viernes, 8 de junio de 2018

David Douglas Duncan / Fotógrafo de Picasso

David Douglas Duncan
1945

DE OTROS MUNDOS



David Douglas Duncan
(1916 - 2018)


David Douglas Duncan es un fotoperiodista estadounidense (nacido el 23 de enero de 1916 en Kansas City, Missouri) considerado uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX, muy conocido por sus dramáticas fotografías de guerra, Corea y Vietnam principalmente, y de Picasso. Nació en Kansas City, Missouri, el 23 de enero de 1916 y falleció en un hospital de la Costa Azul francesa el 7 de junio de 2018.


Con una infancia marcada por su interés por la vida al aire libre, estudió arqueología y zoología marina.


Fotografiando como freelance obtuvo sin querer fotografías del famoso ladrón de bancos John Dillinger, disfrazado de mujer, queriendo entrar un hotel incendiado en Tucson para recuperar una maleta con el fruto de su botín. Fotos que se perdieron en el diario Tucson Citizen sin llegar a ser impresas.

En la Segunda Guerra Mundial, fue fotógrafo en los frentes del Pacífico Sur. Durante este tiempo, revistas como National Geographic le compraron diversos artículos, lo que le animó a continuar con la fotografía tras el fin del conflicto.

Así, entre 1946 y 1956 fue fotoperiodista para la conocida revista Life, para la que inmortalizó acontecimientos históricos como el final de la ocupación británica de India, el boom del petróleo en Arabia Saudí, la guerra civil de Grecia y, sobre todo, las guerras de Corea y Vietnam.

Robert Capa le animó a conocer a Pablo Picasso. En 1956, en uno de sus viajes a Europa, probó suerte, se dirigió a Mougins, Cannes, y se presentó en la casa del artista, La Californie, con un anillo grabado con los nombres ‘PICASSO – DUNCAN’ como regalo de bienvenida, siendo recibido por el artista mientras éste se bañaba. Fue cuando le tomó su célebre primer retrato y surgió una amistad que duró hasta la muerte del andaluz en 1973 y que propició miles de fotografías (25.000) y siete libros que introducen al lector en un espacio reservado para el trabajo, la familia y los amigos del genial pintor.

En 1971 se convirtió en el primer fotógrafo en exponer en solitario en Whitney Museum of American Artde Nueva York, tras haber recibido en 1967 la medalla de oro Robert Capa, premio que otorga el Overseas Press Club.

En 1996 donó su archivo al Harry Ransom Center, de la Universidad de Texas en Austin.


Picasso en 1957
Fotografía de David Douglas Duncan


Las jóvenes generaciones quizá piensan que Picasso era misterioso. No lo era en absoluto. Para mí, en cambio, existe un misterio: le he fotografiado unas veinticinco mil veces. En cada ocasión, parecía completamente normal, semejante a cualquier persona, excepto por los ojos. Se reía, estaba siempre muy atento a lo que decías, se interesaba por ti. Pero en mis encuentros con él nunca llegué a saber en qué pensaba.

David Douglas Duncan


Jacqueline Roque y Pablo Picasso
Fotografía de David Douglas Duncan

Fotografiar una historia de amor

David Douglas Duncan expone en Barcelona 100 instantáneas sobre la vida privada de Pablo Picasso

