martes, 16 de septiembre de 2014

Vladimir Nabokov

Vladimir Nabokov
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Vladimir Nabokov

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DRAGON

Vladimir Nabokov
(1899 - 1977)

El escritor ruso Vladimir Nabokov nació el 23 (se dice también que el 22) de abril de 1899 en la casa de campo de la familia, Vyra, en la provincia de San Petersburgo, atendido por un ejército de más de 50 criados y pasó su primera infancia educado por institutrices inglesas y francesas, que serían sustituidas más tarde por preceptores rusos y alemanes. Hijo de Vladimir Dmitrievich Nabokov, jurista y estadista, hijo de un ministro de Justicia bajo los zares y de la baronesa María Bon Korff. 

Heredó de su padre la pasión por las mariposas y el ajedrez. Cursó estudios en el Prince Tenishev School entre 1910 y 1917, y en el Trinity College, Cambridge en 1922. 

Para escapar a la revolución bolchevique, salió junto a su familia de Rusia (1919) y se radicó en Berlín, Alemania. Para ganarse la vida enseñó inglés, fue profesor de tenis, y también creó crucigramas para el periódico ruso Rul de 1922 a 1937. Se ganó cierta reputación como escritor de ficción (en ruso) bajo el seudónimo de, V. Sirin. El joven exiliado comenzó a labrarse fama como escritor entre la colonia de exiliados rusos. También de entonces data su matrimonio con Vera, una rusa de ascendencia judía y su compañera de por vida.

Se trasladó a París (1937), entonces huyendo de los nazis y más tarde emigró a los Estados Unidos con su esposa e hijo (1940). Enseñó en Stanford durante el verano de 1941 y en Wellesley (1941-48); como especialista en mariposas. A partir de 1948 hasta 1959 dio clases en Cornell. Hablaba inglés desde niño pero no comenzó a escribir en este idioma hasta después de su llegada a los EE.UU. 

Su obra incluye poesía, ficción, drama, autobiografía, ensayos, traducciones, y crítica literaria, así como trabajos sobre mariposas y ajedrez. Es popularmente conocido por su novela, Lolita (1955) extraordinaria novela, donde Humbert, un hombre mayor, se enamora de una niña de 12 años, Lolita, y la seduce. Los editores americanos temieron lo peor y tardaron en publicarla. Apareció primero en Francia, y tras diversos escándalos y la publicidad que obtuvo, salió en USA (1958), donde consiguió un éxito perdurable. Escribió además Pálido fuego, Ada o el ardor, ¡Mirad a los arlequines! o La dádiva que figuran entre las obras maestras de la literatura de todos los tiempos. Muchos críticos y moralistas atacaron a su novela Lolita que se convirtió en un bestseller tras publicarse cuando ya había cumplido los 56 años y que le dio el reconocimiento y la fama internacional. En 1959 se estableció en Suiza. 

Vladimir Nabokov falleció el 2 de julio de 1977, en Montreux, Suiza.





NABOKOV, ESE PERSONAJE

Vladimir Nabokov pertenece a esa clases de personajes cuya verdadera existencia queda sepultada bajo algunos tópicos demasiado poderosos para permitir examinar el resto de los detalles sustanciales de su biografía. La idea aproximada que algunos tienen del escritor es la de un extravagante cazador de mariposas, cuando no la de un acechador de nínfulas que atienden por el nombre de Lolita, lo que, a fin de cuentas, viene a ser la misma cosa.

La fotografía de un Nabokov senil en pantalón corto, disfrazado de lepidopterólogo y con un cazamariposas en la mano, se superpone con la visión del maduro profesor Humbert Humbert acosando a la Lolita novelesca. Ambas imágenes encierran un germen de patetismo, lo que distaba mucho de la realidad del exiliado ruso en Estados Unidos que era un hombre serio, sensato, nada aficionado a las jovencitas, y sí a los lepidópteros, tal como tuvo que aclarar en repetidas ocasiones, y absolutamente fiel a su mujer, Vera.

