Umberto Valverde
(Cali, 1947)
Nacido en Cali el 3 de junio de 1947, Umberto Valverde hace parte de eso que la crítica literaria ha llamado el “posboom latinoamericano”; es compañero generacional de Óscar Collazos (1941), Fernando Vallejo (1942), Gustavo Álvarez Gardeazábal (1945), Luis Fayad (1945), Antonio Caballero (1945), Fanny Buitrago (1946), Rafael Humberto Moreno-Durán (1946), Roberto Burgos Cantor (1948) y Andrés Caicedo (1951), entre otros, que comenzaron a publicar sus obras al rededor de los años 70 del siglo pasado y a los que se les adjudica la “ruptura” con el realismo mágico, la promoción de intensos debates en las universidades en pleno auge de la Revolución Cubana y los movimientos estudiantiles del 68 y la adopción de la temática de lo urbano como una actitud generacional en la escritura.
De formación autodidacta, la profesión que más ha ejercido en su carrera intelectual es la de periodista, dedicado a escribir en diversos medios columnas de opinión y análisis político, crítica de cine, crónica deportiva, y periodismo literario y cultural. No obstante, su actividad en la escritura lo ha llevado a transitar por géneros literarios como el cuento y la novela, y a la escritura de guiones cinematográficos.
Como periodista ha publicado: Colombia, 3 vías a la revolución (reportajes políticos), en colaboración con Óscar Collazos; Reportaje crítico al cine colombiano, libro de obligada referencia para quien quiera conocer la historia del cine en el país; La Máquina, antología de notas periodísticas que compila una amplia selección de escritos diversos que circularon en los periódicos El Pueblo, Occidente, y El Tiempo, en su famosa columna Barcarola; Abran Paso, historia de las orquestas femeninas de Cali y Memoria de la Sonora Matancera. Ha sido jefe de redacción de la revista Libros (Bogotá, 1977-1978), editor y director de las revistas Trailer, especializada en cine; América, publicación deportiva del América de Cali, con la que tuvo oportunidad de viajar por todo el continente americano acompañando y escribiendo las hazañas y derrotas del equipo rojo de la ciudad de Cali (1982-1995); y el periódico La Palabra (1992-1999) donde además de construir una de las bitácoras culturales más importantes de la ciudad, ayudó a forjar una generación de nuevos periodistas y escritores en los estudiantes de literatura y comunicación social de la Universidad del Valle, quienes aprovechaban este medio para realizar sus prácticas. También fue director del programa “Música Abierta”, especializado en latin jazz y que a través de Univalle Estereo logró realizar 200 emisiones desde septiembre de 1995 hasta enero del 2000. Actualmente dirige el periódico Metrocali, órgano de difusión institucional de la compañía estatal encargada de construir el sistema de transporte masivo de la ciudad de Cali.
Su obra literaria ha sido marcada profundamente por su origen y vivencias en la ciudad de Cali y en el barrio obrero, inmortalizados en algunos de sus libros. Hijo de una familia humilde –su madre, María Rojas, fue obrera, y su padre, Octavio Valverde, carpintero-, Umberto Valverde padeció los rigores de la pobreza y la opresión política durante los últimos años de la dictadura de Rojas Pinilla y los primeros del Frente Nacional, forjó su carácter recio entre el ambiente duro de la calle y la gallada, los teatros populares donde escuchó sus primeros sones, boleros y guarachas, desarrollando un gusto y un saber hacia la música afroantillana que lo ha llevado a convertirla en tema recurrente de su escritura, y donde también vio en cine a Tin Tan, la Tongolele, Maria Antonieta Pons, Pedro Infante, Resortes y demás estrellas del cine mexicano, que determinaron no solo su infancia sino la de toda una generación de rumberos caleños, y con ellos, el rumbo de esta ciudad que ha alcanzado fama continental gracias al talento de sus bailarines; también adquirió gran parte de su formación vital recorriendo los bares, griles, discotecas y burdeles de esta ciudad y de ese barrio “de putas y mariguaneros”, como lo califica alguno de sus personajes, pero también de gente humilde y buena, de futbolistas, de adolescentes hermosas en la flor de su curiosidad,de rumberos bravos, de activistas políticos, y, como él lo demuestra, de artistas, escritores y bohemios.