AGUSTÍ FANCELLI
Barcelona 30 NOV 1988
"He fotografiado la historia de amor entre Pablo Picasso y su mujer, Jacqueline". El fotógrafo norteamericano David Douglas Duncan (Kansas City, 1916) fue, a partir de 1956, testimonio de excepción de la vida privada de Picasso, con quien estrechó una sólida amistad, que le permitió tener libre acceso a las sucesivas residencias del artista y disparar libremente sus cámaras. De las más de 25.000 instantáneas obtenidas a lo largo de 17 años, en la sala de exposiciones de la Fundació Caixa de Pensions de Barcelona se muestra una selección de 100, titulada La magia de Picasso.
La exposición pone el acento en el entorno familiar de Pablo Picasso, constituido por su mujer Jacqueline y sus hijos Claude, Paloma y Octavio. Precisamente Duncan acaba de publicar en 11 países —en España editado por Muchnik— un álbum de fotos titulado Picasso y, Jacqueline, sexto trabajo del fotógrafo sobre la vida y la obra del artista. La mayoría de fotos de la muestra se recogen en este volumen, cuya historia forma parte de la profunda amistad entre el fotógrafo y los Picasso.
"Durante más de un año había estado trabajando en un libro que debía titularse Los Picasso olvidados, dedicado a la cerámica de Pablo, su producción menos conocida", cuenta Duncan. "Era hacia 1985. En dos ocasiones había mostrado la maqueta del libro a Jacqueline, que se me había puesto a llorar sin articular palabra. Era una mujer frágil, menuda... Finalmente llevé la maqueta a la Feria de Francfort del año siguiente. Allí conseguí que cinco editores respaldaran el proyecto. No llamé por teléfono a Jacqueline para comunicarle la buena noticia. Decidí coger el coche e írsela a dar personalmente a su casa de Nôtre-Dame-de-Vie, en Mougins. Llegué poco después de que Jacqueline se disparara. Si hubiera telefoneado, quizá hubiera evitado la tragedia.
Por respeto, por amistad, Duncan echó la maqueta a la papelera. Y empezó a trabajar en el libro recientemente aparecido, que ha sido impreso por Mondadori en Verona. No parece casualidad que sea la ciudad de Romeo y Julieta la elegida para este cometido. "No he necesitado ser un buen fotógrafo para fotografiar a Picasso. Él era ya muy fotogénico, a parte de que le gustaba escenificar su propia vida privada. Únicamente he necesitado ser competente".
Duncan necesitó también 17 años de intensa amistad que le permitieron trabajar con la máxima libertad. Hasta tal punto quedó integrado en el paisaje familiar picassiano, que fue alternativamente bautizado por Pablo y Jacqueline con el sobrenombre de Ismael y el mote de Gitano. "Picasso cambió mi forma de mirar. En los libros que fui haciendo tras haberle conocido me di cuenta, de que me acercaba mucho más a las caras que antes".
Pero si Picasso y su entorno han constituido la parte central del trabajo de Duncan, el radio de acción de este inquieto fotógrafo ha sido mucho más amplio. En 1946 entró a formar parte del equipo de la revista Life para la que realizó diferentes reportajes. En 1950 fue el primer fotógrafo occidental que llegó a Corea para fijar la guerra en unas películas, que posteriormente darían lugar a un legendario álbum, This is war! (¡Esto es la guerra!, 1951).
En 1966 publicó Yankee Nomad (Nómada Yanqui), una especie de autobiografía fotográfica, y dos años más tarde cubrió las convenciones demócrata y republicana que integrarían el volumen Self Portrait: USA (Autorretrato: USA).Tampoco la guerra del Vietnam pasó desapercibida a sus objetivos: War without Heroes (Guerra sin héroes) fue el significativo título que dio al volumen aparecido en 1970.
"Cuando empecé, hace 50 años, estaba orgulloso de vender fotografías al National Geographic por cinco dólares la unidad, sobre temas de aventuras y pesca mayor [estudió biología marina en la Universidad de Miami]. Pero hoy existen tan buenos profesionales que estoy seguro de que no conseguiría colocar ni una", afirma Duncan, quien se considera "un buen fotógrafo, aunque no el mejor del mundo: este título corresponde a Cartier Bresson".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de noviembre de 1988

Picasso en la bañera
Foto de David Douglas Duncan

El Picasso que donó David Douglas Duncan

A propósito de la reapertura del Museo Picasso en París, recordamos la historia de esta muestra permanente en el museo homólogo de Barcelona y que recoge la amistad de dos artistas esenciales del siglo XX.