Es cierto que con el escándalo que supuso la publicación de Lolita, Nabokov, que ya había cumplido los 56 años, logró el reconocimiento y la fama internacional. Pero por esa misma razón le empezaron a insultar algunos críticos y se vio obligado a asegurar en numerosas entrevistas que su novela no era en absoluto autobiográfica. Pese a ciertas escaramuzas con la censura, y aunque en la época de gestación de la obra había intentado quemar el manuscrito cuando en un momento se le había resistido, Lolita era uno de sus libros más queridos.


Vladimir Nabokov

PROFESOR EXPERTO

No cabe duda de que Nabokov conocía de primera mano las reacciones de Humbert Humbert, y lo que es más sorprendente, al autor no se le escapó ni un solo matiz de la compleja psicología de su Lolita. Es muy posible que Nabokov adquiriese sus profundos conocimientos sobre el despliegue de la seducción femenina, en sus múltiples variedades desde nínfulas a conquistadoras expertas, durante sus años como profesor de literatura en Wellesley College, la prestigiosa universidad norteamericana que imparte clases exclusivamente a mujeres. Sin embargo, tras su itinerancia de ruso blanco exiliado, primero en Cambridge, donde estudió zoología y literatura rusa y francesa, y más tarde en Alemania y Francia, y por debajo del éxito posterior como escritor en su asentamiento en Estados Unidos, emerge la verdadera personalidad de Vladimir Nabokov: un hombre desposeído de una considerable fortuna familiar que tuvo que abandonar el territorio seguro de la infancia al tiempo que era arrancado de sus paisajes y sus afectos. Porque Vladimir Nabokov había sido un niño muy rico. Inmensamente rico, habría que apostillar. Nació el 23 de abril de 1899 en la casa de campo de la familia, Vyra, en la provincia de San Petersburgo, atendido por un ejército de más de 50 criados y pasó su primera infancia educado por institutrices inglesas y francesas, que serían sustituidas más tarde por preceptores rusos y alemanes.

Su padre era Vladimir Dmitrievich Nabokov, jurista y estadista, hijo de un ministro de Justicia bajo los zares y de la baronesa María Bon Korff. Impartió clases en la Escuela Imperial de Jurisprudencia de San Petersburgo, fue codirector del diario liberal Rech y diputado activo del primer Parlamento ruso, por lo que tuvo problemas con el Zar. Llegó a ser ministro de Justicia del gobierno regional de Crimea, antes de marchar a su exilio londinense y ser asesinado, años después, casi por azar, por dos fascistas que pretendían atentar contra un conferenciante en el Berlín de 1922. El padre de Nabokov se interpuso y encontró su destino en una bala que no iba dirigida a él. Los antepasados del escritor por parte de madre pertenecían a la aristocracia terrateniente de la provincia de Kazan y poseían minas de oro en el lado siberiano de los Urales.

Nabokov se sentía orgulloso de su abuelo materno, magistrado y filántropo, y de su pintoresca tía Praskovia, doctora en Medicina y autora de obras de psiquiatría, antropología y política social. Era una mujer erudita que llegó a tratar a Antón Chéjov, aunque en una ocasión irritó muchísimo al famoso autor de Tío Vanya, al parecer, por llevarle la contraria en una discusión sobre Medicina. Según Nabokov, las últimas palabras que dijo la visionaria tía Praskovia en su lecho de muerte fueron: "Qué interesante. Ahora lo entiendo. Todo es agua". Pero además de la riqueza de sus padres, Vladimir recibió siendo un adolescente la herencia de un tío diplomático. La suma en metálico ascendería hoy a varios millones de dólares y el joven Vladimir se convirtió en propietario de una finca campestre de 800 hectáreas de bosque y turberas con una mansión señorial de columnatas blancas.

Como el resto de su patrimonio familiar, todo se perdió en 1919, con la revolución rusa. Sin embargo, Nabokov siempre afirmó que su odio por la revolución bolchevique no tenía que ver con asuntos de propiedad. Despreciaba al ruso emigrado que detestaba "a los rojos" porque le robaron su dinero y sus tierras. "La nostalgia que he estado acariciando durante todos estos años no es el dolor por los billetes de banco perdidos sino una hipertrofiada conciencia de infancia perdida", escribirá Nabokov en Habla, memoria.