Su talento para la escritura comienza a ser descubierto en 1965, al destacarse como finalista en el Concurso Nacional de Cuento del V Festival Nacional de Arte de Cali, con su relato La piel del caos. En agosto de 1970, obtiene el primer premio nacional de cuento, concurso Universidad Externado de Colombia, con el relato La calle mocha. Entre 1970 y 1971 reside en Mexico D.F., donde la editorial Diógenes publica su primer libro Bomba Camará, que en 1969 se había ganado la mención de honor del Premio Casa de las Américas. En 1976 es nombrado jurado de la segunda bienal de novela Vivencias, en compañía de Alvaro Mutis, Antonio Panesso Robledo, Fernando Charry Lara y Darío Ruiz. Ese mismo año es publicado su segundo libro de relatos En busca de tu nombre por la editorial de la Universidad de Antioquia, libro que es reeditado por el Instituto Colombiano de Cultura y prologado por Jacques Gilard. En 1981 la editorial Oveja Negra publica su novela Celia Cruz, reina rumba, que se convierte en la única biografía escrita en vida de la cantante cubana, promocionada por ella misma y que a partir de la segunda edición llevó por prólogo una carta que Guillermo Cabrera Infante le escribe a Valverde después de leerla. Su última novela publicada se llama Quítate de la vía perico (2002), la cuál recrea mediante el artilugio de la crónica ficticia un testimonio sobre la rumba caliente caleña durante el auge del cartel de Cali.
En cine ha colaborado en varias obras con el cineasta caleño, recientemente fallecido, Carlos Mayolo, como Una experiencia, creación colectiva (1971), Rodillanegra (1976) basado en su relato Un faul para el Pibe (Bomba Camará, 1972), y Aquél 19 (1985) argumental para el que escribió el guión original. Ha sido jurado del canal regional de Telepacífico en el marco del Festival de Cine de Cartagena, 1989, 1990, 199l y jurado de cine colombiano del mismo certamen en su versión 41 en el año 2001; jurado del II Concurso Iberoamericano de Cortometraje realizado en el marco de la versión 34 del Festival Internacional de Cine de Cartagena; y jurado del Primer Concurso de Crítica de Cine del periódico La Palabra, en 1995. Recientemente ganó el Premio Ibermedia a Guión en desarrollo, 2007, con la película La Dura, de la que encontramos una primera versión del guión en su novela Quítate de la vía Perico, y el cuál, ha sido desarrollado en compañía del cineasta Antonio Dorado.
Además de su trabajo periodístico, literario y cinematográfico, ha tenido gran importancia como gestor y promotor cultural en la ciudad de Cali, trabajando como integrante del Comité Organizador del Festival Internacional de Arte de Cali en las versiones de 1987, 1988, 1989; como director artístico de la XXXII edición de la Feria de Cali, bajo la dirección general de José Pardo Llada, en 1989, y bajo las amenazas explosivas que el cartel de Medellín había dejado consignadas en grafitis en las paredes de la ciudad, donde prometían que ese año la ciudad de sus enemigos, el Cartel de Cali, pasaría una navidad negra. Afortunadamente Pablo Escobar no hizo realidad sus amenazas y fue esta una de las versiones más exitosas en la historia de la Feria de Cali. También ha sido jurado del Festival de orquestas de este evento durante los años 1996, 1997 y 1998; y jurado y promotor del Festival de Música del Pacífico “Petronio Álvarez” en 1997 y 1998. Actualmente se desempeña como jefe de prensa de Metrocali, cargo que ocupa desde 1999.
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