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Lydia Davis
(1947)
Lydia Davis (Northampton, Massachussets, 1947) publicó en el 2011 sus Cuentos completos (Seix Barral), en versión del poeta y narrador Justo Navarro, que aparecieron en inglés en el 2009. Pero, además, Lydia Davis ha traducido a su lengua a autores tan significativos como Flaubert, Proust, Maurice Blanchot o Michel Leiris. De todas formas, donde dice cuentos completos, debería decir cuentos y microrrelatos completos, género este último en el que también es una auténtica maestra. Una autora en ambos géneros muy recomendable.
Davis es hija de Robert Gorham Davis, profesor de inglés, y de Hope Hale Davis. Estudió inglés y latín; estuvo un año en Austria y aprendió alemán. Estuvo casada con Paul Auster, entre 1974 y 1978, y tuvieron un hijo, Daniel Auster. Luego, se casó con el artista Alan Cote, y de esa unión nació Theo Cote.
Recibió un fuerte influjo inicial de Samuel Beckett, al que estudió de muy joven. Su padre era profesor de inglés, y conoció así a un escritor muy diferente de lo que había leído (en la primera página encontró: “I’m lying here. I’ve dropped my pencil”). Ya de estudiante superior, fue leyendo novelista tras novelista; Nabokov, Thomas Hardy, George Eliot, Dostoevsky o Joyce, y siguió con voracidad lectora.
Es profesora de creación literaria en la Universidad de Albany (SUNY). Además de escribir, ha traducido del francés toda su vida, entre otros, a escritores y ensayista como Vivant Denon, Gustave Flaubert, Marcel Proust, Maurice Blanchot, Michel Leiris, Pierre-Jean Jouve o Michel Foucault.
Davis ha publicado seis libros de cuentos habitualmente breves (o brevísimos), con un toque de humor, entre los que destacan: The Thirteenth Woman and Other Stories (1976), Break It Down (1986) o Varieties of Disturbance (2007). Han aparecido varias antologías suyas; y en 2009 recopiló sus cuentos en The Collected Stories of Lydia Davis, traducida al español.
Se dice que sus relatos son poéticos, filosóficos, prosas varias o simplemente retratos de vidas a menudo derrotadas. Es conocida asimismo como crítica literaria.
Davis es miembro de la American Academy of Arts and Sciences desde 2005. Ganó el MacArthur Fellows Program, de 2003; y fue finalista del National Book Award Fiction, en 2007. Por sus traducciones ha sido galardonada en Francia.
"Aguda, hábil, irónica, subestimada y sorprendente."
Joyce Carol Oates
"Pocos escritores de la actualidad hacen
que las palabras escritas sean tan importantes."
Jonathan Franzen
Lydia Davis
La madre
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La chica escribió un cuento. "Sería mejor si escribieras una novela", dijo su madre. La chica construyó una casa de muñecas. "Sería mucho mejor si fuera una casa de verdad", dijo la madre. La chica hizo un cojín para su padre. "¿No hubiera sido más útil un edredón?", dijo la madre. La chica excavó un pequeño hoyo en el jardín. "Sería mucho mejor si excavaras uno grande", dijo la madre. La chica excavó un gran hoyo y, dentro, se echó a dormir. "Sería mucho mejor si te durmieras para siempre", dijo la madre.
Lydia Davis Photo by JENNIFER S. ALTMAN |
Destellos de la gente corriente
Lydia Davis, escritora casi desconocida en España, pertenece a ese tipo de escritores a los que se califica de "raros" porque no se sabe bien dónde colocarlos, lo cual es estupendo para ella, pues así se libra de esos fastidiosos encasillamientos a los que tan proclives son las mentes académicas y muchos periodistas culturales. El calificativo que debería aplicársele es el de "singular", que es lo que aspira a ser todo verdadero escritor vocacional.
Los cuentos de Lydia Davis tampoco responden al esquema habitual. La gran mayoría son textos cortos y sólo unos cuantos alcanzan a sobrepasar las seis u ocho páginas; por lo tanto estaría dentro de la moda del llamado relato breve, refugio de tantos vagos ingeniosos, si no fuera porque su obra, contemplada cuento a cuento y en conjunto, es una soberbia exposición de la textura del tejido humano.