Nabokov by Philippe Halsman
Montreux, Switzerland, 1966
Foto de Philippe Halsman

Vladimir Nabokov

Mariposas
Ilustraciones de Vladimir Nabokov

LEPIDÓPTEROS

Según el autor de Lolita, su afición a las mariposas se fraguó debido a los libros que encontró a los ocho años en el desván de la finca de la familia. La Natural History of British Butterflies and Moths, de Newman, las Mémoires del gran duque Nikolay Mihailovich sobre lepidópteros asiáticos, las láminas de insectos del Surinam realizadas en el siglo XVIII por Maria Sybylla Merian y otras joyas del género fascinaron a Nabokov que tuvo el placer, ya de adulto, de dar su nombre al Doguillo de Nabokov o Eupithecia nabokovi. "He cazado mariposas en diversos climas y con diversos disfraces: como guapo niño con pantalones cortos y gorra de marinero; como larguirucho expatriado cosmopolita con pantalones anchos de franela y boina; como gordo anciano de calzón corto y cabeza descubierta. La mayor parte de mis vitrinas han tenido el mismo destino que nuestra casa de Vyra". La sensación de desarraigo siempre perseguirá a Nabokov, que va a convertir la nostalgia y el milieu de los emigrados rusos en los países de adopción, en materia narrativa, al tiempo que se preocupará en sus novelas por personajes a la búsqueda de sí mismos. Del primer caso tenemos ejemplos en ¡Mira los Arlequines! y en La dádiva, mientras que Desesperación y La verdadera vida de Sebastián Knight incidirán en el tema de la identidad y el doble.

Estatua de Nabokov
Montreux

EL AJEDREZ

No fue, sin embargo, un hombre quejoso y aceptó con resignación su nueva vida de traductor y escritor sin muchos recursos. Incluso se vio obligado a dar clases de tenis y de inglés en Berlín, donde conoció a su esposa Vera, también rusa blanca y también traductora.

Y además de desempeñar diversos oficios para ganarse la vida, Nabokov jugaba al ajedrez, otra de sus grandes aficiones. "A lo largo de mis años de exilio dediqué una prodigiosa cantidad de tiempo a la composición de problemas de ajedrez. Se fija en el tablero cierta disposición, y el problema a resolver consiste en averiguar cómo hacerles mate a las negras en un número determinado de movimientos, por lo general dos o tres", escribió. Consideraba el ajedrez como un arte "bello, complejo y estéril".

Según ha contado Nabokov en su autobiografía, sus primeros poemas de amor estuvieron dedicados a Tamara, una muchacha de 15 años con la que conoció la pasión en todos los rincones de los bosques cercanos a la casa de campo familiar. Cuando los Nabokov se instalaron en Crimea antes de partir definitivamente hacia su exilio europeo con unas cuantas joyas escondidas en un bote de polvos de talco, Tamara siguió escribiendo a la dirección de San Petersburgo. Las cartas consiguieron durante un tiempo ser reexpedidas a Crimea, pero Nabokov nunca las contestó. Después, los rastros se perdieron; jamás Vladimir Nabokov volvió a pisar Rusia y de Tamara nunca más se supo. Tal vez habría que buscar sus remotas huellas en Ada o el ardor. Aunque con los escritores nunca se sabe.

Vladimir Nabokov murió en Montreux, a la edad de 78 años, después de conocer el éxito, aunque tuvo que soportar durante años que la crítica marxista le despreciase, tachándole de "ruso blanco" y de "escritor aristocrático". El tiempo le ha dado la razón, convirtiéndole en el talento literario que él creía ser. "Pienso como un genio, escribo como un autor distinguido y hablo como un niño", dijo en una ocasión.


