderson—, cuya casa estaba en un árbol centenario en las proximidades, o Danny, el campeón del mundo, que compartía con su padre la caravana gitana que en la vida real servía como cuarto de juegos de los hijos de Roald Dahl.

Es un espacio angosto y repleto de objetos —hay un pequeño avión que recuerda su paso por la RAF, decenas de papeles de chocolatinas que conforman una bola e infinidad de fotos— en el que trabajaba metódicamente de 10 a 12 por la mañana y de 4 a 6 por la tarde, porque estaba convencido de que la concentración se esfuma después de dos horas de tarea.


El sillón orejero donde siempre escribía Roald Dahl en su casa de Great Misseden (Inglaterra).
Fotografía de Javier Nadales

Siempre se sentaba en el mismo orejero, que había preparado con un agujero posterior para sus dolores de espalda, con una tabla cubierta de tapete verde como escritorio, y con el mismo modelo de seis lápices recién afilados que compraba en EEUU (los Dixon Ticonderoga del número 2) e idénticas cuartillas a rayas de color amarillo en las que escribía a mano. Al lado puede leerse en un cartel el consejo que le dio Ernest Hemingway y que siguió a rajatabla: "Cuando todo vaya muy bien, deja de escribir". Sin tentar a la suerte de más.

Una existencia pausada y bien medida que contrasta con la que el autor llevó en la otra mitad de su vida. Nacido en la elegante barriada de Llandaff, en Cardiff, de padres noruegos y llamado así por Roald Amundsen, el explorador que conquistó el Polo Sur, se marchó muy joven a África para trabajar para la petrolera Shell. Su mala experiencia en los internados ingleses, al otro lado del Canal de Bristol, le alejó de la universidad. Había sufrido la cruel disciplina y los abusos de compañeros mayores que tan bien quedan reflejados en sus libros.
En Cardiff, pueden descubrirse algunos posos del autor, aunque sorprende que la capital galesa no se reivindique más como patria chica del escritor. Hay una plaza enorme con su nombre frente a la bahía, que en verano se llena de atracciones y arena de playa para los niños, y una placa azul en Llandaff, en un local chino de comida para llevar con aspecto de estar cerrado hace tiempo.
Ilustración de Quentin Blake

El cartel recuerda que ahí estaba la tienda de dulces de la señora Pratchett, donde una travesura de Dahl y cuatro amigos, cuando solo tenían siete años, les costó una paliza en la escuela primaria de la catedral, situada en las proximidades. Cuando la viuda se despistó con otros clientes, los niños le colaron un ratón en un tarro de caramelos para vengarse de sus malos modos. El escritor recordó aquella anécdota en su autobiografía Boy para denunciar los fuertes castigos físicos que eran habituales en los centros educativos británicos.
En Dar es Salaam, en la actual Tanzania, le sorprendió La Segunda Guerra Mundial y se alistó en el Ejército. Tuvo un grave accidente en un avión Gladiator en el desierto de Libia cuando todavía no había entrado siquiera en la contienda directa, ycombatió con un Hurricane en la batalla de Atenas, en abril de 1941, contra los Messerschmitts alemanes
Las secuelas, unos terribles dolores de cabeza en vuelo, le terminaron apartando del servicio y su nueva misión fue con el embajador de Reino Unido en Washington. En la capital estadounidense se codeó con gente muy importante, incluido el presidente Roosevelt y su esposa Eleonor, y acabó involucrado en el servicio de información británico, en el departamento encargado de convencer a los estadounidenses para apoyar a los Aliados.

Roald Dahl

Ya en Nueva York, su misión, a lo James Bond, era seducir a mujeres maduras e influyentes que se unieran a la causa. Como Millicent Rogers, la esposa de un magnate del petróleo que también tuvo un affaire con Ian Fleming, el creador de 007 y amigo personal de Dahl (fue el guionista de Solo se vive dos veces, de 1967), o la congresista Clare Booth Luce, la mujer del propietario de las influyentes revistas TimeLife. Tras conocer al apuesto Dahl, de ojos claros y casi dos metros de estatura, la congresista defendió presta su anglofilia ante la Cámara de Representantes. Fue, como dice Donald Sturrock en la biografía autorizada por la familia Storyteller. The life of Roald Dahl (2010), "un maestro del mundo de las joyas y los cócteles".