Cuentos completos
Lydia Davis
Traducción de Justo Navarro
Seix Barral. Barcelona, 2011
746 páginas. 28 euros
El material del que se nutre Davis es la gente media que vive permanentemente derrotada, necesita un punto de referencia o un anclaje del afecto, cuyo suelo es la inseguridad del hombre y la mujer contemporáneos y cuya memoria está llena de sueños incumplidos y cosas y personas perdidas. Son relatos de la vida corriente, a la que trata de sorprender en busca de una singularidad que, paradójicamente, se encuentra en su vulgaridad. La asombrosa capacidad de Davis para levantar apenas unos centímetros la piel de esas personas y situaciones por atisbar lo que hay debajo, lo que verdaderamente late, la desnudez interior, llena estas más de setecientas páginas de un vigor literario que sólo la mirada de un maestro es capaz de desarrollar. En cierto modo podríamos considerarlo temáticamente monocorde, pues se mueve en un mundo muy pequeño, hasta que descubrimos que ese pequeño mundo es, quizá, el más extenso y representativo de nuestra sociedad actual y que sólo un ojo verdaderamente atento como el de Davis es capaz de diferenciarlo y dotarlo de expresividad. La mirada de Davis opera de manera genial haciendo que la vulgaridad de la vida cotidiana de la gente media atraiga al lector como el destello de una moneda entre la ceniza que, de repente, brillara por un efecto de luz.
Davis no es blanda ni se ahorra dureza o crueldad a la hora de mostrar la vida mediocre, pero busca en ella esa última dignidad del dolor, de la frustración, del deseo, de la ternura, de la supervivencia. El asunto general es la neurosis de la vida cotidiana y doméstica, expresada en muchas formas, a cual más aguda y sugerente (Ventosear). A muchos de sus personajes les ocurre lo que a un tal Wassilly, que "iluminado de repente, vio que existía una terrible discrepancia entre el concepto que tenía de sí mismo y la realidad". Sin embargo, en varios cuentos bordea lo fantástico; otros son fabulaciones e incluso exposiciones morales en forma de relato-comentario (Ética). La fábula moral (por ejemplo, La casa de atrás, un relato excepcional) coexiste con el más crudo realismo(Dos hermanas o La madre). La criada extrae petróleo de un personaje que es la personificación misma de la mediocridad. Algunos textos parecen hacer proposiciones al lector y otros se limitan a establecer una anécdota, un hecho. Se la ha relacionado con Kafka, lo que es un error a mi modo de ver, salvo que se refieran a los cuentos breves de éste; en varios de sus textos cortos recuerda, en cambio, al Cortázar de los cronopios. Casi siempre escribe en presente y, si hay memoria, recuerdos, es siempre a propósito del presente; también utiliza la tercera persona. Todo ello en un estilo muy personal, seco, preciso y cómplice con el lector. A veces la sequedad es tal que los relatos afectados más parecen un escrutinio, introspectivo casi siempre.
No se excede en imágenes literarias, pero las que compone son bellas y mágicas ("una vez fue una chica que entró en la cocina de repente en una ráfaga de viento, pálida, delgada y extraña, como un pensamiento perdido" o "no sólo las flores blancas agonizan, sino que mujeres viejas caen de las ramas por todas partes"). Hay un relato-resumen de su estilo especialmente atractivo porque mezcla lo doméstico, la neurosis y la excepción literaria: Kafka prepara la cena. Y el humor está siempre presente, de fondo, seco, penetrante, afilado..., un humor serio.
La lectura deberá mucho a la cuidada traducción de Justo Navarro. Mi consejo para una lectura feliz de este libro extraordinario es: termine el día, métase en la cama; el libro estará en la mesilla de noche; lea un solo relato: le absorberá tanto que seguirá leyendo otro y luego otro o quizás otros. Deténgase ahí o puede que no duerma en toda la noche. La lucidez produce insomnio. Siga así hasta que comprenda que un talento excepcional le ha mostrado, para bien y para mal, del envés nuestro de cada día.
- The Thirteenth Woman and Other Stories (1976)
- Story and Other Stories (1985)
- Break It Down (1986)
- The End of the Story (1995)
- Almost No Memory (1997)
- Samuel Johnson Is Indignant (2002)
- Varieties of Disturbance (2007)
- The Collected Stories of Lydia Davis (2009)
TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL
Cuentos completos, Seix-Barral, 2011, traducción de Justo Navarro.
FUENTES
Wikipedia
El País
La nave de los locos, el blog de Fernando Walls
Enlaces de DRAGON
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