EL MUNDO

Nabokov
Ithaca, 1958
Nabokov
Por Juan García Ponce
Letras Libres, mayo de 2000

La verdadera vida de Sebastian Knight es la primera novela escrita en inglés por Vladimir Nabokov. ¿Cuál es la verdadera vida de Vladimir Nabokov? Su biógrafo, Brian Boyd, nos proporciona una abrumadora biografía con los datos "verdaderos" de su vida y una muy mala interpretación de su arte. Esta gigantesca biografía está dividida en dos volúmenes. Uno, titulado The Russian Years, abarca no sólo los años en que Nabokov vivió en Rusia, sino también los años en que escribió en ruso con el seudónimo V. Sirin habitando en distintos lugares de Europa, a partir del triunfo bolchevique, cuando él y su familia optaron por emigrar, abandonando su principesca vida en la amada Rusia para convertirse en unos cada vez más constreñidos refugiados; el segundo, titulado The American Years, abarca los años en que Nabokov escribió en inglés, cuando su condición de apasionado cazador de mariposas le permitió ser un erudito investigador como lepidopterista en Harvard y un personal y correctamente arbitrario profesor de literatura en Cornell, para terminar, apenas tuvo el necesario éxito económico con Lolita, Pnin y Pale Fire, regresando a Europa, donde se instaló en todo un piso del hotel Montreux Palace, en Montreux, Suiza, y donde escribió sus últimas novelas y está enterrado. Su mujer permaneció también ahí hasta su muerte para poder ver su tumba y está enterrada junto a él. Su hijo Dimitri se fue a vivir a Florida a pesar de que Nabokov siempre declaró no haber abandonado Estados Unidos, "al que amaba tanto", más que por motivos familiares, dado que su hijo Dimitri cantaba como bajo en la Scala de Milán. Este hijo, en cambio, dejó a su madre sola en Montreux y se fue a Estados Unidos donde, suponemos, ayudó, de acuerdo con su particular visión de los hechos, a Brian Boyd a escribir esta monumental biografía. 

Para los hechos reales de los años en Rusia contamos con el bello libro, escrito maravillosamente por el propio Nabokov, llamado Speak, Memory, en el cual tal vez se tergiversan algunos hechos pero todo es real en el sentido literario de la palabra. Como datos sociales, ahí se cuenta que su familia tenía 53 sirvientes en su casa de campo en Vyra, que su madre nunca bajó a la cocina y otros detalles de riqueza muy abundante. ¡Con razón hubo una revolución bolchevique! Sin embargo, el padre de Nabokov era liberal, estaba contra el zar, y fue miembro de la primera Duma (Parlamento), de la cual otro de los diputados fue León Trotski y que fue disuelta por el zar. El capítulo dedicado en Speak, Memory a fijar la vida de su padre es bello y terrible. Su padre era víctima de sus contradicciones. Por su condición social debería haber sido un "conservador"; no obstante, fue un "liberal". Un liberal antibolchevique. Cuando los bolcheviques toman el poder, abandona Rusia con toda su familia. Muere asesinado durante un mitin de los rusos blancos pero de izquierdas, por otro ruso blanco, pero de derechas, al tratar de escudar frente a su asesino a su mejor amigo. Una de sus tías decía: "Están luchando contra ustedes mismos". Es una historia dolorosa. También hay que hablar de la parte bucólica de Speak, Memory, mucho más larga y que sólo señala momentos felices. El niño Vladimir Nabokov, hijo mayor de la pareja formada por Vladimir Dimitrievich Nabokov y Elena Ivanovna Rukavishnikov, tuvo dos hermanos y dos hermanas. Fue un niño excepcionalmente dotado. Aprendió a hablar inglés antes que ruso, tenía un notable sentido del color y un claro poder descriptivo. Son cualidades de escritor. Se debe tener en cuenta que es el escritor Vladimir Nabokov quien habla de ese niño en Speak, Memory. Cada uno de los detalles de la fauna, la flora alrededor de Vyra y cada uno de los detalles de los objetos en la casa y la casa misma, así como sus gobernantes y preceptores, nos son mostrados con singularidad y poder evocativo. Vladimir Nabokov tiene una memoria visual casi absoluta desde los cuatro años y ponemos el casi porque no se debe emplear la palabra absoluto en un mundo donde nada es absoluto; la prueba es que Vyra, al cumplir 18 años el autor, ya sólo es recuerdo junto con San Petersburgo y Rusia en general, que cambia hasta de nombre. Y aquí entra nuestra propia imaginación. 