Roald Dahl y Patricia Neal

El donjuán contrajo matrimonio en 1953 con la actriz Patricia Neal, que acababa de salir de un romance con Gary Cooper y que ganó un Oscar por su papel en Hud junto a Paul Newman. La pareja, que tuvo cinco hijos, sufrió la desgracia del atropello del carro del bebé Theo y, sobre todo, la muerte en 1962 por encefalitis de la pequeña Olivia, de siete años, que cambió el carácter del escritor y supuso una gran ruptura en la familia: "Nunca quería hablar de Olivia, no quería que nada saliera", recordaba Patricia Neal. Los Dahl ya vivía entonces largas temporadas en Great Misseden y el escritor había publicado su primer libro infantil, James y el melocotón gigante (1961).


Roald Dahl: infancia, juventud y vejez

Poco después, Neal sufrió un ictus cuando rodaba con John Ford la última película del director, Siete mujeres, y estaba embarazada de su última hija, Lucy. Tras un largo proceso en el que Dahl se obsesionó con su cuidado, la actriz logró recuperarse, aunque tuvo algunas recaídas. En ese tiempo, el escritor comenzó una relación adúltera con una buena amiga de su esposa, Lizzy, con la que se casó en 1983 poco después del divorcio.
Lizzy Dahl, que convivió con él hasta su fallecimiento, se encarga del legado del escritor. En Great Misseden está su tumba, en la que nunca faltan las cebollas que le encantaba plantar. Hay además unas huellas del gigante bonachón, el personaje que era su alter ego y cuyo libro dedicó a la fallecida Olivia, y que simulan, en cierto modo, que Roald Dahl sigue hoy muy presente.



Relatos también para adultos


La narrativa para adultos de Roald Dahl comenzó mucho antes de la publicación de James y el melocotón gigante (1961), su primer libro infantil. Célebres son susRelatos de lo inesperado, el libro que reúne sus textos cortos publicados en distintas revistas, siempre con giros extraños, misterio y algún tinte macabro. El autor también editó dos autobiografías, Boy, sobre su experiencia en el internado de Repton, y Volando solo, en el que habla de su periodo en África y su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial. Su primer relato, publicado en el diario The Saturday Evening Post en 1942, fue la crónica de su accidente de avión en Libia. En EEUU, Dahl escribió el guión de la película de Bond Solo se vive dos veces (1967) y de Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambas basadas en libros de su amigo Ian Fleming. Hitchcock se enamoró de sus relatos y colaboraron para convertirlos en episodios de Alfred Hitchcock presenta. El primero que adaptaron fue Cordero para la cena, en el que una mujer mata a su marido con una pierna de cordero congelada. Los policías que investigan el crimen terminan comiéndose el arma homicida.

Roald Dahl

Las aristas de Dahl


La fama de Dahl no era la de una persona fácil y sus personajes han sido criticados por su rebeldía y su lenguaje. Cuando Robert Gottlieb, que fue su editor, rompió relaciones, el resto de la editorial Knopf recibió la noticia con una ovación. Sturrock, su biógrafo, recuerda cómo su jefe en la BBC le deseó suerte en 1986 cuando propuso incluirle en un programa navideño. "¿Conoces su reputación?", le dijo el productor Nigel Williams. "Increíblemente gruñón y difícil. No aceptará". Dahl dio luz verde y Sturrock tuvo la oportunidad de visitar Gipsy House varias ocasiones más. Fue en 1983 cuando Dahl hizo las declaraciones más polémicas a la revista política News Stateman, por las que fue acusado de antisemita: "Hay un rasgo en el carácter judío que provoca animosidad. Quizás essu falta de generosidad con los que no son judíos". En su autobiografía Volando solo, narra un encuentro con un anciano refugiado judío en Palestina durante la guerra, que le habla de la necesidad de una patria, y dice de él que se "aferraba obstinadamente a sus ideas". En 2007, Google le dedicó un Doodle por su cumpleaños, que retiró antes de tiempo. Había recibido protestas porque coincidía con el primer día de una festividad judía.

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BIBLIOGRAFÍA
PROSA PARA NIÑOS

  • Los gremlins (The Gremlins, 1943)
  • James y el melocotón gigante (James and the Giant Peach, 1961)
  • Charlie y la fábrica de chocolate (Charlie and the Chocolate Factory, 1964)
  • El dedo mágico (The Magic Finger, 1966)
  • El Súperzorro o Fantastic Mr Fox (Fantastic Mr Fox, 1970)
  • Charlie y el gran ascensor de cristal (Charlie and the Great Glass Elevator, 1973).
  • Danny el campeón del mundo (Danny, the Champion of the World, 1975)
  • El enorme cocodrilo (The Enormous Crocodile, 1978)
  • Los Cretinos (The Twits, 1980)
  • La maravillosa medicina de Jorge (George's Marvellous Medicine, 1981)
  • El gran gigante bonachón (The BFG, 1982)
  • Las Brujas (The Witches, 1983)
  • La jirafa, el pelícano y el mono (The Giraffe and the Pelly and Me, 1985)
  • Matilda (Matilda, 1988)
  • Agu Trot (Esio Trot, 1990)
  • El vicario que hablaba al revés (The Vicar of Nibbleswicke, 1991), obra póstuma
  • Los Minpins (The Minpins, 1991), obra póstuma