Uno de los retratos de David Douglas Duncan: Picasso pintando un plato español en La Californie, 1957. / David Douglas Duncan
Robert Capa le había prometido a su amigo David Douglas Duncan, también fotógrafo de guerra, que le presentaría a Picasso; sin embargo, Capa murió en 1954 durante la Primera Guerra de Indochina. Dos años después Duncan coincidió en Francia con el pintor español y decidió llamarlo. Respondió su esposa, Jacqueline Roque, quien lo invitó a pasar por La Californie, la casa-taller de Cannes. Desde ese día, hasta la muerte del artista, en 1973, fueron amigos. 

“Cuando Picasso vio la fotografía de un amigo mío que había caído muerto, tendido en una colina, se sobrecogió, como si el proyectil hubiera impactado en él. Mis fotografías de guerra parecían abrumarle. Los ojos se le llenaban de lágrimas y su compasión hacia lo que acababa de ver era absoluta. Nunca he fotografiado una expresión más trágica”. Las palabras de Duncan se leen sobre una de las paredes del Museo Picasso de Barcelona. Al lado del texto están las tres fotos: la del amigo vivo, la del amigo muerto y la del rostro triste del pintor en primer plano. Detrás del lente: David Douglas Duncan. 
Las imágenes aquí narradas forman parte de la donación que David Douglas Duncan hizo al Museo Picasso de Barcelona. Son en total 163 fotografías tomadas entre 1956 y 1962 que se podrán visitar hasta el 11 de enero de 2015. Al recorrer la muestra se ve el diálogo con algunas obras de la colección permanente del museo. Por ejemplo: en una fotografía aparecen los pichones que habitaban el segundo piso del palomar en La Californie, pichones que se convertirían tiempo después en una pintura de Picasso. Lo mismo pasa con sus “pruebas enjuagadas”, el retrato muestra a Picasso introduciendo una de sus estampas en la bañera y muy cerca de la foto los visitantes pueden ver la “prueba enjuagada”. Proceso y resultado como forma de diálogo entre dos artistas. 
El Museo Picasso de Barcelona cuenta con 4.251 obras en la colección permanente y es el centro de referencia para conocer detalles sobre la vida y trabajo del pintor, especialmente sobre su época de formación. Picasso pasó años importantes de su adolescencia en la ciudad y quiso tener allí un museo, por esta razón Jaume Sabartés, amigo y secretario personal, donó su colección y el Palacio Aguilar de la calle Montcada fue abierto como museo en 1963. Hoy aparte de la exposición permanente y las temporales, se puede participar en actividades extra como clubs de lectura, talleres de grabado y estampación y charlas especializadas. 
La exposición cuenta hechos que marcaron la producción artística de Picasso, como cuando estuvo en una muestra de cerámica en 1957; a partir de esta visita realizó una serie de bandejas llamada “platos españoles” y las decoró con imágenes de animales: búhos, peces, aves. Algunos ejemplos de este trabajo se pueden ver junto a las fotos de su proceso creativo tomadas por Duncan. Un fotógrafo con carta abierta para retratar a un Picasso familiar y cotidiano, el mismo que cuando era niño le gustaba hacer figuras de papel para entretener a sus hermanas y tías, que más tarde en su etapa profesional aplicaría esta técnica para sus papiers collés y la aprovecharía en su vida personal para entretener a sus hijos y amigos, como en la foto del búho que cubre sus ojos o el conejo con el que Lump juega en La Californie. 
Detrás de todas estas imágenes estuvo David Douglas Duncan. Robert Capa le diría: “David, las fotos son muy buenas, te has acercado lo suficiente”.
David Douglas Duncan y Pablo Picasso
Muere estadounidense 
David Douglas Duncan, 
fotógrafo del Picasso más íntimo