¿Por qué no pensar que Ada or Ardor es una novela autobiográfica en parte, donde se nos narra a través de las figuras de Van Veen y Ada Veen el amor de Vladimir Nabokov y Olga Nabokov? Brian Boyd se quedaría horrorizado ante esta suposición, tan horrorizado como nosotros ante algunas de sus descripciones de las novelas de Nabokov. Pero la imaginación tiene sus derechos. Nabokov se ocupa muchas veces de niñas en sus novelas. El ejemplo de Lolita viene en seguida a cuento y, sin embargo, todavía se puede recordar a Julia Moore en Transparent Things, a Belle, la hija del segundo matrimonio del protagonista de Look at the Harlequins!, a quien su padre, ante el furor de ella, llama distraídamente Lo, y hasta en menor medida a la protagonista de Laughter in the Dark, sin que por eso lleguemos a la conclusión de la atracción personal del Nabokov adulto por las niñas. El incesto no es uno de los temas favoritos de Nabokov, como lo es el de dos de sus muchas "bestias negras": Thomas Mann y William Faulkner. Y no obstante, ante el retrato familiar donde están Vladimir guapo, delgado, bien vestido, orgulloso hasta la presunción, y Olga con el pelo negro muy largo, bella y atractiva, con facciones perfectas, vestida de marinero, y las múltiples declaraciones de Vladimir Nabokov en el sentido de que siempre fue su hermana favorita, lo que se advierte hasta en una fotografía de 1908 en la que el niño Vladimir le toma la mano a su hermana con una posesión total, ¿cómo no dejar libre a nuestra perversa imaginación? Punto y aparte. 

Volvamos a Nabokov todavía en Vyra y San Petersburgo. Ya es un consumado cazador de mariposas, es un muy buen lector, es un niño consentido, es muy rico hasta personalmente, porque un tío homosexual que acostumbraba tener juegos medio eróticos con él y en cambio ignoraba a su hermano Sergei, quien sí fue homosexual, lo nombra su heredero. Después la despedida de todo eso. Una temporada en Yalta antes de que también los bolcheviques lleguen hasta ahí; su vida como estudiante en Cambridge, donde se gradúa con honores; el traslado a Berlín con la trágica muerte de su padre y el feliz conocimiento de Vera, con la que tiene un hijo y a la que están dedicados sus libros; Francia y el viaje a Estados Unidos con Vera y su pequeño hijo. Como cazador de mariposas conoce a la perfección Estados Unidos, pues él y Vera, con ella siempre manejando, lo recorren de un lado a otro. Ese conocimiento le será muy útil a Nabokov al describir la huida por toda la Unión Americana de Humbert Humbert con Lolita. El regreso a Europa, el continuo amor por Vera, la caza de mariposas por un ya gordo Vladimir Nabokov, la realización de la muy larga Ada or Ardor, de la muy corta y maravillosa Transparent Things, la de Look at the Harlequins! y la muerte provocada por un virus desconocido el 2 de julio de 1977. El valor de Nabokov como novelista es puesto en duda más adelante por notas encabezadas por la de Mary McCarthy, quien habla del supremo egoísmo mostrado en Ada or Ardor y todavía más en duda por los ridículos elogios de Brian Boyd, quien quiere convertirlo en un personaje inmaculado en el mal sentido de la palabra; pero el encanto del magistral narrador permanecerá a pesar de todo.

Vladimir Nabokov
Montreux (Suiza),diciembre de 1976

Nabokov al completo 

50 años después de 'Lolita'