POESÍA PARA NIÑOS
  • Cuentos en verso para niños perversos (1982)
  • ¡Qué asco de bichos! (1984)
  • Puchero de rimas (1989)




FICCIÓN PARA ADULTOS
NOVELAS
  • Sometime Never: A Fable for Supermen (Sometime Never: A Fable for Supermen, 1948)
  • Jamás digas nunca (Never Say never, 1956)
  • Mi tío Oswald (My Uncle Oswald, 1979)

ANTOLOGÍAS DE CUENTOS EN ESPAÑOL
  • Dos fábulas
  • El gran cambiazo, (Switch bitch1974)
  • Génesis y catástrofe, (Genesis and Catastrophe: A True Story, 1980)
  • Historias extraordinarias, (The Wonderful Story of Henry Sugar and Six More1977)
  • La venganza es mía S.A., (Vengeance is Mine Inc., 1980)
  • Relatos de lo inesperado, (Tales of the Unexpected1979)
  • Los mejores relatos de Roald Dahl

AUTOBIOGRÁFICOS
  • Boy (relatos de infancia) (Boy: Tales of Childhood1984). Cuenta su vida hasta la edad de veinte años, centrándose en la educación británica de comienzos del siglo XX.
  • Volando solo (Going Solo1986). Continuación del anterior, cuenta su vida como empleado de Shell y su participación en la Segunda Guerra Mundial.
  • Memories with food at Gipsy House (1991)
  • Roald Dahl's Guide to Railway Safety (1991)
  • Mi año (My Year1993)


CINE
  • Sólo se vive dos veces (You only live twice1967)
  • Chitty Chitty Bang Bang (1968)
  • The night digger (1971)
  • Charlie y la fábrica de chocolate (1971)
  • Las brujas (1983)
  • Matilda (película) (1996)
  • Charlie y la fábrica de chocolate (2005)
  • James y el melocotón gigante
  • Fantastic Mr. Fox (2009)
  • BGF (2016)

TELEVISIÓN
  • Suspense (Estados Unidos1949-1954).
  • Cameo Theatre (Estados Unidos1950-1955).
  • Alfred Hitchcock presenta (Estados Unidos1955-1962).
  • Way out (Estados Unidos1961).
  • That was the week that was (Reino Unido1962-1963).
  • Thirty-minute theatre (Reino Unido1965-1973).
  • Late night horror (Estados Unidos1968).
Roald Dahl fue también presentador de los programas Way out y 
Tales of the unexpected (en su primera temporada).


ADAPTACIONES DE SUS OBRAS
CINE
  • 36 hours (Estados Unidos1967, de su cuento Beware of the dog)
  • Willy Wonka y su fábrica de chocolate (1971, de su novela Charlie y la fábrica de chocolate)
  • The BFG (Reino Unido1989)
  • Breaking point (Estados Unidos1989, de su cuento Beware of the dog)
  • Las brujas (Reino Unido1990)
  • Four Rooms (Estados Unidos1995, de su cuento Hombre del Sur)
  • James y el melocotón gigante (Estados Unidos-Reino Unido1996)
  • Matilda (Estados Unidos1996)
  • Inaudito (Corto, México1999, de su cuento La máquina del sonido)
  • Genesis and catastrophe (Corto, Estados Unidos2000, de su cuento Génesis y catástrofe)
  • Charlie y la fábrica de chocolate (Estados Unidos-Reino Unido-Australia2005)
  • Fantastic Mr. Fox (Estados Unidos2009)
  • BGF (2016)

TELEVISIÓN
  • Danger (Estados Unidos1950-1955, de su cuento Apuestas)
  • Star tonight (Estados Unidos19551956, de su cuento Gastrónomos)
  • Alfred Hitchcock presenta (Estados Unidos1955-1962, diversos cuentos)
  • Suspicion (Estados Unidos1957, de su cuento La subida al cielo)
  • Way out (Estados Unidos1961, de su cuento William y Mary)
  • Parson's pleasure (Corto, Reino Unido1965, de su cuento Placer de clérigo)
  • Taste (Corto, Reino Unido1967, de su cuento Gastrónomos)
  • Tales of the unexpected (Reino Unido1979-1988, diversos cuentos)
  • Danny the champion of the world (película para televisión, Reino Unido1989)





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