El fotógrafo estadounidense David Douglas Duncan, célebre por sus imágenes de guerra y por haber inmortalizado a Picasso, falleció a los 102 años en el sureste francés, donde vivió una estrecha amistad con el artista español.
Douglas Duncan murió como consecuencia de una "neumopatía, rodeado de sus allegados", indicó el viernes el director del Museo Picasso de Antibes (sureste), Jean-Louis Andral.
El fotógrafo, conocido por sus iniciales DDD, entró en contacto con Picasso en 1956 y fueron amigos hasta su muerte en 1973, una relación que se mantuvo luego con su viuda, Jacqueline.
"Douglas Duncan venía de un viaje de Afganistán. Pasó por Cannes y fue a ver a Picasso por recomendación de Robert Capa. Su esposa le abrió la puerta y le dijo que entrara. Picasso estaba en la bañera y Douglas Duncan le preguntó si podía ir a buscar su cámara". Así nació una amistad y la primera de muchas fotografías, explicó a la AFP Silvia Domènech, responsable del Centro de Documentación del Museo Picasso de Barcelona.
"Creo que le intrigué. Había llegado con un Mercedes 300 SL, con las puertas que se abren como alas de mariposa. Además", el autor de El Guernica "respetaba mucho a quienes como yo habían conocido los horrores de la guerra", explicó el fotógrafo en una entrevista con el diario francés Le Figaro en 2012.
Uno más de la familia
El fotógrafo se convirtió en un inquilino más de la casa familiar, si bien no se comunicaban mucho entre ellos, sobre todo al principio "porque Picasso no hablaba inglés y Douglas Duncan apenas español", dijo Domènech.
Picasso tuvo varios fotógrafos, pero lo que "caracterizó a Duncan es que se concentró más en la vida cotidiana", lo que le permitió retratar desde su manera de trabajar hasta sus actividades rutinarias, como comiendo un lenguado o bailando, añadió.
"El 'yanki nómada' partió para una nueva gran aventura. Formó parte de nuestra vida diaria como un miembro de la familia. DDD es el fotógrafo que mejor mostró a Picasso trabajando, con discreción y afecto", reaccionó el viernes Claude Picasso, hijo del pintor.
Armas políticas
Pero antes que retratista de uno de los mayores artistas de la historia, DDD fue fotógrafo de guerra.
"Ustedes tienen cámaras, son como armas políticas, deben usarlas", dijo a los 90 años dirigiéndose a las jóvenes generaciones.
Muchas de sus instantáneas pasaron a la historia, como la de un soldado estadounidense en la guerra de Corea (1950-1953), sujetando una lata de conservas con la mirada perdida.
"Fue al alba. Hacía mucho frío, al menos 30 grados bajo cero, teníamos hambre, no podíamos ni hablar", explicó en 2008 durante el festival internacional de fotografía Visa pour l'Image de Francia.
Hasta el final, "se acordaba de los nombres y apellidos y grados de todos los soldados que había fotografiado en Corea y Vietnam", dijo Jean-François Leroy, director de la muestra.
Nacido en Kansas en 1916, empezó su carrera inmortalizando un incendio en un hotel de Tucson (Arizona), donde sin saberlo retrató al atracador John Dillinger, entonces el criminal más buscado de Estados Unidos, tratando de salvar de las llamas un maletín.
Movilizado durante la Segunda Guerra Mundial, Douglas Duncan hizo de los militares el centro de su trabajo. En el prefacio de su libro titulado "This is war!" (Es la guerra), publicado en 1951, el fotógrafo escribió: "No hay ninguna conclusión impactante (en el libro). Solo el deseo de mostrar un poco lo que un hombre debe soportar cuando su país decide entrar en guerra".
A este le siguieron una veintena de libros de fotos, varios de ellos antiguerra, como "I Protest" y "War Without Heroes" sobre la guerra de Vietnam.

AFP


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