Las obras completas del escritor ruso se publicarán en nueve volúmenes

Cuando se han cumplido 50 años de la aparición de Lolita, la novela que más fama reportó a Nabokov, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores publica las Obras Completas del escritor ruso, después nacionalizado americano, entre las que, para el lector español, hay abundante material inédito. Serán en total nueve los volúmenes que se publiquen, a razón de uno por año, pero la editorial ha querido arrancar en estas fechas no con el primero, sino con el tercero: Novelas 1941-1957, las del primer periodo americano de Nabokov, por ser este volumen el que contiene Lolita.
Con esta novela, publicada en 1955 en París después de que el escritor, afincado en Estados Unidos desde 1940, la viera rechazada por cinco editoriales norteamericanas, verán la luz La verdadera vida de Sebastian KnightBarra siniestra y Pnin, además del guión que Stanley Kubrick le pidió a Nabokov para llevar al cine Lolita -lo hizo en 1962, con James Mason y Sue Lyon en sus papeles principales-, aunque al final no lo utilizara.
Vladimir Nabokov nació en San Petersburgo en 1899, en una familia aristocrática y con dinero que, cuando los bolcheviques llegaron al poder, decidió tomar el camino del exilio. Fueron primero a Crimea, y desde allí a Londres y Cambridge, donde estudió Nabokov, que era trilingüe, pues en casa además del ruso se hablaba francés e inglés. La familia se estableció más tarde en Berlín, donde en 1925 el novelista conocería en un baile de máscaras a la que habría de ser su mujer durante más de 50 años, Vera Slonim, también rusa y también aristócrata, aunque, en su caso, de origen judío, lo que, ante la embestida nazi, empujó al matrimonio a emigrar a Estados Unidos en 1940.
Nabokov, auténtico prestidigitador de la palabra, había publicado con el seudónimo de Vladimir Sirin novelas como La defensa Luzhin o Invitado a una decapitación, pero tras asentarse en América decidió lanzarse a escribir en la lengua local, no sin antes pasar un doloroso proceso de desprendimiento de su amado ruso, lengua que, según su mujer, había perfeccionado a lo largo de los años hasta hacer de ella "algo único y peculiar de él, un auténtico artefacto de belleza".
Novela tabú en EE UU
En inglés, idioma que comenzó a doblegar a su antojo y a transformar en "algo que, por su cadencia, su melodía y su flexibilidad, jamás había sido antes", también según Vera, Nabokov se estrenaría con La verdadera vida de Sebastian Knight (1941) y escribiría después Barra siniestra y Lolita (1955), que le consagró definitivamente como escritor, y que él mismo traduciría después al ruso.
Sin embargo, para verla publicada tuvo que darla a una editorial francesa, Olympia Press, especializada en literatura erótica y en autores como Jean Genet, Marqués de Sade, Henry Miller o William Burroughs. La novela, que narraba la obsesiva relación de un hombre maduro con una adolescente precoz, resultaba tabú en Estados Unidos. Y ello, por partida triple, pues a la pasión de aquel adulto por aquella niña de 12 años se añadían otras cuestiones también rechazadas entonces, como el matrimonio entre un negro y una blanca, o la existencia feliz de un ateo.
"El mundo es un cachorro que está esperando que alguien salga a jugar con él", decía este autor, amante a partes iguales de la literatura y de las mariposas, en cuyos libros, como señala el escritor Juan Bonilla en el prólogo, "la belleza acaba siendo tan importante como sus personajes principales". Nabokov, que publicaría después otros títulos de éxito como Pálido fuego (1962) y Ada o el ardor, ante el que se rendirían de una vez por todas sus lectores, moriría en Montreux (Suiza) a los 78 años.


Vladimir Nabokov

Dimitri Nabokov, 

polémico custodio de la obra paterna


El hijo del autor de ‘Lolita’ tradujo al inglés gran parte de los escritos del padre, fue cantante de ópera y pilotó bólidos



Dimitri Nabokov en 1999, ante un retrato de su padre. /DONALD STAMPFLI (AP)
A  pesar de una personalidad desbordante que le llevó a convertirse en bajo de ópera, piloto de carreras profesional y escalador, Dimitri Nabokov siempre vivió bajo el signo de ser hijo de uno de los colosos de la literatura del siglo XX: Vladímir, cuya Lolita escandalizara a los estadounidenses de los cincuenta, sirviera a Stanley Kubrick su memorable obra homónima y añadiera una nueva entrada a los diccionarios de múltiples lenguas. Dimitri Nabokov (Berlín, 1934) moría el pasado 22 de febrero en Vevey, Suiza, a los 77 años.
La de los Nabokov es una historia de exilio en la que reverberan las grandes conmociones políticas del siglo pasado. El prominente estadista Vladímir Dimitrievich Nabokov, padre del novelista, abandonó Rusia con su familia ante el avance bolchevique. Se establecieron primero en Inglaterra y más tarde fijaron su residencia en Berlín, donde Vladímir Nabokov contraería matrimonio con Vera y donde nacería el único hijo del matrimonio, Dimitri. La estancia en Alemania se prolongaría hasta 1937, fecha en la que huyeron de las leyes antisemitas del régimen hitleriano: Vera era judía. Vladímir, Vera y Dimitri se refugiaron en París hasta que en 1940 tuvieron que volver a huir de las botas nazis. En ese mismo año se instalaron en Estados Unidos y en 1961, tras el arrollador éxito de Lolita, se asentaron finalmente en Montreux (Suiza).
Durante la estancia en EE UU, Dimitri cursó Historia y Literatura en la Universidad de Harvard. Concluyó brillantemente sus estudios en 1955, pese a que, como observara su padre (que se endeudó para enviar a su hijo a tan prestigiosa institución), los intereses de Dimitri fueran “el montañismo, las chicas, la música, las pistas de carreras, el tenis y sus estudios... por ese orden”.
Una vez graduado, y tras un fallido intento de trasladar al inglés el clásico de Mijaíl Lermontov Un héroe de nuestro tiempo —tarea que tuvo que concluir el padre—, emprendió —y esta vez remató— la traducción al inglés de las obras de Vladímir Invitación a una decapitación y La dádiva; empezaba así una colaboración paterno-filial que duraría hasta el fallecimiento del novelista, en 1977.
El peso de la fama del progenitor no aplastó su exuberante vitalidad. En 1960 debutó como cantante de ópera junto al por entonces novato Luciano Pavarotti, interpretando La Bohème; dos años después, dejó la ópera para convertirse en piloto profesional de coches de carreras, actividad a la que se dedicó hasta 1965, cuando regresó a los escenarios.
En 1982 Dimitri, que no había abandonado su afición a la velocidad, estrelló su Ferrari, sufriendo gravísimas lesiones.
Tras recuperarse, abandonó teatros de ópera y circuitos y dedicó el resto de sus días a conservar y difundir el legado del padre fallecido: siguió con la traducción de su obra, hizo versiones escénicas de algunos de sus escritos, dio conferencias en las que atacaba a los detractores del escritor y publicó unas memorias en las que desgranaba su relación con él, On revisiting father’s room.
Al morir su madre, en 1991, asumió toda la responsabilidad sobre el legado del progenitor y vendió lo que quedaba del archivo paterno a la biblioteca pública de Nueva York. En 2008 tomó la muy polémica decisión de publicar la novela fragmentaria El original de Laura(Anagrama, 2010), obra que el autor ruso había dispuesto que se destruyera tras su muerte.


BIBLIOGRAFÍA
  • Máshenka, 1926 (Машенька), novela
  • Rey, dama, valet, 1927-1928 (Король, дама, валет), novela
  • La defensa de Luzhin, 1929-1930 (Защита Лужина), novela
  • El ojo, 1930 (Соглядатай), novela corta
  • Regreso de Chorb, 1930 (Возвращение Чорба), colección de cuentos
  • La hazaña, 1932 (Подвиг), novela corta
  • Cámara oscura, 1932 (Камера обскура), novela
  • Desesperación, 1936 (Отчаяние), novela corta
  • La dádiva, 1937-1938 (Дар), novela
  • La invitación a la ejecución, 1938 (Приглашение на казнь), novela
  • La invención de Valts, 1938 (Изобретение Вальса), drama
  • Risa en la oscuridad, 1938 (Laughter in the Dark)
  • El hechicero, 1939 (Волшебник), cuento
  • La verdadera vida de Sebastian Knight, 1941 (The Real Life of Sebastian Knight), novela
  • Barra siniestra, 1947, (Bend Sinister), 1947 , novela
  • Las otras orillas, 1954 (Другие берега), autobiografía
  • Lolita, 1955, novela
  • La primavera en Fialta, 1956 colección de cuentos (Весна в Фиальте)
  • Pnin, 1957, novela
  • Pálido fuego, 1962 (Pale fire), novela
  • Habla, memoria, 1967 (Speak, Memory. An Autobiography Revisited), autobiografía
  • Ada o el ardor, 1969 (Ada or Ardor: A Family Chronicle), novela
  • Transparent Things, 1972, novela
  • Una belleza rusa, 1973 colección de cuentos
  • Look at the Harlequins!, 1974, novela
  • The Original of Laura (El original de Laura), 1975-1977 (publicada en noviembre de 2009), novela.
  • Curso de literatura europea (crítica literaria)
  • Curso de literatura rusa (crítica literaria)
  • Opiniones contundentes (entrevistas), 1